22 de diciembre de 2025
alcalorpolitico.com
Entonces, de acuerdo al boletín de prensa del Gobierno del Estado del viernes pasado, a partir de este lunes los 19 mil trabajadores de la Secretaría de Salud podrán disponer de dinero en efectivo en las tiendas del corporativo Chedraui, ¿y también en Ferchegas, las gasolinerías de esa familia? Estamos hablando de la friolera de 283 millones 100 mil pesos si el bono de cada trabajador es por 14,900 pesos.
Qué bueno que, al final, la gobernadora Rocío Nahle tuvo que meter las manos para enderezar el entuerto del secretario de Finanzas y Planeación, Miguel Santiago Reyes Hernández, contra los trabajadores veracruzanos, a quienes quería obligar a hacer válido su bono, pero en especie, con mercancía de Chedraui, y en un término perentorio de 10 días, que por horas revivió el fantasma del Porfiriato en Veracruz ¡en pleno Siglo XXI!
Con eso de que luego no está nada al tanto de lo que hacen sus empleados y cada quien hace lo que quiere, seguramente la señora no sabía nada, y a diferencia de Igor Rojí, el secretario de Turismo, a quien ella prohibió terminantemente que firmara nada “porque ya he repartido mucho dinero”, el poblano se vio que se la brincó y él sí firmó la decisión porfiriana, y entonces que surge el humanismo salvador de Rocío, según sus aplaudidores.
“La Gobernadora reafirmó que esta prestación representa un derecho laboral esperado por el personal y reiteró el compromiso de su administración de actuar con apego a la legalidad, transparencia y sensibilidad social. ‘Vamos a resolverlo; es una parte que las y los trabajadores esperan todo el año y vamos a respetarles su prestación’”, dijo Nahle, de acuerdo al boletín de marras.
El sospechosismo de Manuel Huerta vio un acto de corrupción
Pero el sospechosismo de Manuel Huerta –¡ah, el señor senador del pueblo!, que ni en plena época navideña le da una tregua a su correligionaria de partido– vio en la tienda de raya Chedraui un acto de corrupción entre familias de negociantes y políticos corruptos. "Así como hemos luchado contra los privilegios del grupo Salinas, del grupo Azteca, así hay que acabar con estos privilegios de corrupción que se dan entre familias de negociantes con políticos corruptos, que es lo que estamos viendo ahí".
(Las nueva generaciones deben saber que –me auxilio de Inteligencia Artificial–: “Una tienda de raya era un establecimiento de crédito controlado por patrones (hacendados o dueños de fábricas) donde los trabajadores estaban obligados a comprar bienes básicos a precios inflados, usando vales o fichas canjeables solo allí, lo que generaba una deuda perpetua y los mantenía en servidumbre por deudas, un sistema de control económico abusivo común en México durante el Porfiriato (finales del siglo XIX y principios del XX). Se llamaban ‘de raya’ porque los trabajadores analfabetos ponían una raya en el registro de nómina en lugar de su firma.)
Y todavía más, y eso les ha de haber ardido a los morenistas, los comparó con los del PAN, se entendería que con los Yunes de El Estero, que a decir del senador Miguel Ángel Yunes Márquez, ellos le dieron vida a ese partido. “Comparó la medida con otras adoptadas en los gobiernos del PAN, cuando implementaron el programa ‘Veracruz está conmigo’, que buscó que el bono de fin de año fuera canjeable en tiendas específicas, en lugar de hacerlo en efectivo como lo marca la Ley” (publicó la reportera Ángeles González Ceballos).
Mientras los Chedraui ganan, doblaron al Gobierno
Por encima de todo, los únicos que salen ganando en serio son los Chedraui (la familia está de acuerdo, por supuesto), ¿pues nada más porque sí convertirán sus tiendas en sucursales bancarias para dar dinero constante y sonante a los empleados? ¿Cuánto se llevan de comisión por hacerles el favor o cuánto le cobran al Gobierno? ¿Cómo pagarán el favor, con cuánto, a quién o a quiénes? ¿O es que de pronto les invadió el espíritu navideño y quieren hacer su obra de caridad del año?
Así, el fin de año para el Gobierno no es como para presumir. Los trabajadores de Salud, con el apoyo social en las redes y de los medios independientes, lo doblaron y lo obligaron a dar marcha atrás. Insisto en que dan la idea de que su secretario de Finanzas, Miguel Santiago Reyes Hernández, y sus asesores, consejeros o cercanos, creen que a los veracruzanos los bajan de los cerros a sombrerazos y que les pueden hacer de chivo los tamales.
