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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Parte aguas electoral
Alfredo Ríos Hernández
14 de junio de 2021
alcalorpolitico.com
*Triunfo abstencionista
*Persiste la violencia
*Militarización portuaria
 
La actual interrogante es si habrá de pronosticarse en el marco del conglomerado social mexicano, un inmediato futuro en el que las autoridades del presente, incluyendo a los legisladores, hagan a un lado el continuar culpando al pasado de todos los pecados antisociales ya registrados en los últimos años, culpas actuales que se pretenden acreditar a etapas del pasado, tiempos ya bautizados por la actual administración como etapas del neoliberalismo, referencias cotidianas externadas cuando ya nos encontramos cercanos a cumplir tres años de la actual administración transformadora, misma que en el país y en tierras como las veracruzanas, lo que se refleja son los mismos o mayores niveles de violencia, al tiempo que el declive macro y micro económicos, incuestionablemente se encuentran en escenarios de elevada preocupación.
 

Los señorones del actual poder gubernamental (incluyendo al legislativo) hoy se “auto-elogian” cotidianamente, presumiendo avances socioeconómicos sin paralelo en las últimas décadas en el territorio nacional, pero en los marcos de la evaluación realista, el reclamo del pueblo en demanda de mayor seguridad, parecieran millones de voces en el desierto, a las que se suman reclamos para superar dos años y medio de severas carencias en el sector salud, deficiencia que se presentó mucho antes de la pandemia y que sigue registrando yerros en la atención de niños con cáncer, escenarios que en realidad, los mexicanos de los actuales días nunca habían presenciado, simplemente porque no se veían deficiencias de tal naturaleza y de tal nivel de impactos negativos.
 
Aquella desafortunada expresión de que la pandemia le caía al Presidente como anillo al dedo, origina actualmente interrogantes si los miles de mexicanos que han perdido la vida luchando contra la pandemia, también le caen como anillo al dedo a los mexicanos, referencias que por sí mismas muestran que, tanto en los criterios como en las acciones en materia de salud de pública, aún no disponemos los mexicanos de un anillo para el dedo de ningún mexicano.
 
De la misma forma, nunca antes las actuales generaciones de mexicanos habían presenciado que, quien gobierna el país, hubiera mantenido con tanta insistencia y sin disimulo alguno su protagonismo propagandístico de manera cotidiana, sin el menor respeto ya no sólo a los usos tradicionales, sino incluso acudiendo con su postura más allá de lo imaginado, como lo es el espectáculo gubernamental de las mañaneras, toda una parafernalia de protagonismo con insistente referencia hacia ámbitos claramente electorales, escenarios que se encuentran en los archivos de los medios de comunicación y que, obviamente serán objeto de evaluaciones históricas en lo referente al comportamiento de las autoridades en tiempos electorales.
 

Más allá de los triunfos o derrotas al interior de los partidos políticos, seguramente incluyendo a las organizaciones partidistas con simpatías y pactos de solidaridad con el actual régimen, no es de dudar que en el interior de las mismas, existan quienes “eternamente” (en su interior) no estarán de acuerdo en las prácticas presidenciales del actual régimen, en torno a las variantes que se han registrado en lo relativo al comportamiento de quien gobierna en tiempos electorales.
 
Es factible que uno de las experiencias que habrán de ser de mayores referencias en las aulas sobre Derecho Electoral, habrá de ser la campaña electoral del año 2021, misma que indisolublemente quedará grabada en la historia de la vida pública de nuestro país, e incluso podría registrar semejanza en otras regiones del mundo, porque en realidad que el Gobierno de la Transformación, de hecho ha “transformado” los criterios de no intervención del Poder Ejecutivo de la Nación en escenarios electorales, ello, más allá de que presidentes anteriores lo hubieran efectuado de manera discreta y en “lo obscurito”, porque en el caso que nos ocupa está marcando un real parte-aguas que podría representar escenarios a futuro aún de mayor preocupación... Tiempo al tiempo.
 
Lo que se lee
 

¿Qué tipo de democracia tenemos en México cuando en “la elección más grande de la historia” prácticamente más del 40 por ciento de los mexicanos no ejercen su derecho al sufragio?...
 
Las cifras en referencia del pasado proceso electoral, apuntan en el sentido que quienes alcanzaron los cargos como legisladores e incluso como alcaldes, entre los que votaron en contra y los que no votan, de ninguna manera obtienen un número de sufragios que garantice el 50 por ciento del total de los ciudadanos en edad de sufragar.
 
De hecho, si tenemos en cuenta a los que votaron en contra y a los que no votaron, podríamos referir que son en realidad muy pocos, por no decir que prácticamente inexistentes, los mexicanos que gobernarán municipios y que legislarán, que realmente fueron electos por “la mayoría” de los mexicanos a los que por leu representan.
 

Claro que quien ganó gobierna o legisla para quienes votaron en su favor y quienes no lo hicieron, pero de hecho y al final del día, en la mayoría de los casos los gobernantes y legisladores, fueron electos por una minoría que podría ser significativa, pero al fin y al cabo mayor es el número de ciudadanos que no sufragó en su favor, unos porque votaron por otros candidatos y, los demás, porque conforman la cifra de mexicanos que simplemente no sufragaron y que “representan” el nutrido sector del abstencionismo... Uno de los peores escenarios por el que puede transitar la vida democrática de un país.
 
Lo que se ve
 
Persisten en el territorio nacional los escenarios repetitivos de agresiones contra mujeres, actos sobre los cuales (de acuerdo a especialistas en el tema) en muy poco se ha logrado avanzar, escenarios que no sólo requieren de la intervención oportuna de las autoridades, para que estos actos de barbarie sean castigados con oportunidad y energía, sino de la misma que tales referencias virulentas disminuyan y se induzca al colectivo social, hacia la conformación de una sociedad ajena a la victimización de mujeres, tanto menores como de todas las edades, incluyendo a muchas ancianas que transitan por espantosos escenarios de castigos en su contra.
 

Mucho se ha insistido y poco es lo que se lo ha logrado avanzar... ¿Hasta cuándo?.
 
Lo que se oye
 
Continúa la militarización en el país, tanto así que de hecho ya los más importantes puertos mercantes y de turismo, así como de pesca, pasaron a formar parte de las responsabilidades de la Marina Armada de México, lo que obviamente ha generado severa inconformidad entre los internacionalmente prestigiados marinos mercantes, egresados de las Escuelas Náuticas del país, instituciones que históricamente y de manera permanente, no sólo dotaron a nuestras tierras, costas y mares, de profesionales de notable capacidad, sino marinos que han prestigiado a los mexicanos en prácticamente todos los puertos del mundo.
 

El desplazamiento de los marinos mercantes de los puertos mexicanos, origina incluso referencias negativas en ámbitos internacionales, acción asumida en los marcos de la militarización que se está aplicando en el territorio nacional.