5 de agosto de 2021
alcalorpolitico.com
*Eternos distractores
*Terror pandémico
*Denuncian a Fortín
Indudablemente que es correcto y apropiado que en los marcos laborales de la función pública, desaparezcan los salarios y prestaciones excesivas, que se han convertido en una especie de “barril sin fondo”, escenario que se registra desde años atrás en los ámbitos de la función pública, mismos en los que se llegan a rebasar los niveles salariales de los más prestigiados especialistas contratados por el sector empresarial, escenarios que se registran incluso más allá de lo sobradamente suficiente, para ingresar en lo que bien podríamos calificar como indolentemente abundante.
Razón le asiste al gobernador veracruzano Cuitláhuac García Jiménez, al anunciar que sus ingresos nunca serán de niveles escandalosos y que, en el mismo contexto, deberán adecuarse los salarios de los funcionarios públicos veracruzanos, lo que obliga a reflexionar en la posibilidad de hacer valer el criterio, que absolutamente ningún funcionario público en tierras veracruzanas, debe aparecer en el listado nominal con ingresos superiores al que obtiene el Gobernador del Estado.
Obviamente que una medida como la apuntada, originaría un significativo ahorro que bien y de manera oficial, podría ser destinado para el permanente mejoramiento de las instalaciones educativas y de salud pública, utilidad que resultaría significativa, porque serían millones de pesos mensuales, los que la administración pública podría destinar para impulsar más obras y mejorar servicios.
Porque debe quedar claro, que sí son excesivos muchos de los sueldos de funcionarios públicos y no sólo de primer nivel, sino incluso de escalones más abajo, práctica que debe desaparecer y, qué mejor que con su desaparición, se genere una nueva vertiente de inversión pública en beneficio de todos los veracruzanos, urgidos de impulsar a Veracruz hacia niveles de mayor prosperidad, lo que sólo se puede alcanzar reforzando la realización de obras en beneficio de la colectividad, siguiendo el ejemplo de lo que se practica en el Ayuntamiento de Orizaba, ciudad ejemplar que en las últimas dos décadas realmente ha transitado hacia una transformación y, sin siquiera promoverse como tal sino sólo con una agradable expresión: “Sonría: Está Usted en Orizaba”.
Lo que se lee
Debemos los mexicanos habituarnos a que la práctica de la democracia, no consiste en preguntarle al ciudadano si el funcionario público cumple con la Ley, o deja de hacerlo, porque de manera rigurosa e impositiva el servidor público y el ciudadano común y corriente (“ambos dos y todos por igual”) en todo momento y bajo cualquier circunstancia, estamos obligados a respetar las ley y los ordenamientos que de ella emanen, es más, un Presidente de la República, Gobernador, Alcalde, Legislador o funcionario público en lo general, en lo que compete a sus respectivas funciones, se encuentra estrictamente obligado a cumplir con las leyes, al igual que en su caso le compete en responsabilidades al ciudadano común y corriente, apegarse a la legalidad.
La consulta ciudadana realizada para que se aplique la Ley contra funcionarios públicos que, según dicen, realizaron actos al margen de la legalidad, forma parte de los estilos del clásico cirquero, con todo y la maroma como el teatro, escenarios que se habitúan al interior de los ámbitos palaciegos, como hacia el exterior, obviamente por parte de las autoridades, ocurrencias que en parte son útiles para el gobernante, en tanto que constituyen distractores sobre escenarios de mayores impactos negativos, como la tardía compra de medicamentos para la asistencia social de los niños agredidos por el cáncer, o el terrible panorama delictivo que agrede a gran parte del territorio nacional, al tiempo que el desempleo se agudiza y la productividad en lo general sigue estancada o incluso en picada, sin ignorar que la pandemia ha cobrado miles de vidas, muchas de ellas por no disponer de instalaciones y la atención médica apropiada.
Distraer de la mirada ciudadana nuestras agudas deficiencias en materia de fuentes de empleos, productividad, seguridad y salud pública, es una de las tareas primordiales que realizan los asesores gubernamentales, precisamente para diluir el lado negativo de nuestra realidad, acciones que se ejecutan cotidianamente en diversos espacios gubernamentales.
Cierto, tiempos nuevos con novedosos estilos en los escenarios de la función pública, registramos en nuestro país, pero muchos son los mexicanos que tienen claro aquella vieja referencia en la que se indica, que no siempre todo lo nuevo es mejor que en el ayer.
