icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
Compromiso de quienes nos gobiernan y para quienes aspiran a gobernarnos
Luciano Blanco González
12 de agosto de 2022
alcalorpolitico.com
En el norte de Veracruz, la sequía continúa flagelando a las poblaciones urbanas y rurales, a pesar de que esta canícula ha sido benévola y generosa con calores que no arrebatan todavía a la vegetación, por el contrario, ésta luce un verdor intenso por los chubascos intermitentes que de vez en cuando alegran a la población y a la naturaleza.

Pero sucede que esas precipitaciones pluviales cuando caen, son a veces breves y de vertiginosa intensidad, escurre el agua abundante por las cunetas y por las veredas, formando verdaderos ríos que, así como aparecen, desaparecen en poco tiempo, no haciendo ni lodo en las presas o charcos en los caminos, las rayas muestran un poco de humedad y hasta ahí.

Nuestra formación primitiva en la agricultura y en la ganadería nos inclinan a que pensemos que los elementos de la naturaleza como el agua, solo se encuentra en las oquedades que tenemos a la vista en forma de ríos, lagunas, esteros, arroyos, pozos, etc. Y nos pasamos la vida escudriñando el cielo para ver si hay barruntos de tormenta porque nos dolió un callo, porque cantó la rana, o vimos apresuradas a las hormigas subir sus críos a las alturas previniendo una inundación.


Eso es todo, por eso somos temporaleros, confiando siempre en que dios nos mande agua y con ello lograr una buena cosecha que, en cantidad comparada con las que tienen los países tecnificados, son una miseria que acentúa nuestra pobreza.

Nada que ver con las dos toneladas de maíz que se cosechan en el campo mexicano. Comparadas con las 15 o 20 de los granjeros americanos, nuestro azadón no compite con sus monstruosos tractores, el espeque tampoco con sus modernas sembradoras, la lluvia eventual en el campo mexicano tampoco compite con los enormes cañones de riego con agua que extraen de sus pozos profundos, por eso nos mandan maíz más barato que el que se produce en las tierras de Anáhuac, a pesar de que tienen que pagar cara la mano de obra para la pizca, flete de carga y transporte terrestre en camiones y en ferrocarril, flete marítimo en enormes barcos graneleros, silos y bodegas, mientras el mexicanito tronándose los dedos y rogando al cielo que mande agua. Somos un país subdesarrollado, tercermundista, en el que se cultiva el orgullo de nuestras costumbres ancestrales con rudimentarios métodos de producción que mantienen al pueblo desnutrido, hambriento de justicia y de reivindicación, aspirando a superarse, pero sin saber cómo y lo peor, ni con qué.

En esta materia necesitamos gobernantes con la visión del Presidente López Obrador, que nos ha puesto un gran ejemplo para decidir los grandes asuntos y compromisos del Estado al promover la instalación de una planta industrial cervecera en el puerto de Veracruz, cuya región se ha preocupado por el bajo nivel del rio Jamapa y de las fuentes de agua que abastecen a la población, la industria y el comercio, la mayoría de los veracruzanos consideramos desde el anuncio un desatino, pues de dónde se va a sacar tanta agua, pues bien, ignorábamos que en el subsuelo existe un gran manto acuífero capaz de suministrar grandes cantidades del vital liquido para las necesidades de la población y de la industria, en este caso a la cervecera Constellation Brands, que consumirá aproximadamente 3 millones 200 mil metros cúbicos y si las matemáticas no fallan, habría que imaginar que cada metro cubico es el equivalente a un tanque de rotoplas, la cantidad es inmensa y aun sobra para más.


Según esa agua estaba concesionada a 14 campesinos para sus necesidades agrícolas y con su consentimiento fueron transferidas, admirable, sumamente admirable, que los campesinos hayan solicitado y obtenido en tiempos pasados tanta agua y nosotros sin saber, lo que es más, si alguien solicita en este momento una concesión más, se le negara ya que el 17 de septiembre de 2020 se publicó un acuerdo en el Diario Oficial de la Federación en el que se establece que no se pueden otorgar nuevas concesiones ni incrementar los niveles de extracción de dicho acuífero, denominado Acuífero Costera Veracruz.

El norte de Veracruz en gran parte debe su atraso a que cíclicamente es víctima de las deprimentes sequias, que no permiten la planificación ni la explotación del campo, ni en pequeña, ni en gran escala, no se pueden planificar engordas de ganado, 100 animales consumen diariamente cada uno aproximadamente 20 litros de agua, al igual que las vacas de ordeña, no se puede sembrar maíz o sorgo a escala porque no hay riego excepto en los municipios de Pánuco y El Higo principalmente para la caña de azúcar. (Chicayan, Pujal Coy y el Higo)

Alguna vez dijimos que el Gobierno del Estado o Federal deberían de tener y utilizar un parque de maquinaria pesada para hacer ollas de agua en todas las rancherías y comunidades para paliar el desabasto y prevenirse para enfrentar este fenómeno meteorológico.


Pero una opción importante y muy trascendente es el de saber que la Huasteca cuenta también con grandes acuíferos a lo largo de su territorio según la información oficial de la Comisión Nacional del Agua, el más importante para nosotros es el denominado Tampico- Misantla con una extensión de 1834.46 kilometros cuadrados, abarca totalmente los municipios de Pánuco, Tampico Alto, Ozuluama de Mascareñas, El Higo, Tempoal, Platón Sánchez, Chiconamel, Chalma, Tantoyuca, Ixcatepec, Chontla, Citlaltépetl, Tancoco, Tantima, Naranjos de Amatlán, Chinampa de Gorostiza, Tamalin, Tamiahua e Ilamatlán; parcialmente los municipios Tuxpan, Temapache, Cerro Azul, Chicontepec, Huayacocotla, Zontecomatlán de López y Fuentes y Benito Juárez.

Algunos de estos municipios sufren algunos meses por la falta de agua, por cierto, en la pasada administración municipal hubo un intento serio del alcalde en turno y la ciudadanía para conseguir que Conagua les asignara una autorización para perforar y extraer de este manto agua suficiente para la población, los vecinos de la colonia petrolera se alborotaron y compraron terrenos para ubicar la toma, pero les ganó el tiempo y ahora la iniciativa duerme el sueño de los justos. Ojalá y el gobernador Cuitlahuac García, incentivara al alcalde para concluir las gestiones y los trabajos a fin de resolver un problema añejo, en la misma tesitura se encuentran Chinampa, y Tamalín, cuya población sueña con una presa, pero ahí estaría una solución más simple y a la mano los equipos de Pemex, que pueden colaborar en una nueva política de bienestar social.

Finalmente habrá que rogar a nuestras autoridades para que convenzan al Presidente Andrés Manuel, para que en toda la región norte se implemente un programa integral que desaparezca el fenómeno del desabasto de agua, hacerlo realmente es en esencia la buena política que todos queremos, ahí está un tema para quienes nos gobiernan y para quienes aspiran a gobernarnos, el recurso natural ahí está, solo se requiere del compromiso con el pueblo ansioso de realidades y de soluciones para esta y las próximas generaciones.- Por el bien de la causa.