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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Espeluznante inseguridad
Alfredo Ríos Hernández
12 de enero de 2022
alcalorpolitico.com
*Débil poder adquisitivo
*Los Incrementos fiscales
*Refranes transformados
 
El tema de la violencia se podría decir que desde Abel y Caín ya no es nuevo, ni en México ni en otros países del mundo, pero lo que es también una realidad es que no sólo los escenarios violentos persisten, sino que aparejado a ello, en la actualidad los niveles delincuenciales se han expandido prácticamente sobre todo el territorio mexicano, con escenarios dantescos más frecuentes, los cuales forman parte de terroríficos mensajes tanto para otros grupos delictivos, como para los integrantes de los sistemas de seguridad, referencias que de hecho también constituyen advertencias dirigidas hacia los tres niveles de gobierno en el país.
 

Paralelamente a las escalofriantes advertencias, queda de manifiesto que los programas de seguridad municipales, estatales y federales, han resultado hasta la fecha un lamentable y preocupante fracaso, los hechos registrados tanto en tierras veracruzanas como en otros ámbitos del territorio nacional, son el claro reflejo de que los programas para rescatar la tranquilidad de los mexicanos, deben ser objeto de una verdadera transformación diseñada por verdaderos especialistas en la materia, que incluso podría abarcar el abrevar de las experiencias registradas en otros países, en los que priven reales avances en renglones de bienestar y obviamente de seguridad.
 
Hace décadas el propio país vecino de los Estados Unidos, afrontó una etapa negra en materia de seguridad, de tales datos históricos muchos países han aprendido y avanzado en el renglón de tranquilidad social, sin que ello quiera decir que la delincuencia ya no exista, pero lo que ha disminuido de manera notable y por lo mismo citable, son escenarios terroríficos frecuentes, como los que actualmente se están registrando en tierras mexicanas.
 
Notorio es tener presente que la propuesta de “abrazos no balazos” no ha sido efectiva, tres años de fracasos con nuevas prácticas de seguridad no han rendido frutos positivos, incluyendo el intento de practicar la buena voluntad, referencia clara que la inseguridad en México es el resultado no sólo de ausencia de valores, sino también de programas “de buena voluntad” pero ajenos a la realidad, por lo que se hace necesario el adoptar estrategias acordes con lo que se requiere, que permitan realmente rescatar la tranquilidad social.
 

Lo significativo sobre el tema se advierte en los inicios de la presente semana, cuando la noche del lunes en Coatzacoalcos es agredida con bombas caseras tipo “molotov” una sede de la Policía Estatal, arrojando daños en vehículos y llamas en el área del asalto criminal, así como en otros espacios la aparición de escenarios dantescos que acrecientan la angustia e incertidumbre ciudadana.
 
Es urgente frente al quebrantamiento en el renglón de seguridad que realmente se registra en numerosas regiones del país (incluyendo la misma capital de la República) el reconocer que la milicia no ha sido conformada para combatir actividades delictivas, su tarea es la de proteger y siempre resguardar las instituciones y al territorio nacional, no invasores, no ilegales, no atentados contra las estructuras gubernamentales incluyendo los tres niveles de gobierno.
 
Sin cuerpos policiacos honorables, capacitados y especializados, así como con ingresos suficientes y prestaciones amplias y de primer nivel, como son el servicio médico siempre a su disposición, viviendas dignas y horarios laborales apropiados, sin el registro de tales escenarios, nos resultará imposible a los mexicanos retornar a espacios de menor violencia, mayor tranquilidad y positivos niveles de bienestar.
 

Debe tenerse claro en los espacios gubernamentales, que los programas y estrategias para frenar la actividad delincuencial no han resultado exitosos, por lo que se deben cambiar radicalmente los programas y estructuras en ése rubro, con la clara idea de rescatar el orden, la tranquilidad social e incluso la productividad.
 
Lo que se lee
 
Lamentables, sorpresivos y preocupantes, resultan los incrementos a los impuestos autorizados por el Congreso del Estado de Veracruz, sector legislativo que sin discusión ni objeción alguna, aprobó propuestas para cobros en tierras veracruzanas por derechos, mismos que ahora se incrementan en un 22% y hasta un 30.1%, disposiciones fiscales que incluso representan un incremento muy superior (en tres veces) al proceso inflacionario del año pasado.
 

Obviamente tales impuestos castigan el bolsillo de los consumidores, quienes irremediablemente registrarán un impacto en su capacidad de consumo de cuando menos un 20 por ciento, lo que agudizará los niveles de endeudamiento y estancamiento social... Con el transcurrir del tiempo ya se advertirán las consecuencias altamente negativas, si es que se persiste en proseguir con los yerros cometidos en dichos renglones.
 
Lo que se ve
 
Y si no ha quedado Usted más que impactado como resultado de los pasados frentes fríos, ya se pronostica el arribo de una nueva escenografía invernal, que posiblemente en algunas regiones veracruzanas recibiremos en dos o tres más, efectos normales ante la monstruosidad de un cambio climático, que intenta extenderse por el mundo como resultado de nuestra desenfrenada contaminación ambiental, la que nos está conduciendo hacia escenario de fríos extremos, al igual que de calores infernales.
 

Sin embargo, seguimos aferrados (prácticamente ya sin remedio) a la utilización y obviamente explotación económica de contaminantes en todos los sentidos, incluso estimulando su expansión como sucede en México con la industria petrolera, ello aparejado a una deforestación que se ejecuta de frente al colectivo social y obviamente de las autoridades, quienes en lugar de corregir la devastación, otorgan curso a programas que se han pervertido, como ya es reconocido el identificado “sembrando vida” que acelera la deforestación claramente mercantilizada, para luego también recibir dinero por sembrar ramitas o semillas en los marcos de programas oficiales de reforestación.
 
Tales referencias constituyen el claro ejemplo de cuando (incluso con buena voluntad) invertimos dinero bueno al malo.
 
Lo que se oye
 

Diez de las modificaciones que han registrado los refranes populares, como resultado de la invasión pandémicas:
 
1.- Decía mi tío que a puro atarantado le da el virus... Hoy salió positivo y advirtió perplejo: “Cuídense que ya está agarrando parejo”.
 
2.- Más vale viejito encerrado, que pronto enterrado.
 

3.- Es preferible mascarilla en la boca, que toser a la loca.
 
4.- Si la gripe suena, ponte en cuarentena.
 
5.- A papel higiénico regalado, menor gasto ejecutado.
 

6.- En abril, contagios mil.
 
7.- La primavera, la fiebre altera.
 
8.- Aunque la mona se vista de seda, en casa se queda
 

9.- Nadie sabe lo que tiene, hasta que se lo detectan.
 
10.- No es más rico el que más tiene, sino el que menos pandemia contiene.