*Bloquean puerto jarocho
*¿Dolor se paga con dolor?
*Reducen áreas de justicia
 
Resulta honorable y valiente desde el punto de vista cívico y gubernamental, el reconocimiento difundido directamente por el Gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, en el sentido de que los dos menores de edad (trabajadores y estudiantes esforzados) que fueron asesinados a balazos por policías estatales “accidentalmente” convirtiéndose en víctimas inocentes en un escenarios de “fuego cruzado entre policías y bandoleros”, actitud que habla bien del Ejecutivo Estatal, porque en principio, reconoce la limpieza moral y el esfuerzo personal de dos menores que trabajaban lavando vehículos para poder sostenerse y, al mismo tiempo continuar con sus estudios.
 

Seguramente hoy los familiares y amigos de los esforzados adolecentes, registrarán enorme emoción ante la reivindicación que el sector gubernamental refiere sobre los menores acribillados por la policía, pero ciertamente muchos pobladores de esa región sostienen no fue por estar en el lugar inapropiado a la hora impropia, sino que se comenta que los impactos de bala no fueron circunstanciales ante el fuego cruzado entre bandoleros y policías, sino que los niños fueron directamente acribillados pese a no participar en la refriega en referencia, de la que no se habla ni de policías heridos, ni tampoco de los supuestos delincuentes, sino sólo de los niños sacrificados.
 
Pero ya el sólo hecho de que el Gobernador veracruzano, ofrezca el rostro para referir disculpas del sector gubernamental y restaurar la honorabilidad de dos menores de edad que, en lugar de ser criminalizados, deberían de recibir el clamor de perdón por parte del sector policiaco que disparó contra ellos, dos mexicanos que por su empeño para estudiar y sobrevivir en los marcos de las carencias, estaban considerados en su región como excelentes chicos, que murieron en la esperanza probable de ser maestros, ingenieros, doctores o incluso miembros del sector de seguridad pública de su tierra, pero que en un abrir y cerrar de ojos recibieron los impactos de balas, ejecutados por un cuerpo armado de espacios oficiales.
 
El escenario ya es histórico en los marcos de tierras veracruzanas, porque confirma por sí sólo la enorme incompetencia de muchos elementos del sector de seguridad pública, al confirmar que en su actuación existe la posibilidad de que se castigue incluso con la muerte a quienes son inocentes, lo que es obvio que no proviene de una acción de intencionalidad, sino que tales hechos nos conducen a la argumentación de ineficacia e incompetencia, conceptos que obligan a reflexionar en el alto riesgo por el que transita todo el conglomerado social.
 

Sí se coincide en que a los cuerpos de seguridad se les debe de respetar, pero la sociedad, el ciudadano honorable no les debería de temer, sino referir respeto e incluso en momentos determinados solidaridad e incluso tranquilidad ante su cercanía, pero ahora resulta que se confirma que “sí cometen yerros vergonzantes” y de rangos fatales, escenarios que obviamente es obligado vincularlos con impreparación e incompetencia, que de manera natural es factible de conducir no sólo hacia la ineficacia, sino hacia escenarios crueles, dolorosos, aberrantes y desacreditadores, como los dos crímenes registrados hace unos días en la región central veracruzana, dónde perdieron la vida dos esforzados adolecentes... Que el supremo los tenga en la Gloria y bienvenidas las reacciones humanistas del Gobernador veracruzano Cuitláhuac García Jiménez.
 
Lo que se lee
 
Se están recrudeciendo las protestas de madres y padres de niños que por decisión gubernamental, se han quedado sin la posibilidad de ser atendidos apropiadamente para apaciguar los dolorosos tormentos que les ocasiona el cáncer, espantoso escenario que no conmueve a quienes nos gobiernan, quienes en lugar de ser eficientes en la solución del gravísimo problema, lo han conducido hacia los espacios de la reprochable politiquería, incluso hasta llegar a las afirmaciones públicas de que las protestas en referencia, conforman parte del complot internacional para originar un golpe de estado en el territorio mexicano, cínico argumento que por sí mismo refleja la baja calidad moral y profesional de quienes los estimulan.
 

Ahora madres y padres de familia, cuyos hijos han sido criminalmente desatendidos por el sistema gubernamental de salud, tomaron la determinación de bloquear el acceso portuario en tierras veracruzanas, en enérgico reclamo para que en el renglón de atención a niños con cáncer, el Gobierno de la Transformación retorne a las prácticas del sistema liberal (que tanto descalifica) para que cuando menos la atención a niños con cáncer sea apropiada, sin que se expusiera al sacrificio a tantos niños que sufren y lloran angustiados por los terribles efectos del cáncer, escenarios espantosos que, después de casi tres años de registrarse, siguen sin el respaldo al que obliga la Ley a las autoridades, espacios donde se argumenta sobre un complot internacional, cuando en realidad se trata de complot gubernamental, escenarios donde les tiene sin cuidado el espantoso sufrimiento que atraviesan los pequeños y sus angustiados y furiosos familiares.
 
Y la pregunta es: ¿Si amor con amor se paga, dolor también se pagará con dolor?
 
Lo que se ve
 

Muchos veracruzanos no creen que en el renglón pandémico, el Estado de Veracruz “se encamina al naranja” porque desde sus puntos de vista y evaluaciones obviamente ciudadanas, estamos “en naranja” desde hace ya algunos días y cercanos para brincar a mayores tonalidades.
 
En fraccionamientos y vecindades se comenta con recurrencia los rebrotes pandémicos entre la población, pero muchos son los que consideran que las cifras se maquillan hacia la baja, no sólo para otorgarle brillantez al combate de la pandemia por parte del sector gubernamental, sino de la misma forma para disfrazar una realidad que, por sus efectos, influyen en el retroceso económico y en la parálisis de numerosas actividades como lo es tema escolar.
 
Así las cosas, aparejadas al desprestigio que por el tema de los niños con cáncer ha caído el doctor Gatell, las áreas de salud pública se encuentran en una de las etapas de mayor desprestigio en la historia moderna del país, tanto así que ya no pueden tapar al sol ni con los diez dedos.
 

Lo que se oye
 
La Barra de Abogados Veracruzanos recrimina al Gobierno del Estado de Veracruz, el que en lugar de incrementar el nivel y los espacios de eficacia en la administración de justicia, los asesores del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, le aconsejen cerrar juzgados limitando con ello (aún más) las posibilidades de mayor eficacia (incluyendo celeridad) en los procesos judiciales.
 
Por simple lógica se podría apuntar, que si actualmente y de tiempo atrás la sociedad viene reclamando mayor rectitud y apego a la legalidad, así como celeridad en la administración de justicia, ante las nuevas medidas reductivas, en lugar de avanzar podríamos retroceder con mayor notoriedad, todo ello obviamente en sentido negativo... Valdría la pena revalorar en las alturas el tema en referencia... Ahí la dejamos.