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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Distractores presidenciales
Alfredo Ríos Hernández
5 de julio de 2021
alcalorpolitico.com
*Crece pandemia en Córdoba
*Reactivan cuerpos policiacos
*Colecta para medicinas
 
No disimula (con sus muy peculiares gestos) la felicidad que la causa al Presidente el montar un nuevo espectáculo cuyo objetivo es inocultable: dirigir la atención del colectivo social hacia “sus confrontaciones” cotidianas contra medios de comunicación, empeños presidenciales para que los temas realmente emergentes como el desplome en fuentes de trabajo, el derramamiento de sangre por la ya incontenible cadena delincuencial en el país, los rebrotes pandémicos, los descuidos gubernamentales como las irresponsabilidades que originaron la tragedia en una de las líneas de El Metro, así como el sufrimiento y llanto de los niños agredidos por el cáncer, al no disponer de sus medicamentos, al tiempo que a sus padres se les acusa de formar parte de “un complot internacional” para ejecutar un golpe de estado, todo ello y un listado de incongruencias gubernamentales sin ton, ni son, son parte de los escenarios que se advierten al iniciar la segunda parte del año por el que transcurrimos, acercándonos con rapidez al inicio del mes de diciembre, fechas en los que iniciará irremediablemente la etapa en la que al Presidente López Obrador, le quedarán cada día transcurrido menos días “por gobernar” que los “ya gobernados”.
 

Apuntan expertos en la materia que “la segunda mitad” de una administración pública ya no es apropiado el anunciar proyectos, sino que lo más razonable es otorgarle prisa y mayor supervisión a lo que se encuentra en proceso de realización, sea desde el punto material como lo sería terminar un aeropuerto o una ruta ferrocarrilera, o sea desde una perspectiva sociopolítica, como lo pudiera ser mejorar la administración de justicia y eliminar los elevados índices delictivos.
 
Obviamente existen renglones en esa segunda parte de un ejercicio gubernamental, al igual que de conveniencias más que gubernamentales de “conveniencia personal” como lo es la factible posibilidad en el caso del Palacio Nacional mexicano, de que en su interior se fragüe la figura apropiada para perfilarlo como el próximo candidato triunfador a la Presidencia de la República, al igual que como se moldean en esos mismos espacios (que nadie lo niegue) los candidatos a gobernadores obviamente de los colores partidistas preferidos en las oficinas presidenciales.
 
Dicen quienes saben mucho sobre estos temas, que en México y en los marcos de la Presidencia de la República, quien más pone y dispone en el proceso de nominación de candidatos lo es precisamente quien gobierna y, no existe en esos procesos mayor elector que el Presidente de la República, porque tales cuadros serán los facultados para dictar hacia el mañana la sentencia sobre quien gobierna o termina de gobernar... La prisión o la libertad de exgobernantes depende de sus aliados o detractores que conforman el Congreso de la República y los congresos estatales.
 

Es precisamente la causa que origina los efectos de la imposición de legisladores y gobernadores desde el centro nacional del poder, porque evitar el influir para que existan aliados de la Presidencia en marcos legislativos, es cómo si el cuerpo cardenalicio de El Vaticano brindara el cetro de Roma a Lutero, exactamente lo mismo se ha reflexionado por algunos presidentes de la República Mexicana, como el actual, quien alteró todos los usos y costumbres (incluyendo referencias marcadas por la Ley Electoral) para fortalecer la presencia del sufragio morenista en los comicios recientes, su protagonismo durante toda la etapa electoral representaba la actividad más notoria por sobre cualquier núcleo priista, panista o perredista, porque la foto de Pelé en la camiseta del aficionado o en la pantalla de televisión, hacen recordar al Brasil y los campeonatos mundiales, como de la misma forma la imagen activa y demandante de Presidente de México en la pantalla televisa, en pleno proceso electoral, hacen pensar al televidente en las elecciones del mañana... Se le llama “manipulación inductiva”.
 
