La postulante panista <<JoVaMo>> señaló “…que el hecho de que la contienda electoral sea sólo entre Peña Nieto y ella, es una decisión de la propia ciudadanía”. Cada quien tiene derecho a vestirse como le de la gana…

Aún no se apagan los ecos de la mini revuelta que encabezó Canek Vázquez, el mismo que tripuló a los jóvenes del PRI y que por esa vía llegó a San Lázaro. Pero se picó en la práctica del pragmatismo de César Garizurieta, y pretendió extender su vigencia en la nómina como Apóstol del Ocio, y al serle negado su acceso al senado, pues brincó. Se negaba a vivir en el error, y apeló, como era lógico, al apoyo del Jefe Beltrones, pero éste, montado en lo que alguna vez auguramos que negociaría, no lo peló.

Manlio Fabio Beltrones, aseguramos en los días fríos de enero, que al dejar el camino libre a Enrique Peña Nieto, habría listado su requisición de candidaturas y favores. Y le han cumplido.


No esperaría a ver ganar a Peña Nieto. Su cheque cobradero de inmediato sería una candidatura plurinominal <<y además la número uno y la coordinación en la cámara>> para San Lázaro, y algunas más para sus amigos y colaboradores como Manuel Añorve y Trenti. Llueva o truene, aseguró su espacio de poder por otros tres años más.

Pero Manlio no debe refocilarse alaciándose los bigotes. El CEN de su partido debe ponerlo a trabajar; debe ir a la calle, a los pueblos, a los centros de discusión en busca de votos para su partido, aunque él, de entrada, nade en la seguridad del mandato cumplido, aún sin elecciones. Y como a él, a toda la caterva de los sin mérito que han sido incluidos en las listas del confort legislativo.

Pero en el ruido del PRI ha permitido a los PAN esconderse en la sombra. En ese partido hay una revuelta que ha tratado de ser sofocada con el silencio; con el mutis de no andar en las columnas de los medios; con la chabacanería de los <<analistas políticos>> que andan en otras aguas: las del contubernio que bombardea la dádiva; la iguala cómplice que en la omisión tiene su compensación.


Algunos lodosos, como el alcalde de Monterrey, Fernando Larrazabal Bretón, prototipo de lo que no debe ser un funcionario, ha sido beneficiado con su bolsa de protección de fuero, al ser incluido en una lista plurinominal. Y como él, otros más.

Pero como decía Sebastián Lerdo de Tejada en San Lázaro: Unos cobran con la izquierda y pegan con la derecha, habida cuenta de que la filosofía refranera señala: “que en la arena política, todo se vale, como en la guerra”

El trapecio y el trampolín se justifican en aras de la muletilla de tener “experiencia”. Al menos esa es la justificación de los que brincan de un espacio a otro, bajo el disfraz de liderazgos apócrifos, como si “los representados” votaran por el partido que los favorece.


En el PRI, al menos, hubo la mesura y prudencia de no llevar a los listados, a personajes cuestionados, más que por la sociedad nacional, por los intereses partidistas de sus opositores políticos.

PD. ¿Porqué será que: De Ernesto Cordero “para abajo”, todos quieren llegar al Congreso de la Unión? ¿Precaución o apóstoles del ocio?