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Columnas y artículos de opinión
Prosa Aprisa
Sara, a favor de proteger a periodistas; rectorado-UV les da la espalda
Arturo Reyes Isidoro
5 de marzo de 2024
alcalorpolitico.com
Convertida ahora en figura pública, la exrectora de la Universidad Veracruzana (UV) Sara Ladrón de Guevara defendió el derecho de la comunidad universitaria, docentes y egresados, como en su caso, a tener el sentido de propiedad con su casa de estudios y a poder identificarse con ella como su carta de presentación.

En esa línea de pensamiento defendió la postura de la maestra Guadalupe Hortencia Mar, Lupita Mar, periodista y catedrática de la Facultad de Comunicación, quien firmó una carta condenando la violación al derecho de los datos personales de los periodistas, como hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador con la periodista Natalie Kitroeff, del The New York Times.

Fue también una condena a la actitud del actual rectorado de la UV, que encabeza Martín Aguilar Sánchez, que se deslindó de la defensa de la seguridad personal de los periodistas que hizo su académica y con ello avaló la flagrante violación que hizo AMLO de la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares o Ley de Protección de Datos.


¿Sabe el rector que en la página web oficial de la universidad, en la sección Coordinación Universitaria de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, hay un apartado especial dedicado a “Datos personales” en el que está publicado el Acuerdo de Creación de Sistemas de Datos Personales y uno de Armonización, de conformidad a la Ley 316 de Protección de Datos Personales, precisamente para evitar que se difundan datos personales como lo hizo AMLO?

Luego de que se hizo pública la carta donde aparece el nombre de Lupita, la UV emitió una “Precisión sobre firma en carta de apoyo” dirigida a la comunidad universitaria en la que “se deslinda de la firma que aparece en la ‘Carta de apoyo a quienes hacemos periodismo en México...’, toda vez que no se consultó a la institución sobre el uso de su nombre”.

Según vi la carta, mi compañera columnista firmó con su nombre, pero no puso algo que dijera que lo hacía en representación de la UV, sino que se asumió como lo que es, integrante o perteneciente a, es decir, hizo uso de lo que la exrectora señala como el sentido de propiedad con su universidad, se identificó con su casa de estudios, de la que seguro se enorgullece como nos enorgullecemos todos quienes somos hijos de la Universidad Veracruzana.


O sea, con el criterio de las autoridades que encabeza Martín, en mi calidad de periodista-columnista crítico no me puedo asumir como egresado y jubilado de la UV porque el señor rector puede sentir que estoy haciendo mal uso del nombre de la universidad y que se ofende a las autoridades de su militancia partidista, ya no se diga, horror, a Cuitláhuac García Jiménez, a Andrés Manuel López Obrador o a Rocío Nahle.

Libertad académica, vital para decir “la verdad al poder”

El 9 de junio de 2021, Kirsten Lyons, de la International Science Council, analizó el número especial de la revista Australian Universities Review sobre “El precario futuro de la libertad académica”. Ahí apunta que la libertad académica se defiende ampliamente como la base de una buena universidad; que “se considera vital para decir ‘la verdad al poder’ (Hannah Arendt)”, y que las universidades “estén orientadas hacia el bien común, no a intereses selectos de élite”.


Está mal el señor, según mi criterio, porque la UV no es de su propiedad ni de un grupo que con él forman el rectorado; la universidad la conforma toda la comunidad universitaria, libre, plural, y por lo tanto es patrimonio de todos, incluso de la propia sociedad veracruzana que con el pago de sus impuestos la sostiene.

El caso de sus investigadores

En este espacio he comentado, con mucha pena, cómo se deslindó también, desconoció a investigadores, de cuyos trabajos debió haberse sentido orgulloso.


El 8-9 de junio de 2023, comenté: “En la columna ‘Kiosko’, que publica el diario El Universal se preguntaron ayer, acerca de nuestra Universidad Veracruzana (UV): ‘¿será que la Rectoría ya es de la 4T?’

“Es la misma pregunta que me hice el martes cuando leí un decepcionante cuanto desalentador comunicado de prensa dirigido ‘A la opinión pública’ mediante el cual las autoridades universitarias desconocieron y le dieron la espalda a sus investigadores.

“Pero como si eso no hubiera sido suficiente, en un texto lleno de paja, porque se notó que no sabían cómo justificar su vergonzosa actitud, no pudieron ocultar el motivo: que por preservar el sistema arrecifal de nuestras costas, los investigadores de la casa de estudios pueden provocar el enojo de la secretaria de Energía Rocío Nahle y del presidente Andrés Manuel López Obrador.