Claro debemos tener que los indicadores reales para el bienestar de México no se advierten en el conteo de “informaciones mentirosas” con aclaraciones tortuosas, mecanismos cuya finalidad no es “aclarar” sino “desacreditar” y, al mismo tiempo influir en espacios electorales como efectos de shows distractores... Desde los inicios del actual sexenio la práctica de la distracción para que el colectivo social dirija la atención hacia lo superfluo, el chisme y el escarnio, constituye no un agregado sino parte de la “suerte principal” del estilo morenista de actuar, mismo que propone una transformación que a la ya casi mitad del sexenio, en lugar de beneficiar al país de manera integral, de manera integral lo está perjudicando, incluso en espacios electorales y por lo mismo democráticos, como lo es el hecho de las repetitivas intervenciones directas de la Presidencia claramente referenciadas como propaganda electorera, apuntes que hace décadas no habían presenciado los electores mexicanos, los hechos están inscritos en la historia del México actual.
 
Ahora bien, debe quedarnos claro la Presidencia está abriendo una puerta a los “dimes y diretes” entre la figura presidencial y los medios de comunicación, lo que hace anticipar el añejo apunte de que “el que se lleva... se aguanta”, lo que definitivamente no es prudente para una figura presidencial... ¿O sí?
 

Lo que se lee
 
Difunde en las redes de Internet una muy respetada doctora, que según información oficial de laboratorios de Córdoba, hasta hace un mes se detectaban entre 3 a 4 casos positivos de Covid-19 al día... la semana que acaba de terminar el promedio de pruebas positivas fue entre 45 y 50 casos diarios, lo que es indicador que las medidas gubernamentales de mayor distención ante la pandemia, no coinciden con la realidad de los hechos.
 
La realidad es que existe la sospecha en el país, que desde semanas atrás se busca ocultar las dimensiones del avance pandémico que asola a la colectividad, como una respuesta para reactivar la economía, misma que se ha derrumbado a niveles insospechados y, en tales dimensiones, que las propias autoridades tratan de simular que los efectos pandémicos han decrecido, con la finalidad de que se recuperen plazas laborales y que se restablezcan los niveles de consumo, como vía para reducir los impactos negativos en mercado nacional.
 

Los hechos por sí mismos refieren, que tanto en materia de salud pública, como de economía, se advierten escenarios negativos con dimensiones no registradas ni en las crisis registradas en las pasadas décadas, porque a los escenarios financieros y de salud pública de hoy, debemos también sumarles elevados renglones de actividades delincuenciales que sobrepasan los límites de lo tolerable... Los hechos por sí mismos muestran nuestra preocupante realidad.
 
Lo que se ve
 
Apuntemos las cosas como son:
 

Cuando en el actual Estado de Veracruz escuchamos decir que, con los nuevos alcaldes, todos los municipios contarán nuevamente con su propia policía, siendo en los inicio “una corporación mínima” lo que suena correcto ante la nueva política de seguridad, en dónde se marca que los cuerpos policiacos municipales serán reinstaurados, en tanto que muchos de ellos fueron de hecho desmantelados y otro tanto registran elementos de seguridad totalmente insuficientes y, por lo mismo deficientes, para cumplir con los niveles de efectividad que urgen en tierras de veracruzanas.
 
Desmantelar los cuerpos municipales de seguridad para purificarlos y mejorarlos, no ha sido un incorrecto procedimiento, pero lo que ha sido ineficiente es el tiempo, el prolongado espacio que se ha llevado el operativo “purificador”... Ya veremos si “los filtros funcionaron” y si efectivamente es mayor la eficacia, luego de que los cuerpos municipales de seguridad han sido purgados y renovados... Los escenarios hablarán por sí solos.
 
Lo que se oye
 

Ya se escucha decir lo apropiado que resultaría, el que el colectivo social fuera motivado por los padres de familia y por los propios médicos, para iniciar entre la ciudadanía una colecta supervisada por catedráticos, sacerdotes, religiosas y personal médico, que permitiera reunir recursos por vía de aportaciones voluntarias, para adquirir medicamentos que se requieren con urgencia en centros de asistencia médica, primordialmente para niños y ancianos, porque ya no sólo se habla del desabasto en medicamentos oncológicos, sino también de otros relaciones con problemas de la presión arterial y afectaciones cardiacas.
 
Siempre el respaldo del colectivo social será un aliento ante carencias, como las que lamentablemente se están presentando en el sistema de salud pública de nuestro país, tema que todo indica va para largo.