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Columnas y artículos de opinión
No embarazarán las urnas
Luciano Blanco González
8 de abril de 2022
alcalorpolitico.com
El 10 de abril será un punto de definición histórica, los resultados no los ve ahora, quien no los quiera ver, serán abundantes en las actas que son las que legitiman los resultados de una elección y escasas en las casillas, no en baldé todas las fuerzas políticas del partido en el poder se han sumado apasionadamente a la causa del Presidente López Obrador, por quien vale la pena arriesgarlo todo, ya que el Presidente corresponderá con afecto y con más poder a quienes no le hayan fallado.
 
Llegamos a tan esperada fecha en un momento excesivamente controvertido, en el que ya se respira que la reforma energética ha abortado y que la reforma electoral ni siquiera nacerá. Los votos ya están cantados y no precisamente a favor.
 
Han sido en vano las invitaciones que el Presidente ha hecho a los diputados de la oposición, exhortándolos al voto patriótico, y ha amenazado con que los va a exhibir públicamente como traidores si votan en contra para que el pueblo sepa quiénes son sus adversarios.
 

La iniciativa de la reforma eléctrica la tiene perdida el Presidente y sin embargo la proclama y la defiende, por su causa ha tenido serios enfrentamientos con el gobierno español y con los diplomáticos norteamericanos, de quienes presumió en un principio que lo estaban apoyando para sacar la reforma adelante, pero es indudable que últimamente estos se han radicalizado en sus observaciones y en sus exigencias. Donde el presidente los acusa de estar cabildeando en el Congreso sus intereses.
 
Pero, porque si sabe el presidente que la iniciativa la tiene perdida, que no le va alcanzar la votación para ganar, se ufana, parlotea, presume que será una gran ley que garantiza energía eléctrica para todos, barata, que la energía es de los mexicanos, a la vez que arremete en contra de Iberdrola, la compañía española en la que trabaja Felipe Calderón.
 
El Presidente no va a perder, si es derrotado por el Congreso, será un motivo para justificar el encarecimiento de la energía eléctrica, la inevitable alza de las gasolinas, del diesel y de todos los combustibles, entonces alcanzaremos la mayor inflación y se dirá que todo es por culpa del Congreso que no aprobó la reforma energética, el subsidio a las gasolinas no puede ser eterno, aunque tengamos mucho dinero, nos dirigiríamos hacia la quiebra del estado, nos quedaríamos sin recursos para sueldos, para pensiones y ni para programas sociales.
 

No estará pensando el Presidente en la renacionalización o estatización de la electricidad, o en expropiaciones trasnochadas, cuyo precio económico quizás podamos pagar. Lo que no podríamos resarcir seria el costo político, más que nada sería una provocación en la que no estaríamos de acuerdo, allá que se peleen Ucrania y Rusia y a nosotros que nos dejen dormir tranquilos.
 
A unos desnudará y otros con el sentido de su voto se desnudarán solos, por ejemplo, el partido de las energías limpias, el partido que está en contra de la contaminación ambiental, que cuida perros, gatos y toda especie animal, que se rasgan las vestiduras en contra de la desforestación. El Partido Verde Ecologista le debe una explicación al pueblo de México, respecto de su posición política respecto al Tren Maya y la supuesta devastación selvática y de los recursos naturales que se está practicando en aquella magnífica obra.
 
Yo sí le creo al Presidente en cuanto a que se están cumpliendo todos los requisitos ambientales, pero sería saludable que los aliados dieran la cara, dictando conferencias, realizaran reuniones de trabajo, organizaran foros y explicaran lo que está pasando realmente.
 

México está escandalizado, supuestamente en el escenario que corresponde a la obra del Tren Maya, hay árboles talados, cenotes desaparecidos, monos y jaguares atropellados y pueblos que abrazan la esperanza de un día, ver pasar un tren militar, tripulado por marinos y que nunca hará un alto en sus comunidades, como sucede con las autopistas que ni de chiste pueden usarla los campesinos de las comunidades, pues sus ascensos y descensos a veces son de más de 100 kilómetros. Pueblo nada mas como el chinito, nomás milando.
 
Si los responsables de la coordinación de la consulta en cada municipio, en cada estado no fallan y cumplen con la cuota que se les ha asignado, el resultado será arrollador y como dice un alcalde de acá del norte, vamos a ser muy rigurosos con el conteo de los votos comprometidos, el que cumpla se queda, el que no cumpla se va, esa es la herramienta que me dan a mí para cuando vaya allá arriba lleve las cifras completas y no mochas, porque si no mocho me van a regresar.
 
Veracruz, Estado en el que se ha hecho la mayor promoción, no habrá necesidad de embarazar urnas, basta con salir a la calle y ver en la mayoría de los hogares en las colonias populares, los taxis, las bardas los promocionales para que siga AMLO. A esto sumada la promoción directa casa por casa, los mítines masivos de apoyo, darán un abundante resultado el próximo domingo.
 

Un resultado abundante de participantes dará al señor Presidente la vitamina que está buscando y es posible que rompa con los marcos legales que lo atan, la afirmación de él, en la pasada mañanera de “A mí no me vengan con cuentos de que la ley es la ley” nos quiere decir que está dispuesto a romper con el sistema jurídico, para imponer a como dé lugar todo su proyecto político avalado por los millones de electores que le pedirán que siga.
 
Pero si la diosa fortuna le fuera adversa y la consulta de ratificación fuera mínima, entonces el partido se desfondaría y vendría una etapa muy difícil pues el tigre herido es más peligroso y comenzaría el declive sexenal.
 
Finalmente, hagamos votos porque este ejercicio democrático lleve a los legisladores a un análisis respecto de la duración del periodo presidencial, estas consultas son caras y no llevan a ninguna parte, en cambio pensando en la política Norteamericana los periodos son de 4 años con posibilidades de una reelección, esta si sería una autentica innovación, ya necesaria y urgente en nuestro ambiente democrático.- Por el bien de la causa.