Ya con esta me despido... por ahora
Lectora, lector, creo que este año ya te he abrumado demasiado, y como dice el verso final del famoso corrido “El hijo desobediente”, ya con esta me despido. Esta es la última “Prosa aprisa” del año porque hago una pausa, tomo un descanso con motivo de la Navidad y el Fin de Año y regresaré en enero. Te dejo, pues, también descansar.
Además, informativamente para comentar ya casi no hay nada que valga la pena porque la fuente de las noticias de que me ocupo generalmente, el Gobierno del Estado, ya no tiene nada qué decir que no se sepa, y por el problema con los trabajadores de Salud quedó claro que, no obstante que presumían que tienen “todos los recursos”, ya no tienen dinero.
El sábado, por lo que informó en su muro de Facebook, la gobernadora Rocío Nahle continuó supervisando la construcción de obras carreteras, y pese a las críticas y reclamos que recibió en una primera publicación que había hecho, que se repitieron de nuevo, no le importó. Dio la idea de que con eso trata de llenar al vacío informativo a falta de otra cosa importante qué decir.
Una investigación periodística puso en claro que no tienen dinero
Cuando digo que el Gobierno ya no tiene dinero me baso en una nota de mi compañera reportera Isabel Ortega, quien publicó el sábado en el periódico digital La Silla Rota Veracruz que, de acuerdo al portal de la Secretaría de Salud, a partir del pasado 5 de noviembre se emitió una invitación a por lo menos tres empresas para presentar propuestas económicas para la adquisición de entre 18 mil 400 y 19 mil 600 tarjetas o vales electrónicos para igual número de trabajadores, proceso que, finalmente, el 10 de diciembre, fue declarado desierto por falta de suficiencia presupuestal. Isabel publicó una copia facsimilar del documento respectivo.
Pero si se cree que el calvario ya terminó para la administración nahlista, creo que no, pues todavía tiene pendiente por pagar a trabajadores del sector educativo, a más tardar el día 30, la prima vacacional, un bono de productividad, un retroactivo desde julio y 20 días de aguinaldo, que les restan. Luego de que vieron lo que pasó con los trabajadores del sector salud, ya se arman para salir a protestar si no les cumplen. ¿Le pedirán más dinero prestado a los Chedraui con el pago de los respectivos intereses?
Y lo que los aplaudidores oficiales dijeron que era mentira cuando lo publicó el diario Notiver, que estaban ya desconchinflados autobuses Ulúa en lo que calificó como un “cementerio” de carros, ahora lo confirmó el Diario de Xalapa en nota de su corresponsal en el puerto, Ingrid Ruiz, quien el sábado dio a conocer que “Hasta 20 camiones Ulúa quedan fuera de circulación en Veracruz por falta de refacciones que llegan desde China.
Las piezas de los camiones vienen desde China y es incierta la fecha en que llegarán; unidades no tiene ni dos meses de ponerse en circulación”.
¿Habrán pensado los concesionarios que compraron esos camiones en que las refacciones les llegarán, cuando lleguen, más caras de lo que tenían previsto pues apenas el gobierno mexicano, a través del Senado, aprobó una nueva ley de aranceles de entre 5% y 50% a productos de China, por presión del presidente Donald Trump?
Limpia con los brujos de Catemaco, último recurso
En su pasado primer informe vimos cómo en un ritual indígena le quemaban incienso y le colocaban una corona y un collar de flores blancas y guindas, mientras mujeres y hombres danzantes que la rodeaban miraban al cielo. Por lo que se está viendo, no ha tenido mayor protección. Tampoco, que se sepa, fue temprano a Catedral a darle gracias a Dios y pedirle protección. Todavía le queda una opción: los brujos de Catemaco. Quizá una limpia la ayude a terminar el año sin broncas y a iniciar 2026 sin algún imprevisto.
Y debe pensar en deshacerse de la bola de ineptos que tiene y que la meten en broncas, como Miguel Santiago Reyes Hernández, de Finanzas, o Leonardo Cornejo, de la SIOP, o el que usted guste, antes de que la infarten a causa de un disgusto. En lo personal, y lo digo con toda la sinceridad que me es posible, le deseo que termine bien el año en compañía de su familia, que conserve su salud, y que en 2026 nos dé motivos para hacerle los reconocimientos que sean necesarios. Ojalá, por el bien de Veracruz.
Lectora, lector, si te vas de vacaciones, y si no también, recuerda que nada con exceso, todo con medida. A las familias que lloran sus víctimas fatales a causa de la inseguridad y la violencia, y a las que tienen desaparecidos, mi abrazo fraterno y mi ruego a Dios porque les dé consuelo y esperanza. No dejaré de hacer oración por todos ellos, como lo hago cada vez que puedo. Porque tengo hijos y nietos, con ellos y en ellos vivo una situación que también podría ser la mía. Como usó las campanas de una iglesia el poeta inglés John Donne para ilustrar la idea de que la pérdida de uno es una pérdida para toda la humanidad, que dio paso a la frase “Por quién doblan las campanas”, que popularizó en un libro del mismo título Ernest Hemingway, la muerte de cualquier persona nos afecta a todos, y no debemos olvidarlo.
