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Columnas y artículos de opinión
Trinchera Final
El empuje de Orizaba, a imitar en todo Veracruz
Jenaro del Ángel Amador
12 de octubre de 2021
alcalorpolitico.com
1.- Cuando de políticos se habla, es muy fácil identificarlos por los colores de los partidos que los han postulado para la presidencia municipal de sus respectivos municipios.
 
Pero aquí, sin ver los colores y de paso por una de las ciudades más atractivas de Veracruz [sin playa y sin mar], uno tiene que detenerse a reflexionar: Primero es el pueblo y después el partido de origen, que en dualidad, uno sirve y apoya al otro.
 
Orizaba es un punto de reflexión: En fila ha contado con dos buenos presidentes municipales:
 

Igor Roji López demostró [está por concluir su mandato] que su tarea ha sido cumplida con creces: los habitantes de Orizaba le reconocen su trabajo.
 
Sin embargo, Juan Manuel Díez Francos ha empujado con fuerza y esfuerzo el desarrollo de esa región veracruzana que es vecina de Puebla. Y ha sido grande la pujanza para el despegue, que Juan Manuel va por su tercer período de gobierno, sabido como es que el primero lo ganó apenas con dos semanas de campaña como candidato emergente.
 
El desarrollo de Orizaba acusa bien a sus alcaldes: lo han hecho todo para el bienestar de los orizabeños, y por esfuerzo, no pararán, estamos seguros.
 

Quizá sea el alcalde que más ha trabajado en los últimos años, “...ya que logró hacer que llegaran nuevas inversiones a aquélla ciudad con la creación de plazas comerciales que generaron cientos de nuevos empleos, así como el embellecimiento de la ciudad con un programa amigable que hace que el entorno urbano sea más agradable a la vista...”
 
Pronto, en otra ocasión, me ocuparé de algunos detalles de la cuna del futbol en México y también, de la buena cerveza...
 
2.- Víctor Beltri, riguroso comentarista político, en parte de su análisis de ayer, afirmó: “...El PRI se enfrenta a un momento crucial en su historia, con tres opciones en puerta. En la primera, el repudio total de la presidencia del partido hacia Lozoya —y en consecuencia, a la administración anterior— salvaría su relación actual con el gobierno, pero daría el primer paso no sólo a la desintegración total con la alianza opositora, sino a la pérdida de credibilidad absoluta entre la ciudadanía.
 

En la segunda, un dejar hacer y dejar pasar —como si el problema no les correspondiera, y como en los hechos están operando, con los supuestos foros sobre la contrarreforma energética— les colocaría en una indefinición que favorecería a los intereses de la dirigencia, pero que terminaría por cobrarle facturas al partido en poco tiempo.
 
En el tercero, si se definieran en contra de la impunidad del personaje —y de sus aliados intocables—, pero también lo hicieran en contra de la iniciativa presidencial, sin mayor recaudo, terminarían por rescatar un poco de la credibilidad que han perdido en los últimos años. La pregunta inexorable es sólo una, ¿a qué le tira el PRI?
 
Respuesta: A que sobreviva con dignidad, sin Alejandro Moreno Cárdenas en la presidencia. No se merece menos la militancia, aunque el cínico millonario de Campeche, se ría de la misma...