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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Realidad pandémica
Alfredo Ríos Hernández
27 de septiembre de 2021
alcalorpolitico.com
*Polémica donación cordobesa
*Por iniciar cuenta regresiva
*Un tormentoso octubre
 
Claro debería registrarse en el colectivo social de México y el mundo, que los problemas calificados por sus propias dimensiones de riesgos globales, incuestionablemente deben de ser afrontados con la suma de voluntades, precisamente a nivel global... Sobre el tema se hace referencia desde tiempos muy remotos, como lo fue el poderío sobrecogedor e invasor del imperio romano, cuya ventaja primordial consistía en que los países doblegados por las huestes imperiales, “no sumaban” empeños entre ellos, lo que juntos y desde diversos flancos, les podría permitir conformar una más sólida fuerza que disminuyera la desigualdad militar, abriendo posibilidades de triunfo para repeler al tirano invasor.
 

Incluso en los espacios del comportamiento humano en el marco social, bien se podría sostener que el individualismo constituye un freno para el desarrollo integral, puesto que debilita el beneficio colectivo en el contexto social del que se forma parte, lo que se podría calificar (de alguna forma) como una práctica que daña a la colectividad, al tiempo de convertirse en una especie de “autoagresión” hacia nuestros propios entornos.
 
La pandemia que hoy afrontamos resultaría de menores índices de mortandad y desgaste financiero, si desde el inicio hubiese privado real solidaridad y comprensión, tanto de los “de arriba” hacia los de abajo, como de “los de abajo” hacia arriba, porque retos de tales dimensiones no pueden librarse con apropiada prontitud, si entre todos los círculos sociales e incluso entre países, existen criterios y comportamientos gubernamentales diferentes, precisamente frente a los mismos escenarios que nos agreden a todos por igual.
 
Es obvio que para alcanzar tales niveles de conveniente “civilidad solidaria”, en primer término se requiere de estructuras gubernamentales que, por su atinada conducta y abiertos senderos hacia la búsqueda de la unidad (tanto en lo institucional como en lo sectorial) metas que se deben cimentan evitando fricciones y sumando voluntades al igual que acuerdos, práctica que se debe ejecutar entre todos los núcleos sociales, e incluso entre países, pero con singular atención, con aquellas naciones que resultan de significativa importancia para lograr avances y evitar derrumbes, como es el tema entre México, Estados Unidos y Canadá.
 

Y refiero a los tres países, porque ellos constituyen parte claramente fundamental para el bienestar de incontable cifra de familias mexicanas, escenario que se confirma con el arribo de recursos financieros provenientes de Norteamérica hacia millones de mexicanos, agregando a ello los inevitables lazos entre los tres países con diversos intereses comunes, mismos que privan en dicha región de Norteamérica en espacios tanto gubernamentales como empresariales, al igual que entre núcleos de la población.
 
Está claro (y es irremediable) que nuestro transitar actualmente se distingue por la identificación (nadie lo debe ignorar) que vivimos en nuestras tierras, referencias de transformación pero en los marcos de un mundo globalizado, tanto en lo económico como en lo social, recordándonos el virus de la pandemia que también lo estamos en el complejo renglón referente a la salud de la población, referencia que hoy nos deja constancia que muchos son los males que no tienen fronteras, temas sobre los cuales, tampoco deberían existir fronteras para llegar con facilidad hacia el pacto de compromisos comunes acordados con especial interés entre México, Estados Unidos y Canadá, sumando empeños entre pueblos y gobiernos hacia objetivos realistas de bienestar.
 
Siempre habrá de ser mejor sostener políticas de diálogo y acuerdos entre vecinos (nada distantes) que mantenernos en los criterios de “la maldita vecindad”... ¿O Usted apreciado lector sostiene otro punto de vista?
 

Lo que se lee
 
Mucho es lo que los cordobeses han difundido mostrando indignado desacuerdo por “la donación” de los espacios que identificamos como “la ex hacienda de San Francisco Toxpan”... edificación de antaño que es considerado como patrimonio municipal, mismo que en los próximos días (por acuerdo del Cabildo) habrá de formalizarse su control y posesión al Gobierno del Estado... Las redes de información se han inundado de protestas y obviamente reprueban públicamente la determinación de la alcaldesa de la ciudad de los caballeros, así como de la mayoría del cuerpo edilicio, acción que ha irritado a la misma colectividad que en el pasado sufragó multitudinariamente en favor de quien (al final de su administración) decidió entregar un bien municipal al Gobierno del Estado.
 