Qué bueno que, al final, la gobernadora Rocío Nahle tuvo que meter las manos para enderezar el entuerto del secretario de Finanzas y Planeación, Miguel Santiago Reyes Hernández, contra los trabajadores veracruzanos, a quienes quería obligar a hacer válido su bono, pero en especie, con mercancía de Chedraui, y en un término perentorio de 10 días, que por horas revivió el fantasma del Porfiriato en Veracruz ¡en pleno Siglo XXI!
Con eso de que luego no está nada al tanto de lo que hacen sus empleados y cada quien hace lo que quiere, seguramente la señora no sabía nada, y a diferencia de Igor Rojí, el secretario de Turismo, a quien ella prohibió terminantemente que firmara nada “porque ya he repartido mucho dinero”, el poblano se vio que se la brincó y él sí firmó la decisión porfiriana, y entonces que surge el humanismo salvador de Rocío, según sus aplaudidores.
“La Gobernadora reafirmó que esta prestación representa un derecho laboral esperado por el personal y reiteró el compromiso de su administración de actuar con apego a la legalidad, transparencia y sensibilidad social. ‘Vamos a resolverlo; es una parte que las y los trabajadores esperan todo el año y vamos a respetarles su prestación’”, dijo Nahle, de acuerdo al boletín de marras.
El sospechosismo de Manuel Huerta vio un acto de corrupción
Pero el sospechosismo de Manuel Huerta –¡ah, el señor senador del pueblo!, que ni en plena época navideña le da una tregua a su correligionaria de partido– vio en la tienda de raya Chedraui un acto de corrupción entre familias de negociantes y políticos corruptos. "Así como hemos luchado contra los privilegios del grupo Salinas, del grupo Azteca, así hay que acabar con estos privilegios de corrupción que se dan entre familias de negociantes con políticos corruptos, que es lo que estamos viendo ahí".
(Las nueva generaciones deben saber que –me auxilio de Inteligencia Artificial–: “Una tienda de raya era un establecimiento de crédito controlado por patrones (hacendados o dueños de fábricas) donde los trabajadores estaban obligados a comprar bienes básicos a precios inflados, usando vales o fichas canjeables solo allí, lo que generaba una deuda perpetua y los mantenía en servidumbre por deudas, un sistema de control económico abusivo común en México durante el Porfiriato (finales del siglo XIX y principios del XX). Se llamaban ‘de raya’ porque los trabajadores analfabetos ponían una raya en el registro de nómina en lugar de su firma.)
Y todavía más, y eso les ha de haber ardido a los morenistas, los comparó con los del PAN, se entendería que con los Yunes de El Estero, que a decir del senador Miguel Ángel Yunes Márquez, ellos le dieron vida a ese partido. “Comparó la medida con otras adoptadas en los gobiernos del PAN, cuando implementaron el programa ‘Veracruz está conmigo’, que buscó que el bono de fin de año fuera canjeable en tiendas específicas, en lugar de hacerlo en efectivo como lo marca la Ley” (publicó la reportera Ángeles González Ceballos).
Mientras los Chedraui ganan, doblaron al Gobierno
Por encima de todo, los únicos que salen ganando en serio son los Chedraui (la familia está de acuerdo, por supuesto), ¿pues nada más porque sí convertirán sus tiendas en sucursales bancarias para dar dinero constante y sonante a los empleados? ¿Cuánto se llevan de comisión por hacerles el favor o cuánto le cobran al Gobierno? ¿Cómo pagarán el favor, con cuánto, a quién o a quiénes? ¿O es que de pronto les invadió el espíritu navideño y quieren hacer su obra de caridad del año?
Así, el fin de año para el Gobierno no es como para presumir. Los trabajadores de Salud, con el apoyo social en las redes y de los medios independientes, lo doblaron y lo obligaron a dar marcha atrás. Insisto en que dan la idea de que su secretario de Finanzas, Miguel Santiago Reyes Hernández, y sus asesores, consejeros o cercanos, creen que a los veracruzanos los bajan de los cerros a sombrerazos y que les pueden hacer de chivo los tamales.
Ya con esta me despido... por ahora
Lectora, lector, creo que este año ya te he abrumado demasiado, y como dice el verso final del famoso corrido “El hijo desobediente”, ya con esta me despido. Esta es la última “Prosa aprisa” del año porque hago una pausa, tomo un descanso con motivo de la Navidad y el Fin de Año y regresaré en enero. Te dejo, pues, también descansar.
