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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Transforman venta de gas
Alfredo Ríos Hernández
8 de julio de 2021
alcalorpolitico.com
*Aberrante imagen escolar
*¿Militares o policías?
*Mutación agresiva
 
Sobre el nuevo proyecto de que el Gobierno de la Transformación se introduzca directamente en la venta de Gas LP hacia el consumidor final, se comenta por parte del propio Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que los operativos se iniciarán en fechas cercanas y que, obviamente el gas se comercializará más barato del que ofrecen las empresas particulares, por lo que el nuevo programa resultará de significativo beneficio para la colectividad mexicana en lo general, pero obviamente con mayores impactos entre quienes disponen de menos recursos económicos.
 

Es incuestionable que el tema contiene suficientes elementos para convertirse en una polémica nacional, en tanto que el hecho, por sí mismo, en principio coloca en agudo y notorio predicamento a las empresas dedicadas a la venta y distribución de gas entre la población, en tanto que la argumentación emergida en la Casa Presidencial, que motiva las causas para dicha acción, al mismo tiempo desprestigia a quienes por décadas se han dedicado a la comercialización del gas que, en fecha cercana, ya también será vendido directamente por el Gobierno Federal... lo mismo, pero más barato.
 
Es obvio que el nuevo escenario en torno a la comercialización del gas, habrá de sumar un nuevo espejo distractor en torno a otros severos problemas que aquejan a los mexicanos... Pero de distractores está preñado el sector de los funcionarios públicos, señuelos que siempre registran efectividad... ¡Booombaaaa! Se escucharía en tierras yucatecas.  
 
Lo que se lee
 

Los escenarios de robo a centros escolares no es un tema que resulte extraño en el territorio mexicano, muchos somos los que recordamos saqueos ejecutados en escuelas e incluso facultades, pero también tenemos registrado que, por tales actividades delincuenciales, las autoridades programaron presencia de “veladores” emergidos de los mismos cuadros de seguridad municipal, quienes se hacían presentes en días de descanso o vacaciones escolares, precisamente con la finalidad de evitar el robo de escritorios, pupitres, sillas, instalaciones eléctricas, material escolar, e incluso puertas y sanitarios, lo que monetariamente representa un significativo valor, al margen del tiempo que habrá de transcurrir para que se vuelva a disponer de lo que fue robado.
 
Los meses trascurridos bajo los efectos pandémicos cuyo espacio ya supera el año, las escuelas (muchas de ellas) fueron abandonadas por las autoridades y es obvio que dejaron de ser eficazmente vigiladas, tanto así que el sector magisterial, hoy habla ya no sólo de las condiciones lamentables originadas por el desmantelamiento ejecutado por ladrones, sino del polvo, basura y mal estado de muros y techos, así como de los servicios de energía eléctrica y del renglón sanitario, que apuntan sobre la urgencia de restaurar los edificios, al tiempo de los sistemas de seguridad, ello con clases presenciales o sin ellas, en tanto que muchas instituciones del ramo se encuentran en innegable estado de abandono y desidia por parte de las autoridades.
 
De siempre las escuelas públicas han dispuesto de vigilancia eficiente y constante, por lo mismo el reclamo ya no sólo del magisterio, sino del colectivo social en lo general, es que se restablezca la seguridad en centros escolares y se busque la forma (con clases o sin ellas) de que se reactive el mantenimiento tanto en sus estructuras como en lo referente a su imagen en aulas, pasillos, oficinas y áreas recreativas así como deportivas... ¡No más abandono! es el reclamo magisterial.
 

Lo que se ve
 
Se ha desatado una polémica entre diversos sectores de la población, sobre si el trabajo de los militares mexicanos en materia del combate a la delincuencia es “bien o mal valorado por la población”... Apunte que de alguna forma resulta confuso, porque no se trata de evaluar si los militares mexicanos son eficientes en su actividad o si han dejado de serlo, porque se debe partir que desde siempre, la milicia mexicana ha sido eficiente y un sector contundentemente leal a los intereses del país, sin embargo su experiencia como integrantes de “un muy singular cuerpo de seguridad”, responsable de combatir a grupos criminales y de restablecer la tranquilidad social en el país, no ha conformado parte esencial de su formación, porque tales renglones han correspondido a otros sectores que han recibido instrucción específicamente para combatir el robo, el asesinato, el secuestro, la extorsión, la prostitución, el fraude, el narcotráfico, en fin, un significativo listado de actividades delictivas que son consideradas del orden civil y en lo que el Ejército podría operar en casos de solicitud de apoyo, para reforzar determinado escenario contra el crimen, en respaldo de operativos policiacos, pero se encuentra distante (y lo está demostrando) de cubrir con éxito inmediato tareas ajenas a lo que constituye su origen.
 
Por lo mismo, no existen críticas del colectivo social hacia La Guardia Nacional, porque la sociedad mexicana tiene claro que el Ejército Mexicano fue “metido con calzador” hacia los ámbitos de un problema de enorme complejidad, como lo es la existencia y operatividad de las células delincuenciales, cuyas prácticas las tiene mayormente identificada lo que fuera la Policía Federal e incluso los cuerpos policiacos estatales (ahora en bajo desuso) pero se insiste en que sean los integrantes del Ejército Mexicano, quienes afronten lo que no es de su incumbencia, sector por el cual de siempre el pueblo de México siente un gran respeto y admiración.
 

Lo que se oye
 
Se incrementa la preocupación entre especialistas del sector salud, ante las referencias de que nuevas variantes del Covid-19 “agreden” (por así decirlo) a los anticuerpos de los ya vacunados, en tales dimensiones que logran disminuirlos, lo que obviamente constituye un riesgo para el paciente que, pese al ya estar vacunado, podría verse afectado en su capacidad de respuesta para evadir los efectos dañinos del coronavirus.
 
Los datos apuntan directamente hacia la necesidad y disciplina entre toda la ciudadanía (incluyendo a los ya vacunados) de continuar practicando medidas apropiadas y constantes de autoprotección, con la idea de evitar en todo lo posible el resultar contagiados... Claro que es mejor estar vacunados que el no estarlo, pero está claro que todos continuamos registrando determinados niveles de peligro.