Si se llegara a confirmar legalmente lo informado en exclusiva a la reportera Amigzaday López Beltrán, del portal RadioVer, por Javier Limón Segovia, coordinador del programa de Vivienda Popular y ex asesor del senador perredista Arturo Herviz Reyes, estaríamos no ante un mar sino ante todo un océano de corrupción en el que no solo estarían involucrados el propio legislador del sol azteca, sino también líderes sindicales, alcaldes, regidores y asociaciones y compañías constructoras.

 

La colega y columnista publicó el viernes y el domingo pasados dos notas informativas con base en declaraciones y en información testimonial que le proporcionó Limón Segovia, hoy prófugo de la justicia, en el que señala que el fraude en perjuicio de 12 mil personas de 60 municipios del estado no llega a los mil millones, como se acusa, sino a solo 125, y, por lo que declara, si la cifra aumenta es porque muchos de los involucrados echaron el gato a retozar aprovechándose de la necesidad de los interesados en poseer una vivienda, como el ex dirigente del Sindicato Unificador al Servicio del Estado y del Magisterio (Sutsem), Ricardo Diz Herlindo, que en su momento aportó 13 millones de pesos pero el reclamo que hacen sus agremiados suma casi 45 millones, por lo que andarían volando 32 millones, que si las autoridades judiciales se interesaran en aclarar el asunto podría quedar en claro no solo el fraude de no habérseles entregado sus casas sino el de haber sido engañados y despojados de su dinero por sus propios dirigentes.

 

De acuerdo a lo publicado por la también columnista, Javier Limón Segovia vive ahora en Rusia desde donde habló con ella y le envió las actas notariadas y desde donde amenaza regresar pronto, no obstante no estar amparado, para darle resultados a los defraudados a sabiendas del riesgo que correr de ir a parar a la cárcel. “Van a recuperar su dinero y se van a construir sus casas”, ofrece y agrega: “Ya estoy harto de que todos se deslinden y me responsabilicen… no he contestado nada hasta ahora, pero ya basta”.

 

Amigzaday anota en una de sus entregas que el nombre de Limón Segovia aparece más de 47 mil veces en Google y la mayoría de las referencias son negativas. Pero el hombre asegura que tiene documentos para probar que Jesús Lavarino López, de Arquitectos en Proyectos Económicos, y Xavier Horsch, de EGM Holding Corporation, así como Arturo Herviz son los verdaderos responsables del fraude de las Sociedades Financieras de Objetos Múltiples (Sofom); que no anda huyendo sino que está en Rusia para resolver el problema (?) y que si tiene que ir a dar a prisión lo hará junto con el senador perredista y los otros.

 

En el portal de RadioVer se publicó una imagen de la copia facsimilar de un acta de las que, se asegura, les envió el hoy acusado, en las que aparecen las firmas de los dirigentes y de las autoridades municipales, certificadas por el notario Isidro Cornelio Pérez, quien el pasado 13 de febrero recibió la autorización oficial para separarse de su notaría a efecto de pasar a ser asesor del Procurador General de Justicia, Felipe Amadeo Flores Espinosa. En esas actas, registra la reportera y columnista, se detallan las cantidades que organizaciones, sindicatos y ayuntamientos habrían reconocido que aportaron a la Sofom.

 

Ahí es donde, según su nota, aparece que Diz Herlindo, entonces dirigente del Sutsem hizo cuatro aportaciones el 20 de enero de 2010 por montos de cinco millones, cuatro millones, tres y medio millones y un millón 200 mil pesos, respectivamente. “Él firma por 13 millones y lo peor de todo, él participó con alrededor de dos mil viviendas… nosotros hemos hecho el recuento y el reclamo de las devoluciones del Sutsem y éstas van de 45 a 50 millones de pesos… pero la Sofom solo recibió 13; los maestros reclaman casi 50 millones de pesos y hasta él está reclamando 22 millones de pesos, pues de qué se trata”.

 

A decir de Limón Segovia, Diz Herlindo y su operador financiero Ángel Romero Zapata “se llevaron un montón de dinero… ellos se quedaron con gran parte del dinero de los maestros y ellos tendrán que darles cuenta. Nosotros con la Sofom tendríamos que ver por 13 millones de pesos”.

 

La colega le preguntó sobre otros implicados y dijo que situaciones similares al del Sutsem se dan en el sindicato del Centro de Salud (no dice cuál), el de Agua Potable, con agrupaciones de mujeres –“ahora demanda todo mundo, pero la lideresa les pidió 20 mil pesos y ahora reclaman 120 mil, otra es la Lic. Estefanía y hay reclamos de 80, 90 y 100 mil, pero todo está en las actas firmadas”–, aunque hace una excepción, el del Sindicato de Trabajadores Independientes del Poder Judicial, del cual dice “es uno de los más limpios que hay, con ellos será la central México quien debe responder”.

 

El hombre insiste en que hubo alcaldes y líderes sindicales o agrupaciones que pidieron dinero a sus agremiados pero que reportaron menos dinero a la Sofom del que recibieron. La reportera le preguntó: “–¿Arturo Herviz también recibió dinero?” y la respuesta fue: “–Por favor Amigzaday… jajaja, yo creo que en política en esos niveles tu sabes cómo se manejan las cosas…”. Y nuevamente le lanzó otra pregunta: “–¿Entonces todo mundo recibió dinero, usted, las Sofomes, constructoras privadas y hasta Herviz?”. Limón Segovia: “–En su momento vamos a comprobar todas las cosas… no tanto el senador, pero había sus operadores, Iván Pacheco, Rafael Lindo, Gonzalo López, Pedro Morgado Aburto que ahora es candidato a diputado federal, toda su camarilla, agarraron dinero de la gente, compraban carros, nos movieron como quisieron, no es problema mío, será la ley quien juzgue. También había regidores de Xalapa que eran del PRD que estaban en la administración, Coatepec, Xico, Martínez de la Torre, Acayucan, Poza Rica, Veracruz, muchos más. Hasta el senador suplente Casimiro González, que un día me vino a pedir viviendas y ahora tengo el reclamo de la gente que le dio dinero… vamos a poner los papeles en la mesa con pagos, folios y todo, ahora sí, caiga quien caiga”.

 

Como se advierte, si –como digo al principio de esta columna– se llegara a comprobar ante las autoridades judiciales todo lo que revela, estaríamos ante un caso de corrupción de gran magnitud, del que han sido víctimas trabajadores de todo el estado que movidos por la buena fe, por la confianza en sus autoridades, en sus dirigentes, en sus representantes, entregaron los ahorros de toda su vida o vendieron lo que tenían o consiguieron prestado a rédito o empeñaron lo que pudieron, todo para que unos vivales disfruten ahora de su esfuerzo y sacrificio además de impunidad y algunos hasta se erijan como candidatos a representarlos en la Cámara de Diputados.