10 de enero de 2012
alcalorpolitico.com
Mejor adjetivación no pudo usar el subsecretario del Trabajo federal, Joaquín Blanes Casas, quien el pasado sábado, en la plaza cívica “Mártires 7 de enero de 1907” de Río Blanco, le dijo al gobernador Javier Duarte de Ochoa que la Federación reconoce y valora su “valiente determinación” para atender los temas que afronta su gobierno, especialmente en el combate a la delincuencia, “a la que usted ha hecho frente con mano firme, con inteligencia y con pleno respeto a los derechos humanos y al Estado de Derecho”.
Pero este elogio del funcionario federal no es gratuito. Va acompañado naturalmente de la cercanía que el gobernador de Veracruz ha tenido con el presidente Felipe Calderón y también por haber alineado las políticas de seguridad de la entidad al combate frontal del titular del Ejecutivo de la nación al crimen organizado.
El elogio, pues, no es gratuito porque como lo hemos anotado aquí en otros momentos, las acciones de Javier Duarte le han costado incluso popularidad, pero finalmente, como él mismo lo indica, le han permitido sembrar y abonar para una mayor tranquilidad de las familias veracruzanas.
Dicho elogio, enfatizamos, va acompañado de acciones concretas, puntuales, del mandatario veracruzano no sólo para combatir de frente a la delincuencia para garantizar la seguridad sino también en el trabajo de la depuración de los cuerpos policiales, en donde, dicho sea de paso, ha contado con el trabajo perseverante de su secretario de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón, y de su secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita.
En la depuración de los cuerpos de seguridad las acciones han sido muy concretas y han estado dirigidas en tres rutas:
1. La transferencia de cuerpos policiacos municipales al gobierno del estado. El 22 de diciembre de 2010 la policía municipal de Tantoyuca pasó a la SSP, al igual que la de La Antigua, según consta en la Gaceta Oficial del Estado de Veracruz. El 25 de febrero pasó la de Tampico Alto. El 14 de marzo le correspondió a Rafael Lucio y el 13 de mayo a Soledad de Doblado.
2. La transferencia de las funciones de Tránsito y Vialidad municipal al estado. El 7 de enero las Direcciones de Tránsito de los municipios de Veracruz y Boca del Río pasaron a la entonces Dirección General de Tránsito y Transporte, y el 4 de julio se disolvió la corporación de Xalapa.
3. La disolución de las policías intermunicipales. La primera fue la Policía Intermunicipal Xalapa-Banderilla-Tlalnelhuayocan, según Decreto publicado el miércoles 25 de mayo en el número 158 de la Gaceta Oficial del Estado de Veracruz. La segunda fue la extinción de la Policía Intermunicipal Veracruz-Boca del Río, tal y como quedó asentado en el Decreto publicado el martes 20 de diciembre en el número 413 de la Gaceta Oficial.
En una carta enviada a un periódico porteño, en donde se criticó sesgadamente este ingente trabajo de renovación policial de Veracruz, y que fue publicada el último día del 2011, el gobernador Duarte de Ochoa aclaró contundentemente que “hoy en Veracruz hay una mejora sustancial en materia de seguridad, tarea en la que trabajamos diariamente, tal como es la responsabilidad de todo gobierno”.
Severo, el gobernador sostuvo que “desde el primer día de esta administración, y hay pruebas claras al respecto, ha sido prioridad la atención a la agenda de Seguridad Pública y en particular a la depuración y profesionalización de los cuerpos policiales”.
Y, cronológicamente, señaló una a una las acciones tomadas en esta materia. Se refiere a la disolución de los cuerpos de policía, a las transferencias de las funciones de Tránsito y también a la creación de un nuevo modelo policial con elementos con mayor perfil, mayor preparación y mayor compromiso con la sociedad. Hizo alusión a la Operación Coordinada “Veracruz Seguro”, la cual, aclaró, él gestionó ante la Federación y precisó que ha tenido “resultados tangibles y comprobables en favor de la armonía en el estado”.
El esfuerzo para la creación de una nueva policía también es destacable en este primer año de gobierno.
A escasos diez kilómetros de la ciudad capital, y muy cerca de la famosa hacienda donde viviera el seductor de la Patria, don Antonio López de Santa Anna, en la Academia de Policía de El Lencero, se forman actualmente las nuevas generaciones de policías de Veracruz.
Se trata, ha dicho el gobernador Javier Duarte, de la formación de cadetes bajo un Nuevo Modelo Policial para ser más eficaces en la tarea de velar por la legalidad. Vehemente, el mandatario comentó el 23 de diciembre del año pasado, al ingresar la segunda generación: “Sabemos que la compra de equipo y armamento, el mejoramiento de instalaciones y aún el reforzamiento de nuestro marco jurídico, serán en vano si no contamos con policías confiables”.
