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Columnas y artículos de opinión
En Caliente
El mito
Benjamín Garcimarrero
2 de abril de 2012
alcalorpolitico.com
Cobra vigencia la afirmación de que; Uno de los síntomas de la vejez y de la cercanía de la muerte, es la fe.

En efecto así ocurre porque la mente toma conciencia de las limitaciones humanas, reforzadas por pasiones y sentimientos inexplicables; me refiero al temor, el dolor, el amor, la ignorancia de lo que hay mas allá de la muerte, y por la finitud del tiempo y del espacio.

Vimos apenas hace unos días, muy disminuido a Fidel Castro, el líder socialista de Cuba, recibiendo… Pero que digo recibiendo, mas bien visitando en la casa de la nunciatura isleña a Benedicto XVI, máximo jerarca del Estado Vaticano que además se ostenta como jefe espiritual del catolicismo.


Es cierto que Fidel ya no es Presidente del Consejo de Estado de Cuba, es solamente Diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular, investidura que políticamente podría justificarle para no asistir al besamanos con el Papa.

A Fidel se le vio anciano, decrépito, y temeroso a pesar de haberse declarado ateo y ex católico.

Se explica su actitud de rendimiento por sus ochenta y cinco años que deben estar acompañados de la duda porque a lo mejor de veras Ratzinger es el apoderado de Jesús. Una mentira sostenida por el cartel vaticano durante casi dos mil años a fuer de insistencia, persistencia y amenaza, para convencer a media humanidad.


Hacia finales del siglo de los ochocientos e inicio del novecientos, muchos estudiosos afirmaron y teóricamente demostraron que la figura de Cristo fue una creación mitológica y metafísica, que nunca tuvo realidad histórica.

La crítica histórica reparó el silencio de la historia sobre el personaje, señalando como sospechosos los pasajes forzados hacia la demostración de la presencia histórica del pretendido fundador del cristianismo. La exegesis bíblica redujo el Antiguo Testamento a una obra en gran parte apócrifa y sugerida por la casta sacerdotal para el sometimiento y control de los fieles. Otro tanto se hizo con el Nuevo Testamento que no resistió el análisis histórico.

Se concluyó que las leyendas, mitos, narraciones y preceptos del Nuevo testamento, no son más que variaciones hechas sobre las leyendas, mitos, narraciones y preceptos prexistentes traídos al cristianismo de China, India, Persia, Mesopotamia y Egipto.


Los estudiosos concluyeron después de un serio análisis que Jesucristo nunca existió en la realidad y solo formó parte de un mito solar.

El fasto con que vino a ostentarse Joseph Ratzinger a México, el beso de Calderón, y otros momentos editados por Televisa en la estentórea voz de los cronistas noticiosos, hace pensar en el costo-beneficio que le procuró a los protagonistas de este suceso innecesario, pero con repercusiones gravísimas para la libertad de cada mexicano.

Es muy triste ser testigo de como América se hecha de reversa y dobla el espinazo para que le monte esa mantada de caballerangos codiciosos y obnubilados, para no decirles mas feo.


Los burros cargados de oro, ya van marcando el camino.