Lo que se ve
Con una tendencia de muertes cotidianas superiores a los 600 fallecimientos, así como niveles de contagios pandémicos no imaginados en los anteriores oleajes contaminantes, México afronta el peor trecho en el renglón de salud pública, escenarios que se registran pese a que la mayoría de los mexicanos con mayores riesgos (por no decir que la totalidad) ya se encuentran vacunados, lo que nos hace estremecer el sólo pensar que tales panoramas pandémicos, se pudieran repetir como resultado de las pretendidas clases presenciales, retorno de alumnos y maestros a las escuelas que, aparte de las características que refieren a los alumnos y maestros sin sana distancia los unos de los otros, dado que los salones de clases regularmente son espacios cerrados y de poca ventilación, así como patios de juego con cientos de chamacos, lo que pudiera convertirse en un lógico foco de contagios, afectando a incalculable número de alumnos y maestros, mismos que trasladarían el virus tanto hacia las calles, como a sus respectivos hogares.
La terrible ola que hoy afrontamos podría ser menor a la que pudiera generarse, como resultado de reactivar en el país las clases presenciales... millones de mexicanos muestran su desacuerdo con tal disposición incluyendo a los propios maestros... pero ya se verá en qué termina la historia sobre el tema.
Lo que se oye
Pareciera que autoridades federales y estatales han detectado “severas irregularidades e incluso daños al erario municipal de Fortín de las Flores” municipio que precisamente en los últimos cuatro años ha reflejado notorios avances urbanísticos, incluyendo servicio de drenaje público en colonias rurales, bastante distantes de la mancha urbana de la ciudad de las flores, obras de elevado costo (que no “lucen” porque no se ven) que los sectores beneficiados agradecen y externan opiniones positivas del Ayuntamiento.
El comentario es obligado porque fortinenses refieren puntos de vista contrarios a los que se anotan en la investigación financiera, ejecutada por autoridades de fiscalización del Gobierno del Estado, señalamientos que originan incertidumbre entre el colectivo social y que, precisamente por los resultados positivos que sectores de fortinenses comentan, bien valdría la pena que se revaloraran las investigaciones sobre el tema, de esa forma opinan diversos núcleos de la población, reflejando su agradecimiento por las obras realizados en su beneficio... Ya se verá en que termina esa historia que apenas inicia.
*Terror pandémico
*Denuncian a Fortín
Indudablemente que es correcto y apropiado que en los marcos laborales de la función pública, desaparezcan los salarios y prestaciones excesivas, que se han convertido en una especie de “barril sin fondo”, escenario que se registra desde años atrás en los ámbitos de la función pública, mismos en los que se llegan a rebasar los niveles salariales de los más prestigiados especialistas contratados por el sector empresarial, escenarios que se registran incluso más allá de lo sobradamente suficiente, para ingresar en lo que bien podríamos calificar como indolentemente abundante.
Razón le asiste al gobernador veracruzano Cuitláhuac García Jiménez, al anunciar que sus ingresos nunca serán de niveles escandalosos y que, en el mismo contexto, deberán adecuarse los salarios de los funcionarios públicos veracruzanos, lo que obliga a reflexionar en la posibilidad de hacer valer el criterio, que absolutamente ningún funcionario público en tierras veracruzanas, debe aparecer en el listado nominal con ingresos superiores al que obtiene el Gobernador del Estado.
Obviamente que una medida como la apuntada, originaría un significativo ahorro que bien y de manera oficial, podría ser destinado para el permanente mejoramiento de las instalaciones educativas y de salud pública, utilidad que resultaría significativa, porque serían millones de pesos mensuales, los que la administración pública podría destinar para impulsar más obras y mejorar servicios.
Porque debe quedar claro, que sí son excesivos muchos de los sueldos de funcionarios públicos y no sólo de primer nivel, sino incluso de escalones más abajo, práctica que debe desaparecer y, qué mejor que con su desaparición, se genere una nueva vertiente de inversión pública en beneficio de todos los veracruzanos, urgidos de impulsar a Veracruz hacia niveles de mayor prosperidad, lo que sólo se puede alcanzar reforzando la realización de obras en beneficio de la colectividad, siguiendo el ejemplo de lo que se practica en el Ayuntamiento de Orizaba, ciudad ejemplar que en las últimas dos décadas realmente ha transitado hacia una transformación y, sin siquiera promoverse como tal sino sólo con una agradable expresión: “Sonría: Está Usted en Orizaba”.
