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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Cuando fuimos castristas
Alfredo Ríos Hernández
13 de julio de 2021
alcalorpolitico.com
*Espantosa mortandad
*Cuitláhuac reduce nómina
*Aprender produciendo
 
Muchos de los viejos de hoy, de los que conformamos el listado del “70 y más” transitamos parte de nuestra niñez, adolescencia y juventud, con el tema referente a una Isla del Caribe simbólica de manera singular por la alegría de su gente y su bella música, como es natural nos guiábamos por lo que la prensa mexicana y la radio difundía sobre el tema, para posteriormente atender “la magia” de la televisión, que también dedicaba espacios informativos sobre el acontecer cubano.
 

Casinos, salas de baile, hoteles, excelente comida y también centros nocturnos y diurnos donde se practicaba la prostitución, conforman una especie de atractiva publicidad que resultaba interesante para quienes tenían a su alcance recursos para visitar y disfrutar la isla... No faltaron quienes en esos años refirieron que, la Isla de Cuba y primordialmente la ciudad de La Habana, representaron una especie de ejemplo a seguir para establecer como ciudad sustituta (luego de la Revolución Cubana) a la ciudad norteamericana de Las Vegas, con mayores lujos, más capacidad para naves aéreas, más modernismo y tecnología en hoteles y mayor variedad en lo referente a espectáculos y servicios.
 
Cuba en aquellos días ya representaba también una fuerte productora de azúcar y derivados, tanto así que registró niveles de prestigio inalcanzables en su momento en la calidad de ron, paralelamente a su fama en platillos de cocina característicos de la isla, variedad de primer nivel en sus centros nocturnos y un invariable comportamiento de simpatía que de manera natural y de siempre, caracteriza a los cubanos.
 
Pero en aquellos días se empezó hablar de estancamiento cultural y explotación, tanto laboral como en lo relativo al comercio sexual, por parte de inversionistas del exterior, en alianza o coludidos con empresarios y funcionarios cubanos, relatos de abusos que se acreditaban al imperio financiero “de los yanquis”, voces con tonalidades agresivas “en defensa de la honorabilidad de cuba y de un mejor de nivel de vida para los cubanos”, en la búsqueda de un retorno al nacionalismo cubano y sus derechos al bienestar, que se cimentaría por vía del pueblo unido y bajo el concepto “de patria o muerte”.
 

Muchos fuimos los adolescentes y jóvenes mexicanos que simpatizamos con los “discursos castristas”, algunos de los cuales se lograban captar por radio o se difundían en los medios de comunicación, “el rescate de Cuba de manos imperiales” fue celebrado por nutridos grupos de mexicanos, entre ellos nosotros, los entonces estudiantes preñados de esperanzas y orgullosos “del final del imperio de Batista”... Ya para entonces se comerciaban en México gráficas de Ernesto el Che Guevara, con más admiración que el propio Fidel Casto... Batista pasaba al lado obscuro de la historia.
 
Pero la economía de los cubanos después del triunfo revolucionario, no mejoró sustancialmente, ni tampoco los niveles de bienestar, la realidad se encuentra frente a los cubanos y frente a los mexicanos, dos países que hemos sido hermanos inseparables tanto en las buenas como en las malas, muchos han viajado a Cuba y tienen clara la imagen de un país de muy bajos niveles de bienestar, con pocas inversiones en su interior y con escenarios que, salvo la enorme calidad de su gente y ciertos logros en el renglón médico y deportivo, su actividad económica es considerada como una de las más lastimadas en el continente.
 
Todo ello limita significativamente el desarrollo integral de su población que de hecho, en significativas regiones, en los últimos días han emprendido actividades de protestas ciudadanas, que apuntan hacia la posibilidad de un sacudimiento gubernamental, todo ello obviamente en reclamo de bienestar, lo que obviamente vuelve a colocar en elevada duda que el socialismo represente la ruta apropiada para los países latinoamericanos, lo mismo nos aconteció al referido sector de mexicanos que en la adolescencia y en parte de nuestra juventud, vitoreábamos los avances de la revolución cubana, para luego retirar nuestros posters de Fidel Castro y del inolvidable Ernesto Che Guevara... Nunca será lo mismo predicar que practicar y, en las Iglesias bastante saben sobre ello.
 

Lo que se lee
 
El reporte de muertos diarios (ayer se informó sobre 89 fallecimiento) originados por los efectos pandémicos, no se podría decir que resulta alentador para los mexicanos, mucho menos cuando todos los días se enlutan incontable número de familias, ante el flagelo mortal que las instituciones de salud no han logrado controlar, lo que obviamente es indicador que el combate a la pandemia, hasta la fecha, nadie la puede considerar como un portento de efectividad y si como una etapa históricamente negativa de los gobiernos del mundo, obviamente (como siempre sucederá) unos más que otros...
 
¿Entre cuáles ubicaría Usted a nuestro país tricolor?... ¿Entre los más exitosos en el combate contra el coronavirus o entre los de mayor deficiencia?... La respuesta está en los hechos, que constituyen una realidad imposible de maquillar: Ayer oficialmente se refería el registro en tierras mexicanas de 235 mil 058 defunciones oficialmente registradas en el transcurrir de la pandemia y, no faltan quienes refieren que los números no se apegan a la realidad... ¿Será?
 

Lo que se ve
 
Claro que resulta saludable “moderar los sueldos” en todas las áreas de la función pública, incluyendo tanto a funcionarios titulares como a su cuerpo de colaboradores, en todas las áreas en donde se considere pertinente.
 
Aquello de que “te sacaste el premio mayor” debe quedar en el pasado, los salarios de funcionarios públicos es correcto que sean decorosos, pero no excesivos, exceso que incluso llega a resultar asombroso cuando las cifras llegan a sobrepasar varios millones de pesos al año, sin referir gastos de representación, comida, desayuno y cena, todo ello ha sido un despilfarro sin freno, por lo que se coincide con el Gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, en reducir la nómina gubernamental, en tanto que son acciones que el colectivo social en lo general reclama.
 

Lo que se oye
 
Es apropiado y notoriamente correcto que ya se piense al interior de la Universidad Veracruzana, como lo propone Darío Fabián Hernández, crear en los marcos de proyectos mutuos entre la Universidad Veracruzana y empresarios o Gobierno, parques industriales en los que, alumnos de ramas especializadas se sumen a la producción, ello constituye un requerimiento de nuestros tiempos, propuesta que no debe quedar en el rincón de las ocurrencias, porque es mejor aprender produciendo, segundo paso después de la capacitación en las aulas universitarias... Propuesta interesante.