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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Urge coincidir en rutas
Alfredo Ríos Hernández
20 de octubre de 2021
alcalorpolitico.com
*Ebrard bajo reflector
*Indignación orizabeña
*Política dinos-áurica
 
Hace ya casi una década, la administración pública federal, de común acuerdo con las administraciones estatales, se propuso diseñar programas y estrategias, que resultaran efectivos para la prevención social de la violencia y reducir los índices delincuenciales.
 

Y no fue un intento de características meramente verbales, sino que de las arcas nacionales de inmediato se destinó una cifra superior a los diez mil millones de pesos, dinero que permitiría financiar el inicio del llamado “PRONAPRED” (Programa Nacional de Prevención del Delito) presupuesto que se ejercería en sus primeros tres años, o sea, un periodo que abarcaba parte del 2013 al 2016.
 
Los objetivos de dicha estructura destinada a reducir los índices delincuenciales, se marcaban en su propio proyecto en el que se apuntaba:
 
1.- Incrementar la corresponsabilidad de la ciudadanía y de actores sociales en la prevención social.
 

2.-Reducir la vulnerabilidad ante la violencia y la delincuencia, sobre todo en regiones de atención prioritaria.
 
3.-Generar entornos que favorecieran la convivencia y seguridad de la población.
 
4.-Fortalecer las capacidades institucionales de seguridad ciudadana, en lo gobiernos municipales, estatales y el Federal.
 

5.-Asegurar la coordinación entre las dependencias y entidades de la administración pública federal, con la idea de implementar y desarrollar acciones efectivas sobre prevención social.
 
La propuesta de dicho programa fue el definir acciones y proyectos para disminuir la delincuencia, al tiempo de favorecer la tranquilidad social, no sólo con actividades policiacas de rangos punitivos, sino paralelamente a ello, el aplicar una real política para la reconstrucción del tejido social, o sea, impulsar una visión en materia de seguridad social, con mayores rangos de bienestar hacia sectores económicamente desprotegidos, ámbitos en los que precisamente la ausencia de oportunidades con miras hacia el bienestar familiar, constituyen uno de los factores que otorgan curso hacia actividades fuera de la Ley.
 
La ausencia de la cultura hacia el trabajo.
 

El origen en hogares de familias disfuncionales.
 
La escasez de plazas laborales.
 
La ineficacia en los renglones de seguridad.
 

La inexistencia de real administración de justicia.
 
El distanciamiento familiar de los centros educativos.
 
Constituyen escenarios que obviamente conllevan hacia una sociedad en la cual, la actividad delincuencial se convierte “en aparentemente una cómoda forma de vida”.
 

La ausencia de oportunidades laborales, aparejado a núcleos familiares disfuncionales, a lo que se agrega distanciamiento de la formación educativa, así como cuerpos de seguridad e investigación policiaca ineficientes, al igual que lo escenificado en los marcos para la administración de justicia, constituyen escenarios propicios en los que en la actualidad y en el pasado reciente, surjan células criminales imponiendo por vía de la violencia, una forma de vida caracterizada por la angustia, el temor y obviamente mayores niveles de improductividad.
 
En un núcleo social no existe peor yerro en materia de seguridad, que el registrar reducción e incluso estancamiento en los niveles sobre la generación de empleo, incluyendo en este rubro el que los salarios resulten insuficientes para generar niveles de bienestar aceptables, por lo que los gobiernos del mundo entero, deberían tener claro que todo proyecto de inversión y programa de desarrollo gubernamental o privado, en la medida de las plazas laborales que genere, merece recibir protección y el estímulo posible de otorgar por parte de la administración gubernamental, por el simple hecho que toda fuente laboral origina bienestar.
 
La inseguridad y violencia ineludiblemente origina la contracción de la inversión y de la economía en lo general, mientras que la tranquilidad social estimula la reinversión e impulsa el bienestar de la colectividad, por ello gobierno y sector financiero, así como la población en lo general, deben caminar a la par, de lo contrario el fracaso en los renglones de bienestar integral habrán de ser las lamentables consecuencias.
 

Para el desarrollo integral de los mexicanos, incuestionablemente en la actualidad resulta urgente el reencuentro entre el gobierno y el sector productivo del país, sumando a ellos las aspiraciones del sector laboral, de lo contrario continuaremos hacia la negativa posibilidad de establecer niveles dudosos en materia del desarrollo integral.
 
Lo que se lee
 
Don Marcelo Ebrard tiene toda la razón cuando sostiene que desde el punto de vista operativo y técnico, nada tiene que ver con el accidente recientemente registrado en una de las líneas del metro, porque las obras las realizaron compañías constructoras de indudable reconocimiento en los ámbitos de construcción, proyecto que fue realizado también por ameritados profesionales en el ramo, a más de que “nunca se escatimaron recursos económicos para dicha obra, avalada precisamente por el prestigio y reconocimiento de quienes la construyeron”.
 

En verdad, muchos habrán de ser los mexicanos que coinciden con el actual titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, a quien indudablemente le podría llover “fuego cruzado”, obviamente desde el interior del propio equipo de La Transformación, dado que por el momento sigue figurando como uno de los viables próximos candidatos a la Presidencia de la República, por lo que es factible que los reflectores se pudieran manipular desde el interior del núcleo de poder morenista.
 
Éstas semanas habrán de resultar claramente complejas, para quien es considerado como uno de los brazos ejecutores del que despacha en el Palacio Nacional... ¿Cosas veremos?
 
Lo que se ve
 

Claro que con toda naturalidad Usted podría asegurar que es mentira, pero de que las huestes morenista ya anuncian casi como un hecho consumado, que los tribunales electorales procederán a la anulación de las elecciones para alcalde en Orizaba, argumentando que el hoy el Presidente Municipal Electo, Juan Manuel Diez Francos, encabezó la aplicación de un fraude electoral para “acreditarse ilegalmente el triunfo” que lo conduzca por tercera ocasión a la silla presidencial, constituye un escenario que en verdad ni inmuta al pueblo orizabeño, porque la mayoría de quienes viven en esas embellecidas tierras de “la vieja Pluviosilla”, confían en que los resultados que dicten autoridades electorales a nivel nacional, ratifiquen puntualmente que Diez Francos obtuvo un triunfo electoral apegado a la legalidad.
 
Lo que en realidad preocupa e incluso origina irritación, es la insistencia en acreditar ilegalidad hacia una proceso electoral que, en su primera y segunda instancia, fue dictaminado como correcto y apegado a la leyes, contrario a lo que refieren quienes lo impugnan, escenario que podría originar destellos de irritación social que a nadie beneficiarían, afectando a un municipio que es en los últimos años ejemplo en desarrollo urbanístico y bienestar en lo general, tendencia que debería de continuar y que podría ser truncada ante escenarios como los actuales... Ya se verá.
 
Lo que se oye
 

Y por qué aseguran los “ingeniosos mexicanos” que la manada de dinosaurios políticos en el PRD y en el PRI, creció en tales dimensiones, que incluso invadió de dinosauros a los espacios de Morena...
 
Y obviamente me pregunto: ¿Tendrán pruebas o sólo lo refieren “al puro tanteo”?