Lo que se lee
Debemos los mexicanos habituarnos a que la práctica de la democracia, no consiste en preguntarle al ciudadano si el funcionario público cumple con la Ley, o deja de hacerlo, porque de manera rigurosa e impositiva el servidor público y el ciudadano común y corriente (“ambos dos y todos por igual”) en todo momento y bajo cualquier circunstancia, estamos obligados a respetar las ley y los ordenamientos que de ella emanen, es más, un Presidente de la República, Gobernador, Alcalde, Legislador o funcionario público en lo general, en lo que compete a sus respectivas funciones, se encuentra estrictamente obligado a cumplir con las leyes, al igual que en su caso le compete en responsabilidades al ciudadano común y corriente, apegarse a la legalidad.
La consulta ciudadana realizada para que se aplique la Ley contra funcionarios públicos que, según dicen, realizaron actos al margen de la legalidad, forma parte de los estilos del clásico cirquero, con todo y la maroma como el teatro, escenarios que se habitúan al interior de los ámbitos palaciegos, como hacia el exterior, obviamente por parte de las autoridades, ocurrencias que en parte son útiles para el gobernante, en tanto que constituyen distractores sobre escenarios de mayores impactos negativos, como la tardía compra de medicamentos para la asistencia social de los niños agredidos por el cáncer, o el terrible panorama delictivo que agrede a gran parte del territorio nacional, al tiempo que el desempleo se agudiza y la productividad en lo general sigue estancada o incluso en picada, sin ignorar que la pandemia ha cobrado miles de vidas, muchas de ellas por no disponer de instalaciones y la atención médica apropiada.
Distraer de la mirada ciudadana nuestras agudas deficiencias en materia de fuentes de empleos, productividad, seguridad y salud pública, es una de las tareas primordiales que realizan los asesores gubernamentales, precisamente para diluir el lado negativo de nuestra realidad, acciones que se ejecutan cotidianamente en diversos espacios gubernamentales.
Cierto, tiempos nuevos con novedosos estilos en los escenarios de la función pública, registramos en nuestro país, pero muchos son los mexicanos que tienen claro aquella vieja referencia en la que se indica, que no siempre todo lo nuevo es mejor que en el ayer.
Lo que se ve
Con una tendencia de muertes cotidianas superiores a los 600 fallecimientos, así como niveles de contagios pandémicos no imaginados en los anteriores oleajes contaminantes, México afronta el peor trecho en el renglón de salud pública, escenarios que se registran pese a que la mayoría de los mexicanos con mayores riesgos (por no decir que la totalidad) ya se encuentran vacunados, lo que nos hace estremecer el sólo pensar que tales panoramas pandémicos, se pudieran repetir como resultado de las pretendidas clases presenciales, retorno de alumnos y maestros a las escuelas que, aparte de las características que refieren a los alumnos y maestros sin sana distancia los unos de los otros, dado que los salones de clases regularmente son espacios cerrados y de poca ventilación, así como patios de juego con cientos de chamacos, lo que pudiera convertirse en un lógico foco de contagios, afectando a incalculable número de alumnos y maestros, mismos que trasladarían el virus tanto hacia las calles, como a sus respectivos hogares.
La terrible ola que hoy afrontamos podría ser menor a la que pudiera generarse, como resultado de reactivar en el país las clases presenciales... millones de mexicanos muestran su desacuerdo con tal disposición incluyendo a los propios maestros... pero ya se verá en qué termina la historia sobre el tema.
Lo que se oye
Pareciera que autoridades federales y estatales han detectado “severas irregularidades e incluso daños al erario municipal de Fortín de las Flores” municipio que precisamente en los últimos cuatro años ha reflejado notorios avances urbanísticos, incluyendo servicio de drenaje público en colonias rurales, bastante distantes de la mancha urbana de la ciudad de las flores, obras de elevado costo (que no “lucen” porque no se ven) que los sectores beneficiados agradecen y externan opiniones positivas del Ayuntamiento.
El comentario es obligado porque fortinenses refieren puntos de vista contrarios a los que se anotan en la investigación financiera, ejecutada por autoridades de fiscalización del Gobierno del Estado, señalamientos que originan incertidumbre entre el colectivo social y que, precisamente por los resultados positivos que sectores de fortinenses comentan, bien valdría la pena que se revaloraran las investigaciones sobre el tema, de esa forma opinan diversos núcleos de la población, reflejando su agradecimiento por las obras realizados en su beneficio... Ya se verá en que termina esa historia que apenas inicia.