“¿Por qué? Porque resulta que en una investigación de Greenpeace México, mis compañeros académicos participan en la exploración de ecosistemas arrecifales en la costa norte del estado, a más de 50 metros de profundidad, para protegerlos, porque pueden ser dañados irremediablemente con la construcción de un gasoducto para llevar gas de Texas a Tuxpan, Coatzacoalcos y la refinería de Dos Bocas.

Sin que nadie hubiera hecho un reclamo a los investigadores de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la UV, Región Poza Rica-Tuxpan, ni a la propia casa de estudios, ante la información que difundieron los medios de los trabajos para una buena causa de la humanidad, se advirtió que las autoridades encabezadas por el rector Martín Aguilar entraron en pánico por miedo a hacer enojar al dúo arriba citado y soltaron enseguida su comunicado de prensa.

En el boletín de marras, que ya fue eliminado de la página oficial de la UV, seguramente por las críticas que despertó, la Rectoría quiso hacer público que ‘los estudios que se realizan con apoyo del barco Arctic Sunrise, propiedad de la organización ambientalista Greenpeace, en los que participan algunos académicos de nuestra institución con base en su libre derecho a la investigación, no se encuentran respaldados por un convenio de colaboración de conformidad con la reglamentación universitaria que nos rige”.


O sea, las actuales autoridades universitarias anteponen su sumisión al poder político morenista antes que a una buena causa para la humanidad.

Se hicieron peticiones razonables

En la carta que comento, que en total firmaron 123 periodistas y corresponsales de México, se expresa que: “Creemos que una prensa hostigada desde arriba y practicada en muchos casos en un ambiente de amenaza no es una prensa libre”, y también la firmaron dos integrantes de la Universidad de Guadalajara, Gabriela Gómez y Francisco Javier Cortázar Rodríguez, a quienes sí respaldó su casa de estudios.


En el documento se hacen tres peticiones:

1.- Que los gobernantes a niveles federal y local ejerzan su derecho de réplica sin poner a las y los que practicamos el periodismo en peligro o en una condición de miedo a represalias.

2.- Que los gobernantes cumplan con la Ley Federal de Protección de Datos.


3.- Que las candidatas y el candidato a la presidencia se comprometan a respetar la libertad de prensa, garantizada en la ley mexicana y en tratados internacionales firmados por el gobierno, y que reconozcan su responsabilidad de no tomar acciones que expongan a las y los periodistas a amenazas o daños físicos.

La UV, pues, el actual rectorado se deslinda de mi compañera periodista; yo me deslindo de su postura de no hacer valer la autonomía, esa no es mi universidad, de libres pensadores, que muestra temor y sometimiento al poder establecido.

Cómo recuerdo cuando la ahora directora general de Comunicación Universitaria (la titular de Comunicación de la UV), Norma Trujillo Báez, antes de entrar en la nómina, regularmente salía a la calle con una pancartita dizque a protestar y a defender los derechos de sus compañeros periodistas. Calla ahora y ni siquiera asoma la cabeza.


Mi abrazo solidario, de siempre, a Lupita Mar. Por experiencia ambos sabemos que los actuales se van a ir y nosotros continuaremos en nuestra trinchera defendiendo, entre otras cosas, nuestras posturas.

Miscelánea

Pues, sí, sí hubo mano negra. No fue el INE, fue Morena el que cambió a la segunda posición en la lista del Senado a Manuel Huerta, confirmó Josué Cervantes, vocal ejecutivo de la Junta Local del INE. El exdelegado de Bienestar dijo ayer que va a duplicar su trabajo y que no hay jaloneos ni disputas en su partido. Si pese a la chicanada (y marranada) que le hicieron llega al Senado, será una piedra en el zapato del gobierno nahalista, si derrota a la oposición... El candidato de MC a la gubernatura Polo Deschamps declaró que exmilitantes y exaspirantes de Morena a candidaturas buscan cobijo en el partido naranja. "No tienen ni idea de la cantidad de aspirantes que se han acercado al proyecto de Movimiento Ciudadano y a un servidor para buscar espacios". Sí tengo idea, y le creo... Después de lo que le pasó, Manuel Huerta quiere recobrar protagonismo por lo que se subió al ring y está tira y tira golpes contra los Yunes Azules. Mala estrategia... Los Yunes de El Estero saben que si se trepan al encordado y le responden le van a hacer el juego y lo evaden. Buena estrategia. Pero conociéndolos como se les conoce, van a juntar todas y un día le van a caer a palos.