6 de marzo de 2025
alcalorpolitico.com
Señora: distraigo su atención – que por ahora parece concentrada en anunciar lo que ha logrado su gobierno en cien días – para presentarle a don Justino Reyes, quien lleva diecisiete años reclamando los salarios que por ley le corresponden y ha sido retenidos por la secretaría de Educación de Veracruz, pese a que el Tribunal de Conciliación y Arbitraje ordenó en 2008 a la dependencia que pagara de manera inmediata. Diecisiete años, casi tres sexenios.
Imagine usted lo que representa para don Justino – o para cualquier persona – pasar diecisiete años sin sueldo y sin las cosas que habría podido tener si le hubieran pagado. Cualquiera pensaría que el nuevo gobierno repararía sin falta las omisiones (y los desacatos) de las administraciones de Fidel Herrera Beltrán, Javier Duarte de Ochoa, Miguel Ángel Yunes Linares y Cuitláhuac García Jiménez, pero no ha sido así, quién sabe por qué, aunque me imagine por qué.
Durante ese tiempo, que ha visto pasar a cinco gobernadores (si contamos a Flavino Ríos Alvarado, quien estuvo en el cargo cuarenta y tantos días), el Tribunal ha citado varias veces a quienes han ocupado la Secretaría, o a los oficiales mayores de la dependencia, pero el departamento jurídico de la SEV responde invariablemente que el jefe no está, o que está en una reunión, o que salió a hacer trámites que solamente él puede hacer. En la secretaría de Educación nadie ha tenido tiempo para tribunales ni jueces ni magistrados.
La culpa de don Justino fue demandar a la SEV por razones que ya no importan: el departamento jurídico de la secretaría lleva diez años diciéndole que su caso está en trámite, en una clara burla y falta de respeto al Poder Judicial y al propio señor Reyes. Habrá quien piense que su asunto es menos importante que otros, pero el hecho es que una persona ha sido despojada de algo que por ley le pertenece. La ofensa a una persona ofende a la sociedad entera cuando viene de las instituciones.
Señora Nahle: si usted está dispuesta a demostrar que las cosas han cambiado en Veracruz, tendría que ordenar que se le pague a don Justino lo que se le debe – con intereses y todo –, y que además se le ofrezca una disculpa pública por los abusos que se han cometido en su contra. Ese sería un logro digno de ser mencionado en su mensaje por los primeros cien días de su gobierno.
Se acabó
Lo que es cada vez más claro es que se acabó el poder presidencial tal y como lo conocíamos, y estamos viendo la verdadera cara de las élites del poder. Son quienes mandan en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República. Son los que echaron abajo la idea de que no es bueno ni conveniente heredar los puestos de elección a familiares. Nepotismo, que le dicen. Claudia Sheinbaum quería que se prohibiera esa práctica a partir de las elecciones de 2027, lo que habría dejado fuera a muchos y muchas.
Los diputados y los senadores le dijeron que no a la presidenta, y decidieron prohibir el nepotismo pero a partir de 2030, cuando ya haya otra generación de familias en el poder. Volvió a quedar claro quiénes mandan. Se acabó lo que se daba.
Desde el balcón
Hace sol pero hace frío. Es un frío de miércoles, que recuerda a los fríos del lunes y del martes, y de antes del lunes y del martes, y anuncia los fríos que vendrán. Uno sale al balcón y siente la resolana que alumbra pero no calienta, y mira la luz que baila en la malta, y mira el cielo azul limpísimo. A lo lejos, un vecino tartamudea creo que a Schubert en el piano.
Uno piensa – porque a veces uno piensa – aunque no sabe en qué piensa. Quizá recuerda los trescientos millones de pesos que halló Cuitláhuac García Jiménez cuando era gobernador y perdió sin dar explicaciones. Nadie lo llamó a cuentas – ahora como antes – por eso ni por ninguna otra cosa de las muchas que se han documentado. La malta baila en copa y casi canta. Ya es marzo.
Imagine usted lo que representa para don Justino – o para cualquier persona – pasar diecisiete años sin sueldo y sin las cosas que habría podido tener si le hubieran pagado. Cualquiera pensaría que el nuevo gobierno repararía sin falta las omisiones (y los desacatos) de las administraciones de Fidel Herrera Beltrán, Javier Duarte de Ochoa, Miguel Ángel Yunes Linares y Cuitláhuac García Jiménez, pero no ha sido así, quién sabe por qué, aunque me imagine por qué.
Durante ese tiempo, que ha visto pasar a cinco gobernadores (si contamos a Flavino Ríos Alvarado, quien estuvo en el cargo cuarenta y tantos días), el Tribunal ha citado varias veces a quienes han ocupado la Secretaría, o a los oficiales mayores de la dependencia, pero el departamento jurídico de la SEV responde invariablemente que el jefe no está, o que está en una reunión, o que salió a hacer trámites que solamente él puede hacer. En la secretaría de Educación nadie ha tenido tiempo para tribunales ni jueces ni magistrados.
La culpa de don Justino fue demandar a la SEV por razones que ya no importan: el departamento jurídico de la secretaría lleva diez años diciéndole que su caso está en trámite, en una clara burla y falta de respeto al Poder Judicial y al propio señor Reyes. Habrá quien piense que su asunto es menos importante que otros, pero el hecho es que una persona ha sido despojada de algo que por ley le pertenece. La ofensa a una persona ofende a la sociedad entera cuando viene de las instituciones.
Señora Nahle: si usted está dispuesta a demostrar que las cosas han cambiado en Veracruz, tendría que ordenar que se le pague a don Justino lo que se le debe – con intereses y todo –, y que además se le ofrezca una disculpa pública por los abusos que se han cometido en su contra. Ese sería un logro digno de ser mencionado en su mensaje por los primeros cien días de su gobierno.
Se acabó
Lo que es cada vez más claro es que se acabó el poder presidencial tal y como lo conocíamos, y estamos viendo la verdadera cara de las élites del poder. Son quienes mandan en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República. Son los que echaron abajo la idea de que no es bueno ni conveniente heredar los puestos de elección a familiares. Nepotismo, que le dicen. Claudia Sheinbaum quería que se prohibiera esa práctica a partir de las elecciones de 2027, lo que habría dejado fuera a muchos y muchas.
Los diputados y los senadores le dijeron que no a la presidenta, y decidieron prohibir el nepotismo pero a partir de 2030, cuando ya haya otra generación de familias en el poder. Volvió a quedar claro quiénes mandan. Se acabó lo que se daba.
Desde el balcón
Hace sol pero hace frío. Es un frío de miércoles, que recuerda a los fríos del lunes y del martes, y de antes del lunes y del martes, y anuncia los fríos que vendrán. Uno sale al balcón y siente la resolana que alumbra pero no calienta, y mira la luz que baila en la malta, y mira el cielo azul limpísimo. A lo lejos, un vecino tartamudea creo que a Schubert en el piano.
Uno piensa – porque a veces uno piensa – aunque no sabe en qué piensa. Quizá recuerda los trescientos millones de pesos que halló Cuitláhuac García Jiménez cuando era gobernador y perdió sin dar explicaciones. Nadie lo llamó a cuentas – ahora como antes – por eso ni por ninguna otra cosa de las muchas que se han documentado. La malta baila en copa y casi canta. Ya es marzo.