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Columnas y artículos de opinión
Metrópoli
Comportamiento inaceptable de servidores públicos si dañan la imagen institucional
Francisco L. Carranco
12 de marzo de 2012
alcalorpolitico.com
Bueno sin duda esta administración municipal ha dado mucho de que hablar, el ejercicio de la gestión de Elizabeth Morales, ha sido cuestionada mas que, por el trabajo realizado, por algunos excesos provocados por escandalillos que si bien no representan un daño directo a la sociedad, si exhiben comportamientos públicos inaceptables difíciles de explicar.

Recientemente circuló en los medios y redes sociales un desaguisado provocado por algunas colaboradoras cercanas de la alcaldesa, un grupo de mujeres conocidas como las “Barbies”, protagonizaron una situación incomoda para un grupo musical, los propietarios de un bar “antro” y para los parroquianos que pretendieron divertirse escuchando la música, pero, lograron hacerlo más con el show de las “Barbies”.

Esta situación, que si bien pudiera pasar como intrascendente, la hubieran hecho mujeres comunes y corrientes en pleno uso de sus derechos, quizás, no pasaría de un chistorete más para el anecdotario, en México los escándalos de los funcionarios públicos no tiene mayores consecuencias.


Los escándalos de todo tipo en donde intervienen servidores públicos se dan en todo el mundo, en algunos tienen consecuencias hasta penales porque deterioran la imagen pública de las instituciones y los jefes y, en otros, como en México, se asume como complicidad, prepotencia y un excesivo ejercicio de la autoridad.

Verá usted, comentaba que los excesos cuando se trata de individuos solamente, la intrascendencia es porque cuando el dueño, en este caso, convoca al orden, seguramente los parroquianos aceptarán, en caso contrario se les podría sacar del establecimiento y no pasa nada.

En el caso de funcionarios públicos que van a un antro a escandalizar, como el caso que nos ocupa, la situación se torna delicada y, bajo los efectos del alcohol, la situación se vuelve peor, porque afloran los sobrevalores del servidor público por arriba de la personalidad como persona e investidos con “autoridad” provocan acciones lamentables como la del pasado fin de semana.


Quizás la óptica no se comparta, incluso, la apreciación de la alcaldesa sobre este hecho se convierte en una acción de desconocimiento del comportamiento de sus funcionarios en donde, por una parte, los defiende diciendo que son profesionales y preparados y por la otra pareciera que avala dicho comportamiento refiriéndose a que, si tienen algún problema, ahí esta la contraloría para que se quejen los que se sintieron ofendidos.

Aquí es donde empieza el cuestionamiento de quiénes son las personas que nos gobiernan, la molestia de los ciudadanos es la ignorancia de la alcaldesa, en este caso, de la actuación del servidor público bajo su mando, ya que esta debe estar sujeta al nombramiento que ella expide.

El Hecho de ostentar un puesto en la gestión municipal, estatal o federal, adquiere una responsabilidad particular de Servidor Público, por lo tanto, su comportamiento debe ser intachable ya que los ciudadanos esperamos su honestidad, transparencia y un apego ético a las leyes, reglamentos, es decir un excelente comportamiento dentro y fuera del cargo, por lo menos durante el periodo que dure su trabajo como funcionarios público.


Los hombre y mujeres que trabajan en una dependencia son “público” y su vida personal y su desempeño profesional se vuelven público, por eso los desaguisados y excesos fuera del horario de trabajo, como, insisto, servidor público debe apegarse a las nomas mencionadas con anterioridad.

Para los ciudadanos, los terrenales, que cada vez observamos más el distanciamiento entre las elites públicas del poder y la sociedad, vemos en esas actitudes ausencia de principios y valores éticos.

Vemos un sentido patrimonialista de los recursos públicos. Los servidores públicos en su cargo toman todo aquello que es patrimonio público como si fuera suyo. Disfrutan, gozan e incluso derrochan y despilfarran los recursos y bienes que son de dominio público para uso y goce de su interés privado.


Suburbio 1

Eres responsable de sus actos porque tú les diste los nombramientos…

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