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Columnas y artículos de opinión
Los museos del Distrito Federal
Uriel Flores Aguayo
9 de marzo de 2012
alcalorpolitico.com
Hay muchos motivos para visitar el Distrito Federal, la gran metrópoli y capital de todos los mexicanos, que cada vez es más transitable y segura. Pero lo que no tiene perdón, si se omite, es la visita a los museos del centro histórico; entre otros, el de la “memoria y la tolerancia”, el “estanquillo” de Monsiváis y el de las “constituciones”. Vale la pena el viaje y el tiempo que se les dedique, se recuerda tanto, se aprende y se despiertan sentimientos nobles; de la nostalgia ni hablar, conectada con un presente que encuentra explicaciones en la identidad y la forma de ser de los mexicanos cuando acudimos a la historia por reciente que sea.

El museo de la “memoria y la tolerancia” está ubicado junto al nuevo edificio de la Secretaria de Relaciones Exteriores, en la calle Juárez, frente a la “Alameda”; sus instalaciones son modernas, de primer mundo, y cuenta con una organización joven y eficaz. La mayor parte de sus exposiciones están dedicadas al holocausto, el exterminio judío a manos de los nazis encabezados por Adolfo Hitler. El ascenso fascista en Alemania, la segunda guerra mundial, la llamada “solución final” y la rendición de los fascistas están expuestos al detalle por medio de películas, fotografías, mapas, objetos y textos abundantes. En un recorrido interactivo y temático se observan llenos totales y largas colas de mucha gente que no puede evitar las lágrimas al salir. Junto al horror y la pérdida de condición humana están los actos de resistencia, valor y heroísmo. En ese museo la entrada cuesta sesenta y cinco pesos.

El museo del “estanquillo” está dedicado a la memoria del gran Carlos Monsiváis, se encuentra en la calle de Madero – ahora peatonal-, cerca del Zócalo y es gratis. Tiene exposiciones temporales y permanentes, de las primeras actualmente se encuentra la denominada “dos fascismos “, que muestra cuales fueron las posturas en México ante la segunda guerra mundial; cuenta con mucho material original consistente en fotos, carteles, libros, recortes de periódicos, etc... La exposición permanente más llamativa es la del Cine mexicano, la llamada “época de oro”, con publicidad y videos de iconos del tamaño de Pedro Infante, “Cantinflas”, “Tintan”, María Félix y Dolores del Rio. Cada grupo de fotografías o carteles están acompañadas de textos de Monsiváis. No cabe duda que las divas Félix y del Rio, fueron hermosas a la par, destacando más la primera por su personalidad.


El museo de las Constituciones es reciente, está ubicado en las calles del Carmen, cerca del Palacio Nacional y es gratis. Su funcionamiento es moderno y muy completo, ilustra con eficacia y sencillez sobre la historia de las Constituciones de México, resaltando las que son claves en el desarrollo de nuestra constitución vigente: las de 1824, 1857 y 1917. La primera es la de Morelos, la de Apatzingan, el efecto de la independencia; junto a ella nació uno de los documentos centrales de nuestra historia: “los sentimientos de la nación”. La de 1857 es la de los liberales, la de la reforma, la separación del estado y la iglesia; esa conversión de lo religioso a lo civil incluyó a los matrimonios, a los panteones y a los hospitales, entre otras aéreas, desatando la furia de los conservadores que los llevó a empuñar las armas y a promover la invasión extranjera. Cómo se parecen los hechos históricos, en aquel entonces la reacción conservadora y clerical fue contra una reforma que les quitaba privilegios; ahora ,en el DF, sus herederos también se opusieron a la ampliación de derechos a las minorías sexuales, sociedades en convivencias y matrimonios gay; tardamos ciento cincuenta años para iniciar esa especie de segunda reforma en un momento en que el poder eclesiástico está volviendo por sus fueros gracias a la pérdida de sentido ideológico y a la ambición de poder de las elites políticas.

Se extrañan para Xalapa museos similares, dado que somos la capital de Veracruz y sede de la universidad veracruzana. Ya no bastan el museo de antropología y menos el del transporte para satisfacer las necesidades educativas y culturales de los xalapeños, sobre todo de los estudiantes. Ojala se destine menos dinero a gastos ociosos y a cultos de personalidad para que se pensara en proyectos culturales que tanta falta le hacen a Xalapa.

Recadito: en esta veda electoral pescamos voluntades y dignidad.


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Xalapa Enríquez Veracruz., A 08 de Marzo 2012