icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
Los Petroleros dan revés a la 4ta
Luciano Blanco González
19 de noviembre de 2021
alcalorpolitico.com
El domingo pasado, desde mi vecindario en la ciudad de Poza Rica, ya por la tarde, en la hora en que se antoja degustar un aromático y ya es obligatoria la taza del café, me llamó la atención lo que creí que era el ruido de un vistoso papaqui amenizado con globos, pancartas, bocinazos estridentes y la voz de un animador, que muy entusiasta invitaba a enterarse del motivo, que no era otra cosa más que la campaña política de una planilla de trabajadores petroleros de la Sección 30 de ese sindicato.
 
Apenas terminado el primer desfile, a los pocos minutos irrumpió otra caravana también numerosa y no menos entusiasta que promocionaba otra planilla para el mismo puesto, ello me hizo reflexionar sobre los nuevos tiempos que están soplando en el movimiento obrero, alentados desde el poder público con la intención de democratizarlo y a la vez sacudir las viejas estructuras del corporativismo político, base y sustento de los partidos en cuyas organizaciones se mantuvieron fuertes y, por muchos años, diversos líderes en el poder, utilizando el voto obrero como escalón y como moneda de negociación para obtener sus posiciones.
 
Así emergieron de aquellas férreas estructuras de control, senadores, diputados, gobernadores, presidentes municipales, síndicos y regidores de todo el país, siendo ellos una poderosa punta de lanza para motivar las grandes decisiones en todos los niveles, opinando e imponiendo candidatos en nichos previamente acordados de manera inamovible en sus cotos de poder, llegando por su fuerza a ser uno de los pilares del partido mayoritario del pasado, al que identificamos como el sector obrero.
 

Luego me enteré que por la dirección política de la sección 30, para las elecciones que se celebraron el día 16 en esta ciudad, participaron no uno o máximo 2 como era tradicional sino 6, incluyendo al oficial que finalmente se impuso a los otros 5, que unidos por los mismos ideales los dividió el interés, les ganó el individualismo y la egoísta actitud de convertirse en grupo dominante, situación que ese mismo día se repitió en todas las secciones petroleras del país.
 
Pero la participación masiva y abierta me llevó a considerar que como sea, ahora existen más libertades y, por lo mismo, más participación que tarde o temprano lograrán el objetivo de triunfar, porque en esas marchas era notorio el valor y el entusiasmo de todos los trabajadores presentes, que mostraban el rostro sin temor a represalias, como el ser enviados a ciudades remotas, a que se le negaran o regatearan las prestaciones de vacaciones, de casa, de préstamos, etc. Se exponían a que a sus recomendados no se les diera trabajo como transitorios, a no atender a sus recomendados no dándoles trabajo o a que les pusieran la detestada bola negra en el sindicato, parece ser que ahora hay más garantías.
 
Qué tiempos aquellos en que Heriberto Kehoe, (el güero), en su lucha en contra de las imposiciones del Vivanquismo representado por Samuel Terrazas Zozaya, desarrolló una lucha silenciosa. Recuerdo que sus simpatizantes celebraban reuniones clandestinas de organización allá en La Estación, La Uno de Puebla o en la Mesa de Metlaltoyuca, en donde tomaban acuerdos y animaban a la lucha, que secretamente promovían en todos los departamentos. El Güero, un hombre finísimo de ascendencia irlandesa, poseía una personalidad carismática, era invitado por sus aliados a las fiestas de sus quinceañeras, a las bodas de sus hijos y de los conocidos, en donde pronunciaba discursos sencillos y emotivos que quedaban, al igual que su imagen, grabados en la mente de los comensales, iba a los velorios y alguna vez hasta a las piñatas, así sembró su imagen que con el tiempo se convirtió en legendaria, era un gusto y un honor estrechar sus manos y oír sus palabras optimistas siempre de aliento, “Lo bueno debe ocurrir” decía.
 

Más tarde me enteré que los disidentes forman parte de La Coalición Nacional de Trabajadores Petroleros Democráticos, en cuyo seno militan los líderes históricos de la disidencia que se encuentra en todas las secciones y que quieren y desean un cambio acorde con la postura del Presidente de la Republica, Andrés Manuel López Obrador, cuya idea lo ha llevado a emprender una serie de reformas a la ley Federal del Trabajo y a las que al parecer el Sindicato cumple, pero como es juez y parte al arrogarse legalmente la facultad para expedir la convocatoria, nombrar a la comisión electoral que organiza y vigila el desarrollo del proceso, maneja el padrón de socios, lo que evidentemente le permite el contrato colectivo y consecuentemente la voluntad de los trabajadores.
 
No es ese el sentido que quería darle el Presidente a la reforma, el fin es transparentar la democracia sindical para procurarles mayor justicia y bienestar mediante la participación libre, directa y secreta, construyendo órganos de fiscalización imparciales que garanticen la equidad en la contienda.
 
