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Columnas y artículos de opinión
A salto de mata
Otra carta a la SEP y...
Gino Raúl De Gasperín Gasperín
17 de junio de 2021
alcalorpolitico.com
La experiencia nos ha enseñado que ningún escepticismo es injustificado cuando se trata tanto de las promesas que hacen los políticos (los desobligados y mentirosos) y el caso que le hacen a las propuestas que surgen de la ciudadanía.
 
Y aquí va la justificación del párrafo anterior:
El 14 de octubre del año pasado (hace ocho meses), escribimos que los filósofos mexicanos había enviado una carta al entonces secretario de Educación, el señor Esteban Moctezuma, quien ahora funge como embajador (improvisado) de este país. En ese documento, serio, formal, respetuoso pero enérgico, el Comité Coordinador del Observatorio Filosófico de México, la Comisión de Educación de la LXIV Legislatura de la Cámara de Diputados y la Comisión de Enseñanza de la Filosofía de la Federación Internacional le recordaron al señor secretario que ya habían pasado diez meses (¡10, sí!) de haberse aprobado y publicado la reforma al artículo 3.º de la Constitución y seis de la expedición de la nueva Ley General de Educación, y que aprovechaban para referirle las conclusiones del Coloquio La Nueva Escuela Mexicana y la Filosofía para Niñas y Niños celebrado en el Palacio Legislativo de San Lázaro, el 4 de marzo de ese año.
 
El mismo documento señala que entre la SEP y la comunidad filosófica «hay poca o nula comunicación», y en la elaboración de planes y programas de estudio no se toman en cuenta sus opiniones ni en la forma ni en el fondo. Además, exhortan a la SEP para que en las escuelas Normales se incluya la enseñanza de la filosofía «con metodologías y modelos epistémicos actualizados e inspirados al (en el) contexto nacional e internacional».

 
La misiva, escribimos, le puntualiza al funcionario exactamente lo que se espera cuando la Secretaría que él tiene a su cargo se ponga a trabajar en el diseño del currículo educativo.
 
La SEP respondió dos meses después a través de un vocero, pues el secretario ya andaba en otras preocupaciones: «Atentos a las conclusiones del Coloquio referido, mediante la presente comunicación se hacen del conocimiento a la Subsecretaría de Educación Básica y a la Subsecretaría de Educación Superior para que, en el ámbito de sus competencias, le proporcionen la atención que estimen adecuada y se logren con ello los propósitos de la Nueva Escuela Mexicana».
 
Ya vimos cuál es la atención que «estimaron adecuada» esas oficinas: ninguna.

 
Ahora, ya con el señor Moctezuma enfrascado en maquillar la imagen del gobierno mexicano en otros andurriales, los filósofos mexicanos solicitan a la sucesora, la maestra de los descuentos, que los reciba ¡para empezar de nuevo la historia!
 
Resulta que la SEP no ha hecho nada de nada al respecto (que se sepa). Como suele suceder, el funcionario reemplazante tiene que pasar un buen tiempo en organizar la mudanza, traer sus papeles y retratos a la nueva oficina, colgar los cuadros de su preferencia, organizar el escritorio donde despacha, visitar cada una de las oficinas que forman parte de la Secretaría, conocer, renombrar o reemplazar a los empleados o funcionarios que no le cuadren con su modo de ser y actuar, mientras los asuntos se van relegando según las exigencias del momento.
 
Por supuesto, el tema de la inclusión (urgente) de la filosofía en el currículo escolar, la formación de docentes para ello, la elaboración de materiales, etc., etc., se han ido postergando.

 
Los planes de estudio tampoco se han reformado y la Subsecretaría de Educación Básica, una de las comisionadas para el asunto, está trabajando a destajo en rediseñar algunos de los libros de texto, ahora con otros voluntarios que quieran cooperar gratuitamente. Ese tema de la filosofía que, aun dentro de su ignorancia, apoyó la corredora Ana Guevara cuando fue «legisladora», se ha quedado en el desván de los olvidos. La deportista ahora está preocupada por otros menesteres más contables y redituables que aquel engorro de los filósofos quienes, por ser parte de la clase intelectual y pensante, no merecen ningún respeto del gobierno actual...
 
Aún no sabemos si la señora Delfina los va a recibir. La pandemia la debe tener muy preocupada y, según vemos y oímos, poco y nada ha osado declarar, a no ser aquella desafortunada amenaza a las escuelas incorporadas que hace unos meses quisieron reanudar clases presenciales. Por supuesto, también le angustia el rediseño de los textos escolares. Y ya se fueron tres años de este gobierno.
 
Los filósofos mexicanos, en su misiva, le dicen a la señora Delfina: «Queremos enterarla de nuestras luchas y hacerle una propuesta para incorporar la filosofía en todos los niveles del sistema educativo (desde la filosofía para niñas y niños hasta la Universidad) así como a través de los medios masivos de comunicación oficiales».

 
La Secretaria debe estar alarmada con la carta... ¡Ah, estos clasemedieros aspiracionistas!
 
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