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Columnas y artículos de opinión
Poza Rica (4a. parte)
Luciano Blanco González
18 de febrero de 2012
alcalorpolitico.com
Los Goyos

Merino, era el dueño de todo, menos de las conciencias del pueblo, en el año de 1958 habría elecciones de Ayuntamiento, la población estaba cansada de los abusos de los lideres petroleros, aliados obedientes y sumisos del Superintendente de PEMEX, surgía a la par una generación rebelde que no compartía el estilo déspota, imperativo y autoritario de los gobernantes y dirigentes en turno, que imponían en todos los puestos de elección popular y de mando a cómplices e incondicionales sin importar la voluntad popular.

En aquel tiempo, en el Municipio destacaba el humanismo hipocrático de dos eminencias medicas, El Doctor Fausto Dávila Solís y Francisco Villa Rentería, el Primero tenia su consultorio en la Colonia Obrera en pleno centro de la Ciudad, Dávila era el medico de los pobres, de los desvalidos, de los que nada tienen, era además un medico idealista y soñador utópico, muy comprometido con las causas populares, alguna vez fue preso político del campo militar numero1 y de las mazmorras de Lecumberri, él, atendía sin distingos y aceptaba que le pagara la consulta, solo el que la pudiera pagar y le sobrara para comer ese día, por lo que, en general desde las 4 de la madrugada, la cola de pacientes ya daba vuelta a la manzana, atendía con una diligencia que cada uno de los pacientes aunque fueran los últimos, eran tratados con un carácter amigable y paternal, si alguien merece el nombre de mártir de la democracia en Poza Rica, indudablemente que es el.


Por su lado el Doctor Francisco Villa Rentería, de los pocos hijos reconocidos del Centauro Del Norte, era un Médico Militar, más especializado, seco de trato, pero muy bondadoso, el cual como hijo del Centauro, tenía que salir Dorado y compartía con Dávila la inconformidad en contra de las arbitrariedades e injusticias sociales.

Fue providencial para el Municipio, la presencia de un dirigente magisterial que en su historial tenia ya, el haber sido dirigente y fundador en Veracruz de la Sección 32 del SNTE, uno de sus primeros líderes, el preclaro Profesor Isidro Capitanachi Pancardo, quien sentía en la efervescente burbuja de la ciudad, el batir latente que experimentaban en aquel 1958 todos los sindicatos de trabajadores en el país, Los ferrocarrileros con Demetrio Vallejo, Los Maestros con Othon Salazar, los campesinos con Rubén Jaramillo, los médicos y trabajadores postales, todos luchando contra el charrísimo y por la democratización de México, en la organización del movimiento estaba la frágil y valerosa maestra Marianita Peña de Olivares, el eterno luchador social por su ciudad y por sus convicciones Don Heriberto Martínez (Martinitos) el impresor y periodista Víctor Meseguer, el maestro masón y líder obrero Rufinito Rodríguez y muchos más que la ingrata documental nos oculta.

Todos ellos comenzaron a organizar un frente popular para luchar contra los abusos y corruptelas de la camarilla sindical Vivanquista y contra la postulación de Manuel Salas Castelán como candidato a la Presidencia Municipal, logrando conglomerar a miles y miles de pozarricenses que hicieron causa común y quienes a pesar de las presiones y amenazas de los testaferros Charristas, participaron en un movimiento histórico, sin el cual no se concibe la evolución política de Poza Rica, denominado “Los Goyos” (aunque originalmente este era el movimiento de trabajadores que luchaban por la reivindicación de sus derechos sindicales contra Vivanco) seguramente en honor de Don Gregorio L. González, primer líder petrolero de Poza Rica que con arrojo defendió los derechos de los trabajadores Mexicanos frente a la poderosa Compañía petrolera “El Águila”. Todos ellos, institucionalmente, quizás pecando de ingenuos, pero en un acto de fe, creyendo en el imperio de la democracia, para participar en las elecciones Municipales, por el camino de la legalidad, se agruparon en el Partido Demócrata Pozarricense, fortalecido por la Coalición Nacional Revolucionaria, presentando una alternativa que postulaba como candidato a la Presidencia Municipal al Doctor Fausto Dávila Solís.


El día 5 de Octubre, día de la elección, los simpatizantes de Dávila se aglomeraban en las casillas para votar y corear consignas a favor de su candidato y en contra de los caciques, los representantes del Partido Demócrata Pozarricense, fueron retirados de las casillas a punta de pistola, las urnas ya estaban rellenas de votos a favor de Salas Castelán, el fraude electoral estaba cínicamente consumado.

El local de la coalición….