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Columnas y artículos de opinión
En Caliente
Carta confidencial...
Benjamín Garcimarrero
19 de marzo de 2012
alcalorpolitico.com
DISTINGUIDO JOSEPH RATZINGER.
 
Perdóname que te tuteé, pero es que desde pequeño me maleducó mi madrina Mariquita, que dicho sea de paso, Mefistófeles la tenga en buena paila, enseñándome a hablar de al mismísimo Jesús, a José y María que en mis oraciones invocaba al acostarme y levantarme de la cama, maltrecho por el viejo colchón relleno de huata, que se apelotonaba inmisericorde aún después de ser vareado y asoleado cada seis meses.
 
Recuerdo que al mascullar el Padre Nuestro, nunca dije “líbreme usted de todo mal”, por lo contrario, tuteaba a todo el santoral asquerosamente, desde los más acendrados querubines hasta a los santos cuates San Protasio y San Gervasio, patrones de Milán.
 
Por eso ahora me tomo la libertad de hablarte de tú, con una alta petición, que no se si te corresponda como jefe de Estado o como Vicario, independientemente de que el Vaticano sea el mas pequeño de todos por tener solo cuarenta hectáreas, mas o menos como el cerro Macuiltepec y algo mas chico que el de La Culebra de Coatepec, tan pequeño que no cabe ni la menor democracia, pues en ti radican los cuatro poderes: Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Celestial.
 
Pero independientemente de que subsista esa monarquía teocrática, atento a que la Constitución nuestra no reconoce títulos nobiliarios, ni representaciones del más allá, es por eso que me atrevo a alzar… si no la voz, el lápiz para pedirte un gran favor.
 
Que no vengas, pero si vienes, nomás cenas y te vas, de la misma manera que alguna vez lo hizo Vicente Fox con Fidel… Sí, me refiero a Fidel Castro, que ya sabemos está en tu itinerario de jefe de Estado. El otro Fidel no solo se quedó a cenar, sino que convirtió el convivio en una cena de negros. Pero eso ya ahora no importa, quedó en la historia… ¿Quedaría?. Ojala no vengan las resurrecciones ahora tan socorridas que dejan a Lázaro como un párvulo.
 
Pero volviendo al punto del que no quiero desviarme, a pesar de que la vertiginosidad de los acontecimientos me lleva por cauces imprevistos que no quisiera tocar, porque bien podrías decirme que te importan menos que el desfalco del Banco Ambrosiano, o las lujurias del des-fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel; y eso lo entiendo bien, pues los cientos de millones de dólares y euros pagados como indemnización por los pederastas de la curia, tanto en Estados Unidos como en Irlanda, en un dos por tres se recuperarán con esta visita tan bien orquestada y meditada que alegra a todos nuestros hermanos creyentes y que de paso sirve para echarle otros cimientos a Josefina Vázquez Mota, que tanto necesita de un desvío de la posición tradicional de la misoginia católica.
 
Quisiera hacer hincapié en que ya tuvimos con el primer inquisidor Fray Juan de Zumárraga, que impuso el credo que aún persiste, metiendo a la hoguera a todos los que no querían cristianizarse. Ya tuvimos con la invención de Juan Diego que tanto ha recaudado para la causa vaticana. Ya tuvimos con las pinturas del indio Cipactli que se utilizaron para la representación teatral del Nican Mopohua y mas tarde se convirtieron en el emblema del colegio de la Santa Cruz que aún se adora en el Tepeyac. Ya tuvimos con la guerra de independencia que no hicieron nuestros indios, sino nuestros mestizos.
 
Ya tuvimos con la guerra de reforma que causó mas bajas que la guerra contra el narcotráfico. (¿Será?). Ya tuvimos con estos últimos doce años de saqueo institucional que están a punto de dejarnos sin patria, sin suelo, sin minas, sin petróleo, y hasta sin alma.
 
Padre, no lo tomes a mal, pero haznos ese favor: Nomás cenas y te vas.