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Columnas y artículos de opinión
El país no requiere una transformación, requiere una reconstrucción
Luciano Blanco González
10 de septiembre de 2021
alcalorpolitico.com
Es increíble que en tiempos tan difíciles como los actuales estemos entretenidos en asuntos tan inútiles como la supuesta consulta de revocación de mandato, en prohibir el uso de animales para hacer pruebas para el uso de cosméticos o especulando tonterías políticas como la de los aspirantes a suceder en la presidencia de la republica a nuestro incuestionable presidente, en estos tiempos de millones de enfermos por Covid y centenas de muertos víctimas de la pandemia.
 
Que si fueron los tornillos la causa del descarrilamiento de la línea 12 del metro en la Ciudad de México y que si es necesario o no buscar responsables porque todas las familias de los muertos han sido indemnizadas y los heridos ya se curaron, que quienes sufren incomodidades para transportarse a sus centros de trabajo ya encontraron el modo de resolverlo por la falta de este servicio, pero seguimos especulando si la culpa fue de Claudia Sheinbaum por no darle mantenimiento o de Marcelo Ebrard por no haberse cerciorado de la calidad de la obra, tonterías, ni Claudia, ni Marcelo serán responsables mientras tengan la protección del todo poderoso.
 
Los necios y los escépticos continúan montados en el macho de que ante las contingencias y ante lo incosteable de la construcción del tren maya deba de suspenderse su construcción. O que la refinería de 2 Bocas no resolverá el problema de la autosuficiencia energética y que además resultará anacrónica porque para cuando se termine de construir la gasolina será desplazada por otro tipo de combustible.
 

En verdad que es preocupante la realidad mexicana y es desesperante el enfoque que nuestros políticos le están dando a la posible solución de ellos, por favor dejen andar el tren, no lo van a parar, volteen a ver la triste realidad que está viviendo el pueblo, ayuden al presidente, a los gobernadores y a los presidentes municipales a tratar de resolverlos.
 
Es el momento en que los diputados y senadores del partido que sean sientan seriamente el compromiso social de coadyuvar por el bienestar y en los próximos días en que se discutirá la aprobación del presupuesto de egresos y de ingresos de la federación actúen y se comporten con patriotismo, es cierto que tienen el compromiso de coadyuvar a que no se cometan errores ni en su diseño, ni en su aplicación, pero es momento de abandonar radicalismos estériles con el único fin de demostrar fuerza.
 
El pueblo está desesperado, miles de familias en Veracruz, Hidalgo, Michoacán, Sinaloa, Jalisco y varios estados más no tienen techo, no tienen cobijas, no tienen ropa, carecen de muebles y de lo más elemental, sólo tienen un rayo de esperanza cuando llegan los soldados a ayudarles a quitar el lodo y a limpiar, cuando les reparten comida caliente o los rescatan de los lugares en donde se encuentran aislados y en peligro.
 

En Veracruz, vivimos la esperanza de que pronto llegará el apoyo, sabemos que el gobernador, Cuitláhuac García Jiménez, con gran compromiso ha estado insistiendo ante el Presidente para que a los veracruzanos se les de todo el apoyo para que recuperen lo perdido y que el Presidente ha dado indicaciones a sus operadores para que actúen ya, habiendo superado en este momento el censo de afectados a quienes llegarán los apoyos directamente y en cantidad suficiente.
 
Ojalá y el Gobernador los apure, porque la burocracia federal parece indolente, tullida en la hamaca y atentos solamente a la quincena, causando enojo y desesperación a los damnificados que sufren el viacrucis causado por el huracán Grace.
 
Otro motivo por el que la gente también está irritada con el trato de golpes, jaloneos e insultos que las autoridades mexicanas le están propinando a nuestros hermanos migrantes provenientes de Centro América y de todo el mundo que se atreven, obligados por la necesidad y huyendo de los malos gobiernos de su origen, para refugiarse en los Estados Unidos, en donde esperan encontrar un futuro mejor y cumplir sus sueños, que nosotros sin ningún escrúpulo truncamos mediante un trato salvaje, no importando que sean mujeres, niños y familias enteras, apresándolos, obligándolos a vivir hacinados en la intemperie, algunos enfermos, con hambre pero decididos a correr cualquier riesgo con tal de lograr su nómada ideal.
 

