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Columnas y artículos de opinión
A salto de mata
Alumnos y maestros «postrados»
Gino Raúl De Gasperín Gasperín
15 de julio de 2021
alcalorpolitico.com
La SEP de la maestra Josefina (la de los descuentos) ha suspendido el examen aplicado a los aspirantes a directivos y supervisores de las escuelas de educación básica de todo el país debido a las irregularidades tanto en su diseño como en sus resultados. La Secretaría justificó esto debido a que «se detectaron comportamientos “atípicos” por parte de los sustentantes que realizaron el examen a través de internet». Estos comportamientos atípicos fueron, por ejemplo, que varios exámenes tenían respuestas iguales, en todo y por todo, o que un mismo maestro contestó varias pruebas con nombres distintos. El comunicado de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM), adscrito a la SEP, dice que: «en el Cuestionario de Habilidades Directivas se identificaron cadenas de respuestas 100% idénticas, es decir, respuestas correctas e incorrectas exactamente iguales entre varios de los participantes, por lo que este instrumento fue cancelado para esos registros». Parejo, para todos. (Infobae.com/america/mexico/2021/07/07).
 
Esto significa, ni más ni menos, que maestros se copiaron entre sí o que algunos, muy posiblemente, se prestaron (¿y cobraron?) a presentar el examen a nombre de otros. Nada nuevo, pues, en el ámbito educativo (y en otros muchos más), en donde el fraude es común. Plagiar, copiar, pagar para que otros hagan la tarea, el trabajo de investigación para aprobar la materia o hasta tesis profesionales son prácticas más que usuales, consuetudinarias, tanto de alumnos como de algunos maestros (y hasta directivos). Que eso tiene que ver con la honestidad, claro que sí. Pero también hay que recordar al egregio (‘egresado del rebaño’, según la etimología) señor Barragán, exsecretario y ahora aprendiz de embajador (y hasta uno de los «aspiracionistas» a presidente) que afirmó rotundamente que los alumnos debían copiar, pues esta es una práctica educativa muy saludable. Así es que no debemos preocuparnos por la deshonestidad y por la corrupción.
 
Pero también está le versión de los maestros. Estos acusaron que «el proceso de selección fue “amañado y punitivo”, ya que se pidieron requisitos como una antigüedad de 59 años (¡¿?!) para poder aspirar a un cargo directivo en alguna escuela de educación básica y tampoco se reconoció a aquellos docentes de pregrado, solo a quienes poseían estudios de maestría o doctorado» y denunciaron «no haber obtenido los puntajes correctos o haber sido cancelados injustificadamente en los factores de experiencia y tiempo de trabajo en zonas marginadas, así como en el cuestionario de habilidades directivas», que era precisamente para esas funciones para lo que se aplicaba la evaluación. 
 

Y otros exigieron «abrir una investigación con legalidad y ética para deslindar responsabilidades, que su nombre se limpie y que además evita (se evite) la exposición en redes sociales y plataformas abiertas, cuando oficialmente no muestra (no se muestran) las pruebas o criterios que los hizo determinar que “copiaron”».
 
Y mientras unos y otros se limpian las manos, los alumnos siguen en plan de picada. Un reporte de Google que cuantifica las consultas de palabras indica que, al iniciarse el registro de los jóvenes de entre 18 y 29 años para aplicarse la vacuna anti covid, en las 12 horas que van entre las 20:48 del 5 de julio y el día 6, las consultas del significado de la palabra «postración» llegaron hasta las cien mil, pues el formato de registro pregunta si el joven estuvo o está «postrado» al solicitar la vacuna, posiblemente para programar su aplicación in situ.
 
Los jóvenes consultantes seguramente piensan que eso de «postración» tiene algo que ver con los postres... Y estos, al menos, consultaron. ¿Qué será de los que simplemente respondieron que sí se zamparon el pastel en la fiesta?
 

Es solo un indicio, un botoncito de muestra de cómo andamos tanto en la SEP como en las escuelas. Una Secretaría que aplica a los maestros pruebas punitivas (¿qué nos recuerda esta palabra con respecto a evaluación de maestros?), que los evalúa con instrumentos y procedimientos erróneos, por no pensar en amañados; directivos escolares que piden a los maestros que le «bajen» a la exigencia en sus clases para evitar que los alumnos emigren, maestros que copian o pagan para que les respondan exámenes, les hagan trabajos, tesis, informes escolares, etc., y alumnos que están, literalmente, postrados...
 
Buen resultado de la «Nueva Escuela Mexicana». Y van tres años.
 
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