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Columnas y artículos de opinión
Prosa Aprisa
Faltó al Pipo cabeza fría
Arturo Reyes Isidoro
26 de marzo de 2012
alcalorpolitico.com
Le faltó un verdadero amigo, un familiar que influyera en él y lo hiciera entender, un consejero con autoridad, un compañero de su partido que lo quisiera de verdad, que en tanto se enfriaba le hubiera puesto no una bolsa sino una barra de hielo en la cabeza a Víctor Alejandro Pipo Vázquez Cuevas, para que pensara y actuara con la cabeza fría, pues con su declaración del jueves pasado canceló su futuro político –por lo menos en lo inmediato– en las filas del que ha sido su partido, el PAN, cuya franquicia en el estado ha detentado hasta ahora.
 
No obstante los años que lleva en el ejercicio político, que ha sido dirigente estatal partidista y diputado local, que ha participado en campañas, se advierte que no ha aprendido ni está preparado para ser un verdadero político, un político conforme a las prácticas, a los usos y costumbres y a las reglas no escritas de la política en un sistema como el nuestro donde, decía en fechas pasadas, ese ejercicio no se guía conforme a valores, principios o ideología, sino que tiene como sustento el pragmatismo donde no importan los medios con tal de conseguir el fin.
 
A estas alturas es para que ya hubiera estado plenamente consciente de que en política se gana pero también se pierde y que si se pierde hay que apechugar que, total, la rueda de la fortuna política no para de girar, de subir a unos y de bajar a otros y viceversa (y ahí está el caso de René Bejarano, “izquierdista” del PRD, a quien todos vimos por televisión cómo se embolsaba los fajos de billetes en un acto de corrupción flagrante que en otros países del mundo hubiera significado su muerte política, pero aquí luego de unos meses de silencio ya está de nuevo en el primer plano y hasta por mero y lo hacen candidato a senador), que lo que privan son los intereses, no la militancia, ni la lealtad, ni el trabajo, ni la honestidad, ni la ética, ni la capacidad, ni la formación ideológica. Tristemente pero así es.
 
Casualmente me tocó ver en más de una ocasión a Pipo trabajar desde muy temprano del día y con muchos meses de anticipación, acaso más de un año, en busca de lo que se ve que ya es una obsesión en él, un escaño en el Senado. Si por trabajo de cara a la militancia y a la población se hubiera tratado, sin duda nadie más que él merecía la candidatura de su partido. Pero con su caso, ha quedado demostrado que en política aplica muy bien el dicho de que no por madrugar amanece más temprano. Y que malicia, marrullería, chanchullo, cochinero, falta de escrúpulos, mata trabajo. Y que el que limpio juega limpio se queda.
 
Pero Pipo no ha aprendido nada de los viejos sabios de la política como don Adolfo Ruiz Cortines, aquel que dejó para la posteridad la frase de que en política había que aprender a tragar sapos sin hacer gestos, y el jueves salió a dar declaraciones movido por la víscera y quedó expuesto como un traidor a su partido y como un tipo no confiable, que en un arranque de coraje es capaz de despepitar y de revelar información que se supone se le confió en su momento y que incluso cuando le convino hizo uso de ella sin decir entonces nada.
 
Al haber perdido la candidatura al Senado por su partido, ahora salió con el lamento de que el peor error de su vida fue haber llevado a los Yunes (Linares-Márquez) al PAN, que porque él fue quien invitó al jefe del clan a integrarse a las filas blanquiazules cuando en el PRI no lo apoyaron para que fuera candidato a gobernador. Eso tiene su mérito, es cierto, pero no se ha puesto a pensar que si no hubiera sido él, de todos modos otro hubiera invitado a Miguel Ángel e incluso si no lo hubiera invitado nadie, el propio ex director general del ISSSTE, cuando lo hubiera necesitado o le hubiera convenido, hubiera pedido su ingreso al panismo, con o sin el aval del Pipo y por encima de él.
 
Adelantó que no votará a favor de su compañero de partido Fernando Yunes Márquez pero, lo grave para él, alertó al PRI que desde la delegación estatal de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) se opera a favor de los candidatos panistas ejerciendo coacción a través de los programas sociales –“Como ha sido demostrado, la delegación de SEDESOL y el programa Oportunidades que encabezan Abel Cuevas y Miguel Ángel Yunes Linares, respectivamente, fueron los instrumentos de coacción tanto a beneficiarios como de empleados que recibieron amenazas, los primeros en sacarlos del programa, los segundos en ser despedidos si no multiplicaban la votación a favor de Yunes para lograr el fraude”–. Esto último siempre se ha sospechado o se ha sabido, pero no había habido una voz autorizada que lo confirmara. Quien mejor que él, que fue dirigente estatal del PAN, para confirmarlo. Esa es una traición. Obnubilado como está, no mide ya sus palabras ni el alcance de éstas. Pero, además, se muestra indiscreto, no confiable. ¿Si él hubiera sido favorecido con la candidatura hubiera dicho lo mismo, hubiera hecho la denuncia? ¿Por qué cuando fue candidato a diputado y se benefició de esa práctica no lo hizo saber públicamente? ¿Es que acaso como dirigente de su partido no supo y toleró que ese abuso de los recursos públicos se usara para favorecer a los candidatos panistas a cargos de elección popular? ¿Es que piensa que la candidata presidencial Josefina Vázquez Mota, a la que se dice fiel, va a confiar en él, le va a confiar su estrategia, que seguramente contendrá prácticas hasta ilegales, si sabe que cualquier día puede salir a despepitar todo cuando no se le favorezca en alguna pretensión suya? ¿Es que no se da cuenta que con esa actitud tampoco en ningún otro partido van a confiar en él y nadie lo va a querer tener en sus filas? En la delincuencia organizada, exitosa como organización, a quien abre la boca de más le cortan la cabeza. Seguramente en el cartel del PAN, simbólicamente han procedido ya, en consecuencia, en contra de Vázquez Cuevas.
 
Molesto como está, recomienda a la señora Vázquez Mota deslindarse de los Yunes porque, según él, le pueden quitar votos. Ingenuo. ¿Es que acaso no se acaba de dar cuenta que la candidatura a Fernando Yunes Márquez se la otorgó la candidata presidencial a cambio de que su padre le opere en el estado y le allegue el mayor número de votos utilizando los medios que sean?
 
Ese mismo jueves, con la eficacia que tiene Miguel Ángel Yunes Linares para estar bien informado y para informar a quien corresponda a su vez, la señora Vázquez Mota y el dirigente nacional del PAN Gustavo Madero han de haber leído con preocupación y sorpresa lo dicho por Vázquez Cuevas.
 
Pipo perdió la cabeza, sin duda. Y puede que también, en un futuro ya no lejano, el control de la dirigencia estatal, que ha sido su refugio, su juguetito y su negocio. Cabeza fría, hay que tener la cabeza fría. Cuándo lo han de entender los políticos.