Entre los hechos y las versiones sobre el tema, se advierte que (de origen) la determinación en referencia no fue consultada con la población, precisamente en estos días en los que están tan de moda las consultas ciudadanas, error de origen que coloca a la ahora ya casi ex-alcalde, como la “villana favorita” de los cordobeses, papel de villanía que, de paso, le convida a los miembros del cuerpo edilicio que se sumaron favoreciendo dicha determinación.
 

El segundo yerro es que, en todo el contexto de la información, no se precisa exactamente “el para qué” es entregado dicho edificio en manos del Gobierno del Estado, cuando es una propiedad cuyo destino debería ser consultado precisamente con integrantes de la población.
 
Ahora bien... Sobre el tema no se debe hacer hacia un lado, el que dicho edificio de manera periódica es abandonado y en otras es nuevamente objeto de las tradicionales “manitas de gato”, lo que ha sido criticado porque deberían ser “no manitas” sino “manotas de tigre”... Sin embargo, ni para recibir hace unos días al Presidente Andrés Manuel López Obrador y destacados invitados (en los marcos de la celebración sobre los “Tratados de Córdoba”) se registró la posibilidad de que dichas ruinas resurgieran con mayor esplendor y lucimiento... sino que imperó la mano de “gato callejero” de siempre.
 
Y un cuestionamiento vigente resulta oportuno:
 

¿De qué y para qué les sirven las ruinas de tal propiedad, a un municipio cuyas autoridades no se han preocupado por mejorarlo y reactivarlo, para convertirlo en real atracción turística?...
 
Mire Usted: Las ruinas del viejo convento a las orillas del río en el centro de Orizaba, han sido objeto de ideas e inversiones e incluso de generación de leyendas, que poco a poco e incluso, con todo y la polémica estatua de Porfirio Díaz a su lado, constituye uno de los reales atractivos que incuestionablemente generan presencia de elevada actividad turística, fundamentalmente cuando se embellecieron los entornos del convento y del caudaloso río, al tiempo de dotarse a la misma área de un espléndido teleférico, con el cual también se aprovecha el estimular paseos en el cerro con excelente vista hacia la ahora bella ciudad de Orizaba.
 
Ahora bien: ¿Qué se ha hecho (que valga la pena) hacia el interior de las ruinas de la Hacienda cordobesa en referencia? y... ¿Qué hemos aportado en sus entornos?... Existen en esa área parques deportivos, espacios de agua y puntos con hermosa vegetación, áreas que en Orizaba han sido aprovechadas para crear activos espacios de distracción, logrando registros de éxitos singulares; por el contrario, en Córdoba se mantiene abandonada la imagen de edificios públicos, escenarios que se advierten en el mismo centro de la ciudad.
 

Viejos espacios orizabeños incluyendo construcciones de antaño, han sido aprovechados turística y comercialmente, mientras que en Córdoba, apenas a 20 minutos de distancia, nada se concreta para beneficiarse de lo que tenemos, pensando en la más importante “joya de la corona” (como lo es el turismo) generadora de ingresos que tienen infinidad de pueblos europeos, e incluso mexicanos, como es el ejemplo muy reciente y cercano de Orizaba.
 
Lo que se ve
 
Grave yerro cometemos en México cuando intentamos referir que en los tiempos actuales, hemos logrado consolidar un país que supera en mucho lo que en el ayer teníamos, calificación que pudiera referir como bueno lo que siempre ha sido reprobable, como el abandono en el ramo de atención hacia niños agredidos por terribles padecimientos (el tema de pequeños con cáncer es un ejemplo irrefutable de ello) a lo que se agregan cifras de actos criminales, que siembran zozobra en todos los ámbitos del conglomerado social, adicionando a ello los declives en productividad y cancelación de obras oficiales en proceso, que serán registradas en la historia en el marco de polémicas y agudas divergencias, porque muchos refieren que mejor hubiera sido continuar, que cancelar para iniciar de cero.
 

Cierto que la pandemia tomó por sorpresa al mundo entero, pero está claro que se debió de actuar con mayor celeridad tanto en los programas de salud, como en lo relativo al mejoramiento de instalaciones hospitalarias y de equipo; así las cosas, cerraremos un tercer año de elevadas discordancias en espacios gubernamentales, lo que por obviedad no favorecerá el estado de ánimo de la colectiva, cuando ya estamos por iniciar el tramo que conforma la cuenta regresiva de la actual Administración Gubernamental.
 
Lo que se oye
 
Incuestionablemente resulta apropiado “pronosticar” que la próxima “Marcha Nacional por la Mujer y la Vida” (convocada por la Iglesia Católica para el próximo 3 de octubre) habrá de ser una manifestación notoriamente multitudinaria con réplicas (sin la menor duda) en todas entidades del país... Iniciaremos un octubre con tiempos de tormentas... Le deseo a Usted un excelente inicio de semana.