Pero ahora corresponde a los trabajadores, hacer lo propio y no permanecer en la pasividad y el conformismo, la mesa está suculentamente servida, la autoridad laboral ahora tiene la suprema carga de vigilar que en cada elección se cumplan estrictamente los principios que rigen la nueva justicia para los trabajadores.
 

Llamó la atención que aquellos contingentes que vimos desfilar en las caravanas, también portaban pancartas de apoyo y simpatía para Don César Pecero Lozano, un trabajador petrolero que surge de las bases y a fuerza de sembrar la democracia en su sección 48 de Villahermosa, Tabasco. En donde llega a ocupar la secretaría general.
 
De este líder aspirante a la secretaria general nacional del sindicato petrolero, sorprende su lenguaje cordial pero combativo, sin gritos, ni manoteos, con un lenguaje claro y propositivo, que alardea con orgullo el ser trabajador petrolero, de manera cordial invita a sus compañeros a unirse, a formarse en un frente común en contra de la corrupción.
 
A diferencia de los demás aspirantes al mismo puesto, no espera que los trabajadores vayan a rendirle tributo a lujosas oficinas en la ciudad de México; ha recorrido sección por sección, pidiendo la unidad, César, aunque su plataforma política la tiene en Tabasco, creció en Poza Rica y nació en el vecino estado de Tamaulipas.
 

Las elecciones para ese puesto suceden después de un periodo de transición en el que han transcurrido más de dos años que asumió la secretaría general el señor Manuel Limón tras la renuncia de Carlos Romero Deschamps, este proceso inédito tendrá características especiales, pues se realizarán bajo la estricta coordinación y vigilancia de la Secretaría de Trabajo que desplegará por el territorio nacional un gran número de funcionarios que vigilarán todo el desarrollo del proceso en el que participarán los más de 80,000 trabajadores de la empresa petrolera.
 
Por primera vez el voto será electrónico, los trabajadores durante un periodo previo se registrarán aportando los requisitos de identidad que se validarán para, una vez hecho esto, emitir su voto por esa vía el día de la elección que está programada para celebrase el 31de enero del 2022.
 
El voto será personal, libre, directo y secreto, mediante la votación electrónica, el cual, según la secretaria de Trabajo, Luisa María Alcalde, “con ello se puede garantizar que de manera pacífica y libre puedan participar todas y todos los trabajadores ese día de la elección”
 

El proceso arrancará con la publicación de la convocatoria, programado para el 6 de diciembre, de ahí hay un período de 10 días para que se registren los votantes.
 
Para enero, los candidatos elegibles -que son todos los trabajadores activos con una antigüedad de más de 10 años en Pemex- tendrán dos días para inscribirse y otros 10 para hacer campaña hasta la jornada electoral.
 
Según la Secretaría del Trabajo, 400 funcionarios de la Secretaría monitorearán el proceso para garantizar que se cumple “con todos los principios democráticos establecidos en la ley”.
 

Esta es una gran experiencia para todo el pueblo de México, que si los resultados son aceptables, será un método que se multiplicará en nuestras elecciones por transparente y entre otras cosas por cómodo, imaginemos aquellos que no pueden asistir a las urnas, formarse y emitir su voto por ejemplo los ancianos, los enfermos, los discapacitados, los migrantes, los que prefieren hacer turismo el día de la elección, los migrantes, los detenidos por faltas administrativas, los detenidos sin sentencia que también son mexicanos y están en plenitud de sus derechos cívicos y políticos.
 
Finalmente son buenos para México estos procesos democráticos, que fortalecen la convivencia pacífica en medio de todas las contradicciones, este ejercicio en que chocarán los líderes del viejo régimen, con toda una estela de servicio y de prestaciones detrás de ellos que los fortalece y les da vitalidad, no hay duda que presentarán candidato único para enfrentar el vendaval que viene barriendo y derrumbando todo lo establecido supuestamente rebosante de corrupción, a la que pretenden desterrar y enfocar el futuro de los trabajadores por sendas de la superación personal, como es el de hacer de cualquier obrero un técnico eficiente al que no lo desee procurarle a él y a su familia, satisfactores placenteros en el recreo y la cultura a la que tienen derecho después de las agotadoras jornadas de trabajo, que a veces se prolongan hasta por 24 horas a la intemperie y como premio a su disciplina laboral, pero para ello es necesario que no diluyan sus fuerzas, dispersando el voto y compitiendo entre ellos mismos, lo que los conducirá irremediablemente a un lamentable fracaso y con ello una dolorosa derrota a la línea ideológica y de principios de la cuarta transformación de la que el mejor representante es el pozarricense César Pecero Lozano.