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Columnas y artículos de opinión
Prosa Aprisa
La foto en Notiver
Arturo Reyes Isidoro
23 de febrero de 2012
alcalorpolitico.com
A menos que sus enemigos o los que no quieren que salga adelante aleguen que se trata de un fotomontaje, la fotografía que se publicó este miércoles en el diario Notiver del puerto jarocho es más que contundente: Josefina Vázquez Mota, la candidata presidencial del PAN, y Miguel Ángel Yunes Linares, el operador político en el estado del presidente Felipe Calderón y del fallido aspirante blanquiazul a la Presidencia Ernesto Cordero Arroyo, se ven en un abrazo de esos de apapacho, mirando fijamente a la cámara y con una sonrisa que denota tranquilidad, y no es para menos: en lo inmediato ambos han logrado su propósito personal, ella ganando la candidatura a la “grande” y él consiguiendo la de su hijo Fernando al Senado de la República. Aun cuando en el primer tramo fueron oponentes, pues él trabajó para la causa corderista, ambos comparten ahora una experiencia parecida: los dos tuvieron que vencer circunstancias que tenían en contra, ella al propio Presidente y todo lo que representa, que a toda costa trató de imponer al candidato presidencial, y él a la dirigencia estatal del PAN y al panismo duro, recalcitrante, del centro del estado, que no lo quieren y al que el propio Julen Rementería del Puerto, del puerto de Veracruz, indirectamente, dolido por la derrota que sufrió el domingo pasado a manos de Fernando Yunes Márquez, lo calificó como “ex priista de dudosa reputación”. Cosas de la política. Oponentes antes, ese pequeño gran detalle de haber tenido que remar contra la corriente y de haber salvado con éxito todos los escollos puede ser ahora el hilo conector entre doña Chepina y Miguel Ángel, que no quiere que le den sino que lo pongan donde hay. A ver si no termina siendo, por encima de Alejandro “Pipo” Vázquez Cuevas y de Julen, el hombre imprescindible en Veracruz de la candidata y del panismo nacional para todo lo que ya está encima.
 
Habiendo aprendido ya algo de política y de cómo se opera o de cómo funciona, el famoso Pipo habrá todavía de recibir muchas lecciones, algunas muy amargas, que no ha probado hasta ahora (don Adolfo Ruiz Cortines hablaba de aprender a tragar sapos sin hacer muecas), pero que lo pondrán ante lo descarnado que es la política: cobijos, lealtades, alianzas, apoyos, amistades no cuentan cuando de un interés superior se trata, y para la señora Vázquez Mota no hay mayor interés que el de alcanzar la Presidencia, y ahora, ya lo vio, los resultados del domingo se lo demostraron, el que le ofrece mayor número de votos en el estado, el que tiene experiencia y capacidad de movilización, el que la puede ayudar a alcanzar su máxima aspiración es Yunes Linares y seguramente con él y con su hijo habrá de hacer alianza les guste o no a Pipo y a Julen que, ingenuamente, reclaman el derecho de exclusividad para operar para ella en la entidad. Vázquez Cuevas, que presumía del famoso “proyecto de los Vázquez” (Vázquez Mota-Vázquez Cuevas) verá ahora, con decepción y con tristeza, cómo cuando la señora jale al otro y con el otro todos los que se dicen sus amigos y sus aliados se le irán alejando, lo irán dejando solo, porque así es la política de ingrata y de interesada.
 
Tanto Julen como Pipo alegan chanchullos, triquiñuelas, cochinadas, marranadas diría Vicente Fox, de los Yunes Linares-Márquez y anuncian que van a impugnar el resultado del domingo. Están en todo su derecho. A mí lo que me quedó claro es que el joven Fernando Yunes Márquez anunció su triunfo con la copia de las boletas en mano y bien se dice que papelito habla. Pero habrá que ver qué dice el tribunal interno blanquiazul y qué actitud asumen en el CEN panista y en el equipo de la señora Josefina Vázquez Mota. Para mí que ese arroz ya se coció.
 
Por otro lado, me pregunto si los del PRI no necesitarán que les revienten un cohete por detrás para ver si despiertan. O es que de plano ya perdieron la capacidad de reacción o es que ya no dan para más o es que no tienen ni un peso para actuar o las tres cosas juntas. Y es que toda la semana pasada el que mantuvo en vilo y acaparó la atención mediática y política fue el PAN con su proceso electivo de candidatos, mientras que prácticamente los potenciales votantes ni se enteraron ni nadie se esmeró por decirles a través de la publicidad masiva en los medios, que los priistas ya tienen candidatos formales, pero más que eso, que ofrecen propuestas atractivas por reales, viables, de reformas para mejorar las condiciones del país y del estado. Se concretaron a enviar unos boletincitos de sus asambleas distritales que no interesaron mayormente a los medios ni los publicaron salvo excepciones, pero no hubo una tarea mediática a fondo para neutralizar la presencia blanquiazul en los medios como tampoco para destacar la presencia tricolor, y por lo tanto la imagen positiva que quedó entre el electorado es que con todas las acusaciones e inconformidades que se quieran, con todas sus imperfecciones, los panistas realizaron un proceso eleccionario y sus candidatos tienen la legitimidad de haber surgido de un proceso democrático. Cierto, la publicidad cuesta, pero por todo lo que está juego los priistas no debieran escatimar centavo alguno para hacerse publicidad y fortalecer su imagen y con ello su presencia ante el electorado.
 
Me llamó la atención que medios y columnistas, incluso muchos no afines ni bienquerientes de los Yunes Linares-Márquez, se ocuparon ahora de ellos, de su triunfo, dieron un giro a sus posturas y han acabado reconociendo su triunfo, dedicándoles todo el espacio posible, lo que, a mi juicio, es sano para la vida plural de Veracruz.
 
Pero el desarrollo del proceso electoral interno panista, su éxito, también lo ha sido del Gobierno del Estado. Fue una muestra del respeto de las autoridades para los actores políticos de la oposición, su más seria oposición. Las acusaciones, denuncias, inconformidades, señalamientos, han sido entre los propios contendientes blanquiazules, pero nada que hable mal del comportamiento oficial, de las autoridades estatales. Eso tiene que reconocerse y destacarse. Aunque los gobernantes, de cualquier signo, no pueden despojarse de su condición de militantes políticos y de su responsabilidad para mantener la hegemonía de su partido y por lo tanto el poder en su poder, así como de su liderazgo político, que se supone encarnan, para mantener e incrementar la fortaleza de sus siglas y colores. Si no actúan, o si no actúan a tiempo a favor de su causa, es y será su responsabilidad. El caso más patente, con todo y que se le critique y que se le repruebe, es el de Felipe Calderón, que no solo es Presidente de la república sino que se asume también presidente formal de su partido.
 
En general, a todas luces la apertura, el respeto, las facilidades que se dieron a los contendientes el domingo pasado son sanos para la vida democrática del estado y los que salimos ganando somos los ciudadanos, los electores. Los partidos ya tienen candidatos, los ciudadanos ya tenemos opciones. Ahora nos toca actuar en consecuencia.