Pa’ donde usted se voltee a ver (salvo escasísimos lugares que aún se conservan limpios), el planeta se ha convertido en un bote de basura. ¿Quién tiene la culpa de ello? Tal pregunta tendría sin duda como consecuencia aquellas palabras por todos conocidas: “Quien esté libre de pecado que tiré la primera piedra”.

Hemos contaminado a la Tierra desde hace mucho, pero muchísimo tiempo y de manera brutal, desconsiderada… (Iba a decir “inhumana”, pero sale sobrando). Y lo hemos hecho (y deshecho y más desecho) de varias maneras: contaminación atmosférica, contaminación del suelo, contaminación biológica, contaminación radioactiva y, desde luego, contaminación del agua, a propósito del Día Mundial del Agua que se realiza (que no se celebra, pos qué chingaos habríamos de celebrar) los 22 de marzo de cada año.

No contentos, necio que somos, hasta contaminamos de forma acústica y visual. Pero qué necesidad…La verdad, tal parece que ya no sabe uno ni por dónde contaminamos, mucho menos por dónde nos vamos a contaminar.


Mi estimado amigo Lalo (el de la fonda “El Encanto”, donde guisan rico pero con pequeños retrasos en el servicio, aun así se los recomiendo) me dijo en cierta ocasión que somos para el planeta como las pulgas, porque nomás jodemos al pobre animal que nos mantiene. Pos sí. Pero la pregunta es: ¿qué estamos haciendo para revertir el daño?

Ojalá y todos nos interesemos por ir empezando, pero de ya, a realizar acciones de rescate y prevención. En internet puede encontrar interesentes estudios y posibles soluciones sobre la contaminación ambiental.

En el suplemento “Desafío ecológico. Contaminación”, del Grupo Milenio, leo: “La contaminación ambiental tiene aristas muy complejas y de difícil resolución. Se requiere un esfuerzo conjunto a distintos niveles para revertir sus efectos nocivos: los gobiernos, las empresas, las organizaciones no gubernamentales y cada vez más personas se comprometen con acciones destinadas a revertir la situación. La salud del planeta y de todos sus habitantes está en juego”. ¿A poco?


A poco, si no actuamos, cantaremos con Maná: “…pero este mundo ya giró…” ¿Hacia a dónde?

Como apunta Eduardo Galeano: “Está envenenada la tierra que nos entierra o destierra. Ya no hay aire, sino desaire. Ya no hay lluvia, sino lluvia ácida…”

Los días y los temas


Mi reconocimiento desde este espacio a dos profesionales que colaboran en el Gobierno de Javier Duarte de Ochoa: Gina Domínguez Colío y Miguel Valera Hernández, porque realizan un trabajo de primera, atendiendo en ese mundo llamado Comunicación Social.

De igual forma, mi reconocimiento a Vicky Hernández por su labor excelente al frente de Comunicación Social del Ayuntamiento de Xalapa.

Y, claro, mi reconocimiento a Mónica Mendoza, ahí al frente de prensa del PRI Estatal; lleva a cabo un trabajo buenísimo sin hacer ostentación.


De cinismo y anexas

Continúa Eduardo Galeano: “Ya no hay parques, sino parkings. Ya no hay sociedades, sino sociedades anónimas. Empresas en lugar de naciones. Consumidores en lugar de ciudadanos. Aglomeraciones en lugar de ciudades. No hay personas, sino públicos. No hay realidades, sino publicidades. No hay visiones, sino televisiones. Para elogiar una flor, se dice: ‘Parece de plástico’”.

Ahí se ven.


Hasta la próxima
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