De la Academia de Policía han egresado dos generaciones. La primera con 379 elementos, el 30 de septiembre de 2011, y la segunda, con 367, el 23 de diciembre. Este 10 de enero de 2012 ingresa la tercera generación con cerca de 400 aspirantes.
El secretario de Seguridad, Arturo Bermúdez, ha comentado en diversas ocasiones que el programa del nuevo modelo policial del gobierno del estado no es fortuito, sigue los lineamientos del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad firmados por Veracruz en 2008 y ratificados en el Acuerdo de Gobernadores por la Seguridad Pública, llamado también Acuerdo de Chihuahua, signado por Javier Duarte como mandatario electo el 12 de octubre de 2010.
“Hemos hecho una selección minuciosa y una convocatoria en todo el estado promoviendo un trabajo digno, un trabajo decoroso, un espacio laboral con todas las garantías que marca la ley y la capacitación adecuada para que los veracruzanos no sólo se sientan sino que estén bien protegidos”.
El viernes 23 de diciembre, al clausurar el segundo curso de formación del Nuevo Modelo Policial, Javier Duarte recordó que en el Acuerdo de Chihuahua asumió sin dilación el compromiso de depurar y profesionalizar a los policías veracruzanos. “Se trata de mujeres y hombres que aman a su tierra y están dispuestos a todo por servirla. Esto es posible, pues hemos conservado a los mejores servidores y formamos a otros nuevos, con un perfil al más alto nivel”.
Ahí, ante 367 nuevos policías –de entre ellos 70 mujeres– el mandatario veracruzano dijo compartir con ellos la convicción de que es un honor ser parte de esta nueva policía, la que en algunos años será conocida como modelo de capacidad, honradez y respeto ciudadano. “Los exhorto a ganarse la confianza ciudadana con honestidad, valentía y patriotismo”.
Con todas estas acciones y resultados, para nada es gratuita la adjetivación que sobre Duarte de Ochoa hizo el subsecretario del Trabajo federal, Joaquín Blanes Casas, en la plaza cívica “Mártires 7 de enero de 1907” de Río Blanco.
¿Que aún falta mucho en materia de seguridad? Evidentemente que sí, pero por algo se empieza. Y el gobernador Javier Duarte al menos está mostrando voluntad de querer cambiar las cosas, además de su manifiesta decisión de combatir, en vez de encubrir, al crimen organizado.
Pero este elogio del funcionario federal no es gratuito. Va acompañado naturalmente de la cercanía que el gobernador de Veracruz ha tenido con el presidente Felipe Calderón y también por haber alineado las políticas de seguridad de la entidad al combate frontal del titular del Ejecutivo de la nación al crimen organizado.
El elogio, pues, no es gratuito porque como lo hemos anotado aquí en otros momentos, las acciones de Javier Duarte le han costado incluso popularidad, pero finalmente, como él mismo lo indica, le han permitido sembrar y abonar para una mayor tranquilidad de las familias veracruzanas.
Dicho elogio, enfatizamos, va acompañado de acciones concretas, puntuales, del mandatario veracruzano no sólo para combatir de frente a la delincuencia para garantizar la seguridad sino también en el trabajo de la depuración de los cuerpos policiales, en donde, dicho sea de paso, ha contado con el trabajo perseverante de su secretario de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón, y de su secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita.
En la depuración de los cuerpos de seguridad las acciones han sido muy concretas y han estado dirigidas en tres rutas:
1. La transferencia de cuerpos policiacos municipales al gobierno del estado. El 22 de diciembre de 2010 la policía municipal de Tantoyuca pasó a la SSP, al igual que la de La Antigua, según consta en la Gaceta Oficial del Estado de Veracruz. El 25 de febrero pasó la de Tampico Alto. El 14 de marzo le correspondió a Rafael Lucio y el 13 de mayo a Soledad de Doblado.
2. La transferencia de las funciones de Tránsito y Vialidad municipal al estado. El 7 de enero las Direcciones de Tránsito de los municipios de Veracruz y Boca del Río pasaron a la entonces Dirección General de Tránsito y Transporte, y el 4 de julio se disolvió la corporación de Xalapa.
