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Columnas y artículos de opinión
Huelga general paralizó España
Helí Herrera Hernández
2 de abril de 2012
alcalorpolitico.com
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Twitter: HELIHERRERA.es

De acuerdo con el último censo nacional de 2011 España tiene una población de 47 millones, 190 mil 493 habitantes, de los cuales cerca del 35% son habitantes que están estudiando y un 16 por ciento adultos mayores, De estas cifras podemos desglosar que potencialmente 23 millones de españoles podrían trabajar, situación que en este momento no ocurre porque el gobierno de Mariano Rajoy ha aceptado que existen 5.3 millones de personas que están paradas (desempleadas).

Si las matemáticas no nos fallan, tales cifras nos indican que el desempleo en estos momentos en aquel país es del 26%, resultado de suyo escandaloso, inquietante pero sobre todo preocupante para la economía que llegó a ser la número 7 en el mundo, y que hoy ha caído hasta el doceavo lugar, en términos del Producto Interno Bruto y que quizás, por tales resultados macroeconómicos el pueblo español decidió abrazar las promesas de campaña del candidato del derechista Partido Popular y hacerlo triunfar en las pasadas elecciones nacionales de este año.


En su peregrinar por España, Rajoy se comprometió a impulsar el bien común no subiendo los impuestos, los precios del gas, de la luz. A no tocar los salarios de los 17 millones y medios de españoles que tienen empleo; a reactivar el mercado interno a través del consumo (para eso se necesita estimular el salario de los obreros manuales e intelectuales), a destinar sumas millonarias de euros para impulsar la PYMES (pequeñas y medianas empresas) situación que provoco que una inmensa mayoría de españoles abrazara su oferta electoral y acudiera masivamente a las urnas el 20 de noviembre del año 2011 llevándolo al triunfo, así como una mayoría absoluta en el Senado y en la cámara de diputados (el Partido Popular, su partido conquisto 186 diputados contra 110 del partido socialista obrero español, así como 136 senadores contra los 48 obtenidos por el PSOE).

Pero tal y como nos sucedió en México con el actual presidente Felipe Calderón, que una cosa fue como candidato y otra como jefe del ejecutivo federal, don Mariano Rajoy ha estado haciendo desde que tomo posesión todo lo contrario a lo prometido en su campaña. De inmediato dictó medidas para aumentarle los impuestos a los españoles; han subido ya los precios de la luz y del gas; el transporte, con el beneplácito del presidente español aumentó las tarifas, no solo congeló los salarios del movimiento obrero en general sino que últimamente los están reduciendo. El presupuesto al gasto social ya sufrió un recorte de 27 mil millones de euros (486 mil millones de pesos) que se traducirá, desde luego, en menos apoyo para la salud, para la educación, para la vivienda para el pueblo español.

¿Con estas medidas del derechista presidente español Mariano Rajoy se impulsa el “bien común, prometido como candidato? ¿Dónde quedó la palabra empeñada por Rajoy relativa a no subir el precio de la luz eléctrica, del gas, del transporte que como candidato realizo? ¿Y el tijeretazo al presupuesto social cercano al medio billón de pesos? Todo esto sin tomar en cuenta que en estos momentos ya aplicó ajustes a la baja de los salarios en España y amenaza con revisar las pensiones generales.


Derivado de estas políticas draconianas las dos centrales obreras mayoritarias de España: Unión General de Trabajadores y Comisiones Obreras, convocaron el pasado jueves 29 de marzo a una huelga general de 24 horas en protesta por el conjunto de medidas económicas de Rajoy,

La movilización social fue todo un éxito y las proclamas en todas las ciudades españolas, grandes y chicas, fueron para denunciar como el actual gobierno prioriza los intereses de la banca, de las grandes empresas y patrimonios por encima de los españoles que menos tienen. Denunciaron “hay más desempleo que nunca. El gobierno, con la excusa de intentar crear puestos de trabajo, aprueba una reforma laboral que abarata y fomenta el despido en toda empresa que simplemente no haya aumentado sus beneficios y les da el poder para bajarnos los salarios, aumentarnos la jornada laboral o cambiarnos de ubicación“. Acusaron a Mariano Rajoy los trabajadores y el pueblo manifestante de no luchar contra la evasión y el fraude fiscal de las grandes fortunas, pero se fustiga con impuestos al trabajador y al pequeño y mediano emprendedor.

Acusaron a Rajoy y su partido de derecha el PP de que miles de familias sean obligadas a dormir en la calle, expulsadas de su hogar por las entidades financieras, mientras casi un millón de viviendas permanecen vacías y cerradas, en manos de especuladores porque para el actual gobierno primero están los intereses de los bancos agiotistas que el del pueblo asalariado y desempleado que le dio el voto.


Por eso salieron millones y millones de españoles a marchar y gritar contra un Presidente que como candidato prometió todo lo contrario a lo que está haciendo ya como titular del poder ejecutivo. Por eso paralizaron España el pasado jueves 28 los indignados de Madrid, de Barcelona, en las regiones de Andalucía y Extremadura; de Asturias y Galicia; de la Cataluña o de Aragón; de Murcia o de Castilla y León; de Navarra o del país vasco.

Y por eso diría yo hay que aprobar LA REVOCACIÓN DEL MANDATO allá y aquí en México. En todas las democracias, para ponerles UN YA BASTA a todos esos políticos que ENGAÑAN, que LE MIENTEN A LA SOCIEDAD cuando de buscar el voto se requiere y ya conseguido y empoderados, nos traicionan.

Aquí tenemos a un Felipe Calderón que como Rajoy son iguales. ¡Vaya usted a saber estimado lector de los que ahorita andan en campaña si no andan en las mismas perversidades!