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Columnas y artículos de opinión
México: Sacrifica bienestar por pago de deuda externa
Helí Herrera Hernández
12 de julio de 2021
alcalorpolitico.com
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Twitter: HELÍHERRERA.es
 
Es cierto, con la llegada del neoliberalismo en México, a la mitad del gobierno del presidente Miguel de la Madrid Hurtado, nuestro país comenzó, de nueva cuenta, a comprar bienes de consumo, primordialmente al mercado norteamericano.
 
Dejamos atrás el modelo desarrollista que logró, en su primera etapa (1936-1955) la autosuficiencia alimentaria, y en su segunda parte (1955-1976) ser una nación exportadora de los mismos y, en consecuencia, introductor de dólares a nuestra economía.

 
A partir 1982 los chicago boy´s mexicanos se acomodaron en el nuevo gobierno federal y empezaron a influir con las tesis económicas friedmanas que aprendieron del padre del neoliberalismo Milton Friedman, logrando que a partir de 1985 de la Madrid Hurtado las aplicara, desmantelando el Estado de Bienestar y así, todo empezó a derrumbarse, generando una economía de mercado, empequeñeciendo al Estado y su obligación de velar por las clases sociales más desprotegidas, haciendo cada año menos ricos, pero más ricos, y multiplicando a los pobres pero haciéndolos más pobres. La miseria apareció y creció en todos estos 36 años.
 
Nuestros problemas económicos comenzaron a multiplicarse y se reflejaban en la mesa de las familias de la clase media, pobre y miserable con la desaparición de alimentos, principalmente (se escaseaba el dinero y los salarios cada vez alcanzaban para comprar menos satisfactores), mientras algunos mexicanos comenzaron aparecer en la lista de Forbes, llegando alcanzar uno de ellos “la honrosa distinción” de haberse convertido, por un buen lapso de tiempo, en el hombre más rico del mundo.
 
Gran parte de los recursos económicos del presupuesto de egresos federal tenían que destinarse para la compra de satisfactores que la industria nacional dejó de producir, por la quiebra de miles y miles de empresas, a causa de la llegada de los monopolios y trust internacionales, apoyados por presidentes de la república antipatriotas, entreguistas, corruptos y desleales al pueblo de México.

 
Por eso aquellos 30 millones de votos de 2018, porque la sociedad ya estaba harta del enriquecimiento de unos cuantos, de la corrupción en todos los niveles de gobierno, de la inseguridad que se fortaleció con todos estos flagelos, de la pobreza alimentaria.
 
Creyeron en el discurso alentador del hombre que se comprometía a velar por el bienestar de los pobres y acabar con los privilegios de unos cuantos. Abrazaron ese sueño confiados en que se los iba a ser realidad y la desilusión no tardó mucho en llegar, a grado tal que ese proyecto de gobierno perdió millones de votos en su primera calificación frente al pueblo, 3 años después, debido a que el paraíso prometido no llegó.
 
La pobreza laboral y alimentaria crece y como no, si el gobierno que prometió combatirla ha abandonado a los que la padecen porque decidió, como cualquier otro gobierno neoliberalista, ser un ente cumplidor con las condiciones y exigencias que imponen los organismos financieros internacionales sin oposición ni rebelión alguna.

 
En el primer trimestre de este año, el gobierno de México realizó un pago de 4 mil 39 millones de dólares (poco más de 80 mil millones de pesos) como pago de la deuda externa del país, según lo afirmó Jesús Ramírez Cuellar, vocero del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que representó el reintegro más alto en los últimos 40 años. Es decir, ni Salinas, ni Zedillo, ni Fox, ni Calderón ni Peña Nieto se habían atrevido a sacar tantos miles de millones de dólares para los banqueros agiotistas internacionales.
 
Una nación subdesarrollada, importadora de alimentos, de bienes de consumo e intermedios, con un gobierno que no dota de medicamentos a su población, prefiere, antes que comprar las medicinas para los niños/as con cáncer, pagarles a los banqueros del consorcio de Washington y lo que es peor, pregonarlo a los cuatro vientos para que se escuche claro y fuerte.
 
Es como si una madre de familia que tiene enfermos a sus hijos, con fiebre y vómito, prefiere ir a dejarle el poco dinero que tiene a banco azteca, en lugar de utilizarlo para comprar los medicamentos y alimentos que esos hijos/as requieren para curarse.

 
¿Y que todavía me salga que es anti-neoliberal, y que gobierna para los pobres?