27 de noviembre de 2024
alcalorpolitico.com
El... "aunque sea lo último que haga en la vida se los cobraré...", advertido por Miguel Ángel Yunes Linares ya va al 50%, ¿ahí quedará o continuará esta historia de venganzas políticas?
Fernando y Miguel Ángel Yunes Márquez ya son diputado local y senador, respectivamente, y al segundo, ayer, un juez le canceló la orden de aprehensión que tenía en su contra y que no podía ser ejecutada por su fuero como legislador, pero que ahí estaba.
Así las cosas, el motivo de la advertencia lanzada por el exgobernador Yunes Linares, porque, dijo él, por venganza se metieron contra sus hijos, ya está saldado a medias, pero faltaría aún cobrarles la factura.
A finales de julio pasado, luego de que la alianza PRI-PAN-PRD fue arrasada en Veracruz en las elecciones de gobernador, senadores y diputados, fue lanzada la maquinaria pesada del gobierno de Morena para -asi lo indicaba todo- encarcelar a los hermanos Yunes Márquez y evitar que llegaran a sus respectivos curul y escaño.
Fue por eso que su padre, Yunes Linares, salió a decir en una conferencia de prensa que "esto es claramente una agresión personal no un acto de justicia. Por eso, en su momento, pasaré las facturas. Lo haré yo, nadie más. Reitero, es una agresión personal, no un acto de justicia y así lo registro. Nunca me he metido con los hijos de un adversario, es una bajeza. Se metieron con los míos, aunque sea lo último que haga en la vida se los cobraré a todas y a todos los agresores. No tengan duda. Nada es para siempre, tampoco el poder".
En ese momento, apenas el 29 de julio pasado, hubo risas en la cúpula morenista de Veracruz por las palabras del exgobernador. Estaba en la lona, venían los encarcelamientos... y se ponía a amenazar.
Pero, primero, a Miguel no pudieron encarcelarlo, se les escabulló. Después, a pesar del operativo para impedirlo pudo tomar posesión. Y por último vino la negociación del voto 86 para aprobar la llamada reforma judicial, que quebró a la oposición e indignó a todos los opositores, pero que al entonces presidente López Obrador le permitió salirse con la suya y a los Yunes cobijarse en la protección de un importante grupo de Morena.
Hoy, a cuatro meses de que todo estaba en contra, no solo ambos hermanos son legisladores sino que ya no hay orden de aprehensión contra Miguel Ángel y Fernando por consiguiente casi está libre de pecados pues parte de las acusaciones en su contra estaban ligadas a los supuestos delitos de su consanguíneo.
Del otro lado, Cuitláhuac García Jiménez está a horas de dejar el poder en medio de una andanada de críticas por no gobernar, permitir que sus principales colaboradores hicieran y deshicieran a tal grado que desde el interior de Morena son señalados de corruptos y se va sin aclarar qué hizo con los 300 millones de pesos que, dijo, encontraron en las oficinas centrales de la Fiscalía. Ofreció ya una explicación, pero se enredó más, tal como lo advierte la Corazonada de Al Calor Político.
Por su parte, la fiscala Verónica Hernández Giadáns está en una posición débil al no ser bien vista por la próxima Gobernadora, ser muy cuestionada por los colectivos de madres de desaparecidos, haberse prestado al encarcelamiento de numerosos políticos, obedecer las órdenes del exsecretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros y ser involucrada por Cuitláhuac en lo de los 300 millones que no se sabe a dónde fueron a parar.
Y la gobernadora -a horas de tomar posesión- Rocío Nahle tendrá seis años para ejercer el poder, con los altibajos, alegrías y sinsabores que esto conlleva, con el respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum, pero también con la acechanza de enemigos dentro de Morena, como el coordinador de la Junta de Coordinación Política del Senado, Adán Augusto López.
¿Ahí parará este cobro de facturas o veremos más episodios del tipo de ni perdón ni olvido?
Fernando y Miguel Ángel Yunes Márquez ya son diputado local y senador, respectivamente, y al segundo, ayer, un juez le canceló la orden de aprehensión que tenía en su contra y que no podía ser ejecutada por su fuero como legislador, pero que ahí estaba.
Así las cosas, el motivo de la advertencia lanzada por el exgobernador Yunes Linares, porque, dijo él, por venganza se metieron contra sus hijos, ya está saldado a medias, pero faltaría aún cobrarles la factura.
A finales de julio pasado, luego de que la alianza PRI-PAN-PRD fue arrasada en Veracruz en las elecciones de gobernador, senadores y diputados, fue lanzada la maquinaria pesada del gobierno de Morena para -asi lo indicaba todo- encarcelar a los hermanos Yunes Márquez y evitar que llegaran a sus respectivos curul y escaño.
Fue por eso que su padre, Yunes Linares, salió a decir en una conferencia de prensa que "esto es claramente una agresión personal no un acto de justicia. Por eso, en su momento, pasaré las facturas. Lo haré yo, nadie más. Reitero, es una agresión personal, no un acto de justicia y así lo registro. Nunca me he metido con los hijos de un adversario, es una bajeza. Se metieron con los míos, aunque sea lo último que haga en la vida se los cobraré a todas y a todos los agresores. No tengan duda. Nada es para siempre, tampoco el poder".
En ese momento, apenas el 29 de julio pasado, hubo risas en la cúpula morenista de Veracruz por las palabras del exgobernador. Estaba en la lona, venían los encarcelamientos... y se ponía a amenazar.
Pero, primero, a Miguel no pudieron encarcelarlo, se les escabulló. Después, a pesar del operativo para impedirlo pudo tomar posesión. Y por último vino la negociación del voto 86 para aprobar la llamada reforma judicial, que quebró a la oposición e indignó a todos los opositores, pero que al entonces presidente López Obrador le permitió salirse con la suya y a los Yunes cobijarse en la protección de un importante grupo de Morena.
Hoy, a cuatro meses de que todo estaba en contra, no solo ambos hermanos son legisladores sino que ya no hay orden de aprehensión contra Miguel Ángel y Fernando por consiguiente casi está libre de pecados pues parte de las acusaciones en su contra estaban ligadas a los supuestos delitos de su consanguíneo.
Del otro lado, Cuitláhuac García Jiménez está a horas de dejar el poder en medio de una andanada de críticas por no gobernar, permitir que sus principales colaboradores hicieran y deshicieran a tal grado que desde el interior de Morena son señalados de corruptos y se va sin aclarar qué hizo con los 300 millones de pesos que, dijo, encontraron en las oficinas centrales de la Fiscalía. Ofreció ya una explicación, pero se enredó más, tal como lo advierte la Corazonada de Al Calor Político.
Por su parte, la fiscala Verónica Hernández Giadáns está en una posición débil al no ser bien vista por la próxima Gobernadora, ser muy cuestionada por los colectivos de madres de desaparecidos, haberse prestado al encarcelamiento de numerosos políticos, obedecer las órdenes del exsecretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros y ser involucrada por Cuitláhuac en lo de los 300 millones que no se sabe a dónde fueron a parar.
Y la gobernadora -a horas de tomar posesión- Rocío Nahle tendrá seis años para ejercer el poder, con los altibajos, alegrías y sinsabores que esto conlleva, con el respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum, pero también con la acechanza de enemigos dentro de Morena, como el coordinador de la Junta de Coordinación Política del Senado, Adán Augusto López.
¿Ahí parará este cobro de facturas o veremos más episodios del tipo de ni perdón ni olvido?