3. La disolución de las policías intermunicipales. La primera fue la Policía Intermunicipal Xalapa-Banderilla-Tlalnelhuayocan, según Decreto publicado el miércoles 25 de mayo en el número 158 de la Gaceta Oficial del Estado de Veracruz. La segunda fue la extinción de la Policía Intermunicipal Veracruz-Boca del Río, tal y como quedó asentado en el Decreto publicado el martes 20 de diciembre en el número 413 de la Gaceta Oficial.
En una carta enviada a un periódico porteño, en donde se criticó sesgadamente este ingente trabajo de renovación policial de Veracruz, y que fue publicada el último día del 2011, el gobernador Duarte de Ochoa aclaró contundentemente que “hoy en Veracruz hay una mejora sustancial en materia de seguridad, tarea en la que trabajamos diariamente, tal como es la responsabilidad de todo gobierno”.
Severo, el gobernador sostuvo que “desde el primer día de esta administración, y hay pruebas claras al respecto, ha sido prioridad la atención a la agenda de Seguridad Pública y en particular a la depuración y profesionalización de los cuerpos policiales”.
Y, cronológicamente, señaló una a una las acciones tomadas en esta materia. Se refiere a la disolución de los cuerpos de policía, a las transferencias de las funciones de Tránsito y también a la creación de un nuevo modelo policial con elementos con mayor perfil, mayor preparación y mayor compromiso con la sociedad. Hizo alusión a la Operación Coordinada “Veracruz Seguro”, la cual, aclaró, él gestionó ante la Federación y precisó que ha tenido “resultados tangibles y comprobables en favor de la armonía en el estado”.
El esfuerzo para la creación de una nueva policía también es destacable en este primer año de gobierno.
A escasos diez kilómetros de la ciudad capital, y muy cerca de la famosa hacienda donde viviera el seductor de la Patria, don Antonio López de Santa Anna, en la Academia de Policía de El Lencero, se forman actualmente las nuevas generaciones de policías de Veracruz.
Se trata, ha dicho el gobernador Javier Duarte, de la formación de cadetes bajo un Nuevo Modelo Policial para ser más eficaces en la tarea de velar por la legalidad. Vehemente, el mandatario comentó el 23 de diciembre del año pasado, al ingresar la segunda generación: “Sabemos que la compra de equipo y armamento, el mejoramiento de instalaciones y aún el reforzamiento de nuestro marco jurídico, serán en vano si no contamos con policías confiables”.
De la Academia de Policía han egresado dos generaciones. La primera con 379 elementos, el 30 de septiembre de 2011, y la segunda, con 367, el 23 de diciembre. Este 10 de enero de 2012 ingresa la tercera generación con cerca de 400 aspirantes.
El secretario de Seguridad, Arturo Bermúdez, ha comentado en diversas ocasiones que el programa del nuevo modelo policial del gobierno del estado no es fortuito, sigue los lineamientos del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad firmados por Veracruz en 2008 y ratificados en el Acuerdo de Gobernadores por la Seguridad Pública, llamado también Acuerdo de Chihuahua, signado por Javier Duarte como mandatario electo el 12 de octubre de 2010.
“Hemos hecho una selección minuciosa y una convocatoria en todo el estado promoviendo un trabajo digno, un trabajo decoroso, un espacio laboral con todas las garantías que marca la ley y la capacitación adecuada para que los veracruzanos no sólo se sientan sino que estén bien protegidos”.
El viernes 23 de diciembre, al clausurar el segundo curso de formación del Nuevo Modelo Policial, Javier Duarte recordó que en el Acuerdo de Chihuahua asumió sin dilación el compromiso de depurar y profesionalizar a los policías veracruzanos. “Se trata de mujeres y hombres que aman a su tierra y están dispuestos a todo por servirla. Esto es posible, pues hemos conservado a los mejores servidores y formamos a otros nuevos, con un perfil al más alto nivel”.
Ahí, ante 367 nuevos policías –de entre ellos 70 mujeres– el mandatario veracruzano dijo compartir con ellos la convicción de que es un honor ser parte de esta nueva policía, la que en algunos años será conocida como modelo de capacidad, honradez y respeto ciudadano. “Los exhorto a ganarse la confianza ciudadana con honestidad, valentía y patriotismo”.
Con todas estas acciones y resultados, para nada es gratuita la adjetivación que sobre Duarte de Ochoa hizo el subsecretario del Trabajo federal, Joaquín Blanes Casas, en la plaza cívica “Mártires 7 de enero de 1907” de Río Blanco.
¿Que aún falta mucho en materia de seguridad? Evidentemente que sí, pero por algo se empieza. Y el gobernador Javier Duarte al menos está mostrando voluntad de querer cambiar las cosas, además de su manifiesta decisión de combatir, en vez de encubrir, al crimen organizado.