Además, informativamente para comentar ya casi no hay nada que valga la pena porque la fuente de las noticias de que me ocupo generalmente, el Gobierno del Estado, ya no tiene nada qué decir que no se sepa, y por el problema con los trabajadores de Salud quedó claro que, no obstante que presumían que tienen “todos los recursos”, ya no tienen dinero.
El sábado, por lo que informó en su muro de Facebook, la gobernadora Rocío Nahle continuó supervisando la construcción de obras carreteras, y pese a las críticas y reclamos que recibió en una primera publicación que había hecho, que se repitieron de nuevo, no le importó. Dio la idea de que con eso trata de llenar al vacío informativo a falta de otra cosa importante qué decir.
Una investigación periodística puso en claro que no tienen dinero
Cuando digo que el Gobierno ya no tiene dinero me baso en una nota de mi compañera reportera Isabel Ortega, quien publicó el sábado en el periódico digital La Silla Rota Veracruz que, de acuerdo al portal de la Secretaría de Salud, a partir del pasado 5 de noviembre se emitió una invitación a por lo menos tres empresas para presentar propuestas económicas para la adquisición de entre 18 mil 400 y 19 mil 600 tarjetas o vales electrónicos para igual número de trabajadores, proceso que, finalmente, el 10 de diciembre, fue declarado desierto por falta de suficiencia presupuestal. Isabel publicó una copia facsimilar del documento respectivo.
Pero si se cree que el calvario ya terminó para la administración nahlista, creo que no, pues todavía tiene pendiente por pagar a trabajadores del sector educativo, a más tardar el día 30, la prima vacacional, un bono de productividad, un retroactivo desde julio y 20 días de aguinaldo, que les restan. Luego de que vieron lo que pasó con los trabajadores del sector salud, ya se arman para salir a protestar si no les cumplen. ¿Le pedirán más dinero prestado a los Chedraui con el pago de los respectivos intereses?
Y lo que los aplaudidores oficiales dijeron que era mentira cuando lo publicó el diario Notiver, que estaban ya desconchinflados autobuses Ulúa en lo que calificó como un “cementerio” de carros, ahora lo confirmó el Diario de Xalapa en nota de su corresponsal en el puerto, Ingrid Ruiz, quien el sábado dio a conocer que “Hasta 20 camiones Ulúa quedan fuera de circulación en Veracruz por falta de refacciones que llegan desde China.
Las piezas de los camiones vienen desde China y es incierta la fecha en que llegarán; unidades no tiene ni dos meses de ponerse en circulación”.
¿Habrán pensado los concesionarios que compraron esos camiones en que las refacciones les llegarán, cuando lleguen, más caras de lo que tenían previsto pues apenas el gobierno mexicano, a través del Senado, aprobó una nueva ley de aranceles de entre 5% y 50% a productos de China, por presión del presidente Donald Trump?
Limpia con los brujos de Catemaco, último recurso
En su pasado primer informe vimos cómo en un ritual indígena le quemaban incienso y le colocaban una corona y un collar de flores blancas y guindas, mientras mujeres y hombres danzantes que la rodeaban miraban al cielo. Por lo que se está viendo, no ha tenido mayor protección. Tampoco, que se sepa, fue temprano a Catedral a darle gracias a Dios y pedirle protección. Todavía le queda una opción: los brujos de Catemaco. Quizá una limpia la ayude a terminar el año sin broncas y a iniciar 2026 sin algún imprevisto.
Y debe pensar en deshacerse de la bola de ineptos que tiene y que la meten en broncas, como Miguel Santiago Reyes Hernández, de Finanzas, o Leonardo Cornejo, de la SIOP, o el que usted guste, antes de que la infarten a causa de un disgusto. En lo personal, y lo digo con toda la sinceridad que me es posible, le deseo que termine bien el año en compañía de su familia, que conserve su salud, y que en 2026 nos dé motivos para hacerle los reconocimientos que sean necesarios. Ojalá, por el bien de Veracruz.
Lectora, lector, si te vas de vacaciones, y si no también, recuerda que nada con exceso, todo con medida. A las familias que lloran sus víctimas fatales a causa de la inseguridad y la violencia, y a las que tienen desaparecidos, mi abrazo fraterno y mi ruego a Dios porque les dé consuelo y esperanza. No dejaré de hacer oración por todos ellos, como lo hago cada vez que puedo. Porque tengo hijos y nietos, con ellos y en ellos vivo una situación que también podría ser la mía. Como usó las campanas de una iglesia el poeta inglés John Donne para ilustrar la idea de que la pérdida de uno es una pérdida para toda la humanidad, que dio paso a la frase “Por quién doblan las campanas”, que popularizó en un libro del mismo título Ernest Hemingway, la muerte de cualquier persona nos afecta a todos, y no debemos olvidarlo.