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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Quebranto pandémico
Alfredo Ríos Hernández
29 de noviembre de 2021
alcalorpolitico.com
*El monstruo transformado
*Gastos de representación
*El devaluado salario
 
Es una realidad irrefutable que debe tenerse clara, la pandemia y sus efectos colaterales han originado (en significativa medida) notorios problemas económicos, dañando primordialmente (como siempre acontece) de manera significativa a la clase trabajadora, porque muchas plazas laborales fueron suprimidas, al tiempo que la actividad turística y comercial en lo general refería severos impactos que obviamente originaron mayores daños entre la mediana y pequeña empresa.
 

Nadie puede sostener con plena firmeza “y los ases” en la mano, que en México la pandemia y sus secuelas socioeconómicas, han sido afrontadas con referencias exitosas... Dos años de quebrantos y, sobre todo, de agonía y pérdida de vidas, apuntan sobre una historia ensombrecida por el luto y la angustia, a lo que se agrega lo perdido en el nivel de ingresos, sin que no quiera decir que algunos empresarios (chicos, medianos y destacados) “hicieron su agosto”, escenarios que no son extraños en la historia de la humanidad, que fatalmente siempre se ha caracterizado en todo descontrol financiero, precisamente por los pocos que ganan y los muchos que pierden.
 
Pero pese a los significativo de las pérdidas monetarias, siempre existen quienes de la tragedia hacen su agosto, como es el caso actual sobre el cual se podrían referir a los sectores farmacéuticos y de laboratorios de análisis clínicos, paralelamente a los sanatorios particulares, mismos que en un gran número (no todos pueden ser medidos con la misma cinta métrica) registran ingresos inimaginables, con referencias multimillonarias por su eficacia en la atención a enfermos de Covid-19.
 
Y es que el colectivo social registra mayor confianza en sistemas de atención médica particular, que en muchos de los centros de asistencia médica dependientes del gobierno, sin ignorar que existen excepciones, porque en lo que se relaciona a médicos y personal de asistencia competentes, también existen en los niveles de asistencia pública, pero muchos son los mexicanos (incluso de referencias humildes) que no confían en los inventarios de medicamentos y equipos técnicos de asistencia, de los que recurrentemente carecen en hospitales públicos mexicanos.
 

Por otra parte, también es innegable que los precios tanto de alimentos, como de medicamentos, han registrado incrementos repetitivos en el transitar de los dos años que llevamos afrontando los escenarios pandémicos, disparos en el precio cuando en contraposición son los sectores laborales castigados por la suspensión de plazas laborales, mismas que surgieron conforme se incrementaba la pandemia, tanto en empresas grandes como en las de mediano nivel, renglón elevadamente negativo que de alguna forma se ha intentado ocultar en espacios gubernamentales, pero que nada es posible ocultar cuando acontece a la luz del sol, escenarios a los que se debe agregar que también ha crecido el bajo poder adquisitivo de los sectores laborales, dos referencias que se conjugan y que por más que se quieran maquillar, “ahí están”... Como lo está “la puerta de Alcalá”.
 
Hoy como siempre y al igual que al eterno estilo gubernamental mexicano, se nos informa que económicamente “estamos en plena recuperación” y que en lugar de registrar decrecimientos, alcanzamos cifras significativas en crecimiento, mientras el pueblo en lo general se queja de lo contrario y... preocupación se advierte en las evaluaciones de diversos y calificados analistas, que como siempre, dejan en abierto las dos caras de la moneda.
 
Lo que se lee
 

Aseguran especialistas que la última variante (ya van 13) en los actuales marcos pandémicos que ha sembrado muerte en el mundo entero, ya se encuentra no sólo en países del sur de África, sino que también se detectan sus efectos mortíferos en algunos países de Europa, por lo que resulta esencial que en todos los pueblos del mundo, se tomen las medidas necesarias, sobre todo porque la agresividad de ésta variedad de COVID, identificada como “Ómicron”, se refleja con efectos mayormente letales al tiempo que resulta más complicado el eliminarla del organismo.
 
La voz de alerta debe ser claramente entendida en nuestro país, aplicando desde estos mismos momentos las medidas precautorias necesarias, evitando con ello, primero la contaminación del monstruo transformado, al tiempo de proceder al reequipamiento necesario hacia centros médicos para que, en caso de presentarse una emergencia mayor a la que actualmente afrontamos, se disponga de equipos, asistencia médica y medicamentos necesarios para evitar una mayor mortandad.
 
Ante las declaraciones oficiales sobre el tema en tierras veracruzanas, más vale adelantar vísperas en materia de preparación médica especializada y no simplemente referir que no se debe de generar pánico sobre la nueva amenaza, porque simplemente el riesgo de su arribo a tierras mexicanas podría acontecer en cualquier momento.
 

Lo que se ve
 
Se supone que así debería de ser no en México, sino en el mundo entero, en lo referente a que ningún servidor público en tierras veracruzanas debe ganar cifra superior a la que gana salarialmente el Gobernador de Veracruz, como lo mismo debe suceder en lo referente a las administraciones municipales, en las que ningún funcionario municipal debe recibir ingresos superiores a los que registra el Presidente Municipal.
 
Claro que en otro sesgo del tema se podría argumentar, que los altos ejecutivos tienen manga ancha tanto en gastos de representación (como pudieran ser las giras) al igual que en gastos que se registren en sus entornos, en sus respectivos despachos, sin embargo, la determinación es correcta por parte del Gobierno del Estado y, por lo mismo, se confía en que los nuevos escenarios representen ahorros que permitan mejorar los niveles de la Hacienda Pública.
 

Ya se sabrá en qué termina la historia.
 
Lo que se oye
 
Difícil (para no referir que resulta “imposible”) es que los incrementos al salario de los trabajadores en tierras mexicanas, refieran una solución para incrementar el poder adquisitivo de los trabajadores, en tanto que por aquí le incrementan 20 pesos, ni tardos ni perezosos en lo referente al comercio, también se le aumenta igual o más porcentaje a los precios de productos básicos y, un poco más a los no considerados como tales.
 

Eterno escenario en el que las autoridades del ramo no proceden y, cuando lo hacen, no faltan quienes lo practiquen para obtener dividendos personales... Pero ya veremos el panorama.