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Columnas y artículos de opinión
La responsabilidad universitaria
Guillermo H. Zúñiga Martínez
3 de marzo de 2012
alcalorpolitico.com
La capacidad de asombro -espero que usted concuerde con un servidor-, se va diluyendo poco a poco.

Las facetas que se descubren día a día en la Internet están familiarizándose constantemente por el talento que muchos hombres y mujeres utilizan para multiplicar los beneficios de esta arma poderosa para la comunicación y formación humanas.

Me da gusto, por ejemplo, enterarme que la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), haya emprendido una marcha que no tiene retorno.


Esa universidad es privada, no presencial, su sede está en Barcelona aunque actúa con diversos puntos de apoyo en el resto de España, Andorra, Italia y parte importante en Latinoamérica.

Es una casa de estudios que promueve el catalán como también el castellano y se le conoce como una novedad en cuanto a su organización porque la titularidad corresponde a una fundación pública desde el año de 1994, cuando en su régimen interno pertenece al derecho privado, se rige por un patronato integrado por entidades públicas y privadas. En estos días su presupuesto se compone en un 70% de fondos privados y un 30% de recursos públicos.

Seguramente en el camino va a encontrar mejores y más atractivas aplicaciones de lo que se conoce como educación a distancia. Esa institución construirá, a partir del próximo mes de mayo, una página web llamativa y útil porque más allá de ofrecer carreras en línea para otorgar tal o cual título, lo que han pensando sus investigadores es algo totalmente diferente y moderno.


En la página web las personas e instituciones, al explorar su contenido, van a encontrar multitud de recursos prácticos que les permitirán llevar a cabo trabajos en el campo de la solidaridad. Los autores dicen que están creando lo que han denominado una verdadera “ciudad virtual” y ponen ejemplos, dado que afirman que en todo conglomerado social vinculado al progreso existen bancos y también ésta los tendrá porque será una fuente de información que comunicará a los interesados con organizaciones dedicadas a la banca ética, lo cual es un nuevo concepto y una naciente función con aristas de profundidad humana.

La “ciudad virtual” contará con hospitales donde los interesados podrán indagar sobre técnicas de diagnóstico y realizarán las consultas que estimen necesarias, todo en línea, razón por la cual sería muy importante conocer esta programación para aprovecharla en las sociedades modernas.

La Universidad catalana, en voz de Eduard Vinyamatas, ha manifestado su intención de reforzar con esta iniciativa sus programas conocidos con el nombre de Campus para la Paz y la Solidaridad, lo que indica una propuesta sobre el servicio porque se van a complementar con la oferta gratuita del soporte informático y pedagógico. Esta contribución permitirá a las ONG ponerse a trabajar en cursos de formación que beneficiarán directamente a instituciones como la Cruz Roja, Amnistía Internacional o la Sociedad de Ingenieros sin Fronteras.


Los universitarios de Catalunya están laborando de manera consciente y con toda su capacidad para preparar materiales educativos específicos que serán destinados a zonas determinadas y lo que realmente es muy atractivo es que van a formular programas orientados a distintos niveles y grados.

Cuando una Universidad trabaja pensando en el beneficio de los ciudadanos, refleja la generosidad de los mentores que la dirigen, la madurez que tienen para insertarse en el contexto social y coadyuvar en cada uno de los proyectos que tendrán resultados positivos a mediano y largo plazos.

Se entiende y se disfruta cómo los funcionarios de esa universidad catalana demuestran su espíritu de educadores porque experimentan solidaridad y amor hacia las causas sociales más sentidas y prominentes de la comunidad.


Si usted aprecia lo que están haciendo en Catalunya, se dará cuenta de que tiene como propósito usar la inteligencia y el conocimiento en favor del pueblo; sus propuestas nacen sin actitudes demagógicas ni populistas, inhumanas o deplorables que es lo que singulariza a otros servidores públicos del mundo subdesarrollado que se creen dueños de la verdad y de las instituciones mismas.

Las universidades, además de cumplir con las tareas de enseñanza, difusión cultural e investigación técnica y científica, deben tener como obligación servir a la sociedad en general y principalmente a los sectores marginados.

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