No convence la explicación protectora y paternalista que da el Presidente, cuando dice que se les detiene para evitar que sean golpeados o extorsionados por la delincuencia organizada, durante su recorrido hacia el norte, esa es sólo una justificación, no, lo cierto es que con el personal de migración y la Guardia Nacional construimos un vergonzoso muro policiaco para cumplir un desconocido compromiso que tenemos signados con los norteamericanos, de los que afortunadamente no dependemos y nadie cree que la detención de esta pobre gente sea por humanidad.
 
Nosotros los mexicanos no somos así, somos hospitalarios, nos gusta ofrecer nuestra casa, nos gusta ser hospitalarios y no entendemos por qué el gobierno hace nuestro un problema que no lo es y del que no sabemos cómo vamos a salir, este es un problema que no vamos a resolver, la migración no para, los gobiernos del sur la alientan porque también quieren más divisas, también quieren que sus paisanos envíen dólares a sus países.
 
Desgraciados es lo menos que decimos enardecidos cuando vemos el trato indignante e inhumano que la patrulla fronteriza o los sheriff de los condados le dan a los mexicanos cuando los detienen en violentas redadas, y quisiéramos que nuestro gobierno utilizara la diplomacia para suavizar ese trato cavernario, queriendo tenerlos enfrente para descargar nuestro coraje y corresponderles con sus connacionales, por eso el chocolate que les están dando a los vecinos, nos sabe muy amargo.
 

La gente pobre y la clase media empobrecida se está muriendo no tan sólo por el Covid, sino por falta de medicamentos en los hospitales públicos, que si bien les va, les atienden y les dan la receta para que la compren con sus propios recursos y para conseguirlas se inicia un verdadero martirio, su farmacia de confianza no tiene la medicina, solo la surte sobre pedido a un precio elevadísimo, no pida factura porque si lo hace, inmediatamente si ya tiene la medicina se la arrebatan, tampoco la puede pagar con tarjeta, el pago debe de ser en riguroso efectivo, lo que revela una especulación descontrolada.
 
La crisis también del sector salud requiere de una acción coordinada entre las autoridades de salud y de las autoridades de comercio, que no se les ve ni se les siente en este sector, es cierto no hay personal debido a que se recortaron las plazas para ahorrar, pero ello nos deja a merced de los malos comerciantes que están lucrando impunemente con el dolor humano, sin que nadie los moleste.
 
Son tan graves los problemas de desatención a los damnificados, a los migrantes, a los enfermos, que puede concluirse que a México en este momento no necesita una transformación, sino que hay que reconstruirlo materialmente, no requiere del maquillaje discursista que por encima esconde la verdad, la cirugía debe de aplicarse a fondo, una repelladita nos volvería más vulnerables.
 

La transformación es moral, ésta camina a paso acelerado, por lo que nos dice el Presidente esta es cosa del pasado, el Presidente se encarga cada día de enterrarla aventándole todo el estiércol posible para que nunca más vuelva a hacerse presente en la administración pública,
 
Pero habría que concluir, que no es suficiente la honestidad y la transparencia para hacer un buen gobierno, es necesario para ello cumplir con los deberes que la ley y la sociedad le encomiendan al gobernante, en una sociedad como la nuestra formada en una cultura histórica que emana de una revolución social, estos deberes arrancan con la igualdad, todos somos iguales ante el gobierno, hombres y mujeres, pobres y ricos, ignorantes y sabios y merecemos respeto y valga la redundancia un trato igualitario en democracia y en justicia, cumplir con la ley es aplicarla para brindar seguridad social y seguridad pública, educación, salud y los servicios indispensables para cultivar las potencialidades como seres humanos.
 
Por eso es de creerse cuando vemos aunque sea por encima el presupuesto de ingresos y egresos antier presentado ante la Cámara de Diputados, que México va a crecer y va a retomar su camino de crecimiento económico y de desarrollo social pues éste, si bien es cierto que privilegia la partida de Bienestar, también dedica una buena parte del presupuesto a la infraestructura del país que invertirá en carreteras, en hospitales, escuelas, caminos, sistemas de agua potable y atención especial en salud, en hora buena. Por el bien de la causa.