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Columnas y artículos de opinión
Tierra de Babel
Al Capone today…
Jorge Arturo Rodríguez
28 de febrero de 2012
alcalorpolitico.com
No sé si fue Sócrates quien dijo que los jóvenes hoy en día son unos tiranos, contradicen a sus padres, devoran su comida y le faltan al respeto a sus maestros. De cualquier forma, mucho hay de cierto en estas palabras, ya no hay moral, dijeran por ahí. Nuestra sociedad está tan descompuesta que no sólo soportamos el chiquero político electoral, sino también la suciedad total que se cuela por doquier, tanto que hasta nos acostumbramos y por eso pensamos y decimos pos que no pasa nada, aunque el desperdicio lo tengamos frente a nuestras narices. Indiferencia, cierto. ¿Qué nos queda?

Pero lo afirmado por Sócrates (si es que fue él; oriéntenme mis fans) se aplica en estos tiempos a todos. Como que todos llegamos a ser tiranos, déspotas, opresores, injustos; contradecimos nomás porque sí, pa’ chingar al prójimo próximo pendejo; devoramos cuanto se nos antoja (el consumismo andando), nos devoramos mutuamente (canibalismo contemporáneo), a ver quién madres sale ganando, pero primero yo, a güevo.

Y lo peor, no nos respetamos ni a nosotros mismos (pocos quedamos que respetamos a nuestra propia madre, porque parece que está aumentando el matricidio). Como que todo se nos ha hecho tan normal, es decir, ya es normal enterarnos de muertitos (con o sin cabezas) tirados en las calles, enterarnos (si es que no lo hemos sufrido) de robos, violencia, secuestros, extorsiones, crímenes pasionales, suicidios, matanzas y un chorizal etcétera.


Vaya, fíjense ustedes, que cosas tiene la vida, el mismísimo Al Capone en entrevista con el periodista Cornelius Vanderbilt Jr., en 1931, declaró: “Hoy en día, ya la gente no respeta nada. Antes, poníamos en un pedestal la virtud, el honor, la verdad y la ley… La corrupción campea en la vida americana de nuestros días. Donde no se obedece otra ley, la corrupción es la única ley. La corrupción está minando este país. La virtud, el honor y la ley se han esfumado de nuestras vidas”. ¡Órale! ¿Cómo la ven?
Como que eso nos recuerda a estos tiempos violentos por los que atraviesa nuestro país, ¿no? Y la situación promete seguir de la chingada. Más si descuidamos el futuro de nuestros jóvenes que es el presente que nosotros estamos dizque construyendo.

La cosa se pone color de hormiga, cierto, aquí, allá y acullá. Pero pa’ que irnos tan lejos. Aquí en nuestra linda Xalapa, la violencia, robos y demás va en aumento. Lo que pasó con la pandilla de “Los Muñecos” en días pasados es para alarmarse y actuar. Las autoridades a aplicarse en la instrumentación de programas y acciones reales, concretas, a corto plazo, para impedir el crecimiento de grupos (¿cómo chingaos llamarles?) de jóvenes que no tienen oportunidades de empleo, por decir lo obvio, y fácilmente caen en la delincuencia. Y nosotros los padres a no descuidarlos. Suena sencillo, pero no lo es. El problema es más complejo y pos hay que entrarle, ¿no? Que no se nos vaya de las manos nuestra linda ciudad capital de Veracruz. Hay que hacer algo.

De cinismo y anexas


Hace unos días me dio gusto encontrar el libro “Patas arriba”, de Eduardo Galeano. Lo he empezado a releer y en esta sección, si me lo permiten mis fans, les iré compartiendo algunas líneas. Mientras tanto, les dejo lo que dice en la contraportada: “Hace ciento treinta años, después de visitar el país de las maravillas, Alicia se metió en un espejo para descubrir el mundo al revés. Si Alicia renaciera en nuestros días, no necesitaría atravesar ningún espejo: le bastaría con asomarse a la ventana”.
El mundo al revés está aquí: “es el mundo tal cual es, con la izquierda a la derecha, el ombligo en la espalda y la cabeza en los pies”.
Ahí se ven.

Hasta la próxima

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