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Columnas y artículos de opinión
A salto de mata
Merlí y la filosofía
Gino Raúl De Gasperín Gasperín
16 de diciembre de 2021
alcalorpolitico.com
Ha sido una noticia muy desagradable. Cayó desde la más alta autoridad educativa de España. Se está elaborando un nuevo currículo para los alumnos de bachillerato y, entre las increíbles ocurrencias de esas autoridades de bolsillo está la de suprimir, si no del todo, por lo menos tasajear una de las asignaturas formativas más importantes para los jóvenes: la filosofía.
 
Este atropello se da en momentos en que la mayoría de los educadores están conscientes de la necesidad de esta asignatura como parte esencial de un currículo escolar, más aún, de la formación básica de cualquier persona.
 
Uno de los periodistas que ha gritado fuerte en contra de esta barbarie ha sido Javier Morales, quien ha hecho un llamado a evitarla: «Las preguntas que nos hacemos los humanos hoy son las mismas que ya se hicieron los clásicos (no solo en Grecia y Roma, también en la fructífera tradición oriental) y muchas de las respuestas ya nos las dieron ellos. Cómo entender la necesidad imperiosa de un decrecimiento frugal, por ejemplo, sin saber quién era Epicuro. Cómo saber qué es la realidad si no conocemos el mito de la caverna de Platón. Es imposible pensar en la ética o en la crítica literaria (en tantas cosas en realidad) sin Aristóteles. ¿Ser historiador o periodista sin Heródoto?... Nunca he creído en esa limitación dolorosa de separar el aprendizaje entre letras y ciencias porque estoy convencido de que en el instituto uno debería salir con un saber global. Para entender el mundo de hoy es tan importante haber leído La divina comedia como conocer las leyes de la termodinámica» (https://elasombrario.publico.es).
 

Recientemente se puso de moda una serie televisiva un tanto desconcertante: «Merlí, Sapere aude». En la primera temporada, un grupo de estudiantes (con Pol Rubio, su protagonista) deciden inscribirse en la carrera de filosofía, en la Universidad de Barcelona. Esto suena muy raro, porque estudiar filosofía, para la mayoría de los padres de familia (y para muchos más) es morirse de hambre o terminar pintando paredes.
 
La primera sorpresa de estos jóvenes es su maestra de Lógica. Aunque su carácter no la hace ciertamente atractiva y sus conflictos personales la arrastran por la vida, su forma de «enseñar» es muy original, si original se puede llamar el método socrático de la Mayéutica. Cuestiona, pregunta, indaga, idea opciones, reta, enfrenta ideas, motiva a la discusión; induce a analizar, criticar, discutir, proponer alternativas, situarse en el lugar del otro, no tener miedo a las ideas, fomentar y respetar la libertad de pensamiento y de expresión, no quedarse en respuestas hechas sino meterse de lleno a las grandes cuestiones que han preocupado y preocupan a la humanidad, aunque sean una mínima parte los que son conscientes de ello.
 
Este método, por supuesto, crea polémica. No es de los maestros que se contentan con que el alumno repita como loro lo que está ya escrito en los libros. «No vengas a vomitar lo que comiste en los libros», nos retaba un maestro de filosofía. La maestra, en la película, exige que haya discernimiento, que se activen las neuronas, que se cuestione, se debata, que nada se imponga por razón de la fuerza sino por fuerza de la razón, sabiendo que la razón no le corresponde por derecho a quien tiene el poder, sino que el poder lo debe tener quien tiene la razón.
 

Volviendo al planteamiento del escritor Javier Morales, interesantes son los comentarios que hicieron algunos de sus lectores. Copio textualmente (solo pegué por ahí algunas tildes, comas y puntos): La primera, Érika Mercedes Leal Rondón: «Quitar la filosofía de la enseñanza media, es equivalente a convertir a los jóvenes en un receptáculo en el que se deposita información. La reflexión, escuchar el ser interno, crear un pensamiento crítico, estar en una constante dialéctica con el hoy, será anulado. En un futuro, la filosofía quedará en la historia tildada de mitología. Los humanos serán zombis, vivirán biológicamente, pero no existirán... Si esto es quitado de la educación media, las consecuencias serán irreversibles, es el devenir del hoy una realidad distópica que expone la novela 1984 de George Orwell. Es realmente preocupante».
 
Otro lector, Adolfo Guerrero, comenta: «Las materias de filosofía, aun cuando yo estudié Ingenierías, fue fundamental en la vida y también como cimiento sólido para entender las ciencias exactas como las matemáticas, la física, la química, etc. Pero también para la vida de día a día y entender muchas cosas que sin el estudio de la filosofía no comprenderíamos. Nos da una idea clara de cómo el hombre inició sus procesos y aprendizaje de todas las ciencias, que son la base de todo lo que el hombre ha logrado sobre la tierra que habita».
 
Y un tercero, Williams Bortot, un tanto desilusionado: «He decidido retirarme del mundo pues ya el mundo y su gente no me cuadran; en estos momentos es más importante ser exitoso que educado, la filosofía molesta porque los filósofos piensan y los estúpidos solo hablan».
 

Esto es pensar, y solo los necios quieren evitarlo.
 
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