icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
Pobre Chepina
Raymundo Jiménez
2 de abril de 2012
alcalorpolitico.com
De los cuatro candidatos presidenciales en campaña, sólo Josefina Vázquez Mota, del PAN, es víctima de acoso.

Primero filtraron la grabación de una conversación telefónica en la que la abanderada panista implicaba al secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, y a la vocera presidencial Alejandra Sota –“la pinche Sota”– en el espionaje telefónico. Sin aportar pruebas, Vázquez Mota y la dirigencia del CEN del PAN atribuyeron al PRI y a su candidato Enrique Peña Nieto estas filtraciones.

El viernes pasado, al arrancar su gira proselitista por el Distrito Federal, un habitante de la Delegación Azcapotzalco logró burlar al equipo de seguridad de la panista y se introdujo al salón de clases de una escuela primaria donde la ex secretaria de Educación Pública hablaba con un grupo de niños, para desplegar un mensaje en protesta por la opinión que Vázquez Mota vertió sobre la UNAM.


Escrito en un folder amarillo que desdobló a unos cuantos metros de la candidata, en el letrero se leyó: “Josefina: la UNAM no es un monstruo, el monstruo es Fecal”.

Elementos del Estado Mayor Presidencial y el equipo de logística de la campaña de la ex titular de la SEP lograron sacar del salón a Francisco Díaz Aguilar, un habitante de la Colonia Petrolera, pero éste se mantuvo con su folder abierto en el patio de la escuela “Mi Patria es Primero”, por cuyas aulas pasó hace más de 40 años la abanderada del PAN.

La propia candidata pidió a su equipo de seguridad no forcejear con el manifestante, pero su presencia en el lugar provocó algunos empujones y los reclamos de las maestras y los padres de familia que asistieron al evento, quienes le pidieron que abandonara el lugar.


A las afueras del plantel otras dos personas mostraron cartulinas con letreros que criticaban la gestión del PAN y del presidente Felipe Calderón, cuyo gobierno tiene 6.7% de aceptación popular según las más recientes encuestas, cuando a esta alturas de sus sexenios los ex mandatarios Vicente Fox, del partido blanquiazul, y el priista Ernesto Zedillo recibían 6.9% y 7.2% de calificación, respectivamente.

“52 millones de pobres, 60 mil muertos, y el PAN quiere seguir en el poder”, decía uno de los letreros. “12 años en el poder, 12 años de no poder”, mencionaba el otro escrito de protesta.

Al día siguiente, sábado 31 de marzo, fueron los trabajadores de la quebrada compañía Mexicana de Aviación los que se introdujeron a una reunión que Josefina Vázquez tendría con organizaciones ciudadanas en uno de los salones del World Trade Center de la ciudad de México.


Debido a los disturbios que provocaron, el encuentro se canceló.

Miguel Ángel Yúdico, secretario general del sindicato de tierra, y David Silva, secretario de trabajo y conflictos, comenzaron a gritar que personal de la candidata del PAN los quería sacar y los agredió.

Un grupo de alrededor de 15 personas sacó entonces una manta, una cartulina y un folder reclamando solución para la compañía aérea que desde hace dos años dejó de volar luego de que sospechosamente fue declarada en estado de insolvencia financiera por el empresario Gastón Azcárraga, del Grupo Posadas.


Personal de seguridad, que primero trató de sacarlos, dio instrucción de quedarse al margen, por lo que los propios invitados empezaron a empujar a los manifestantes.

Por momentos subía de tono el jaloneo, mientras otros sólo gritaban “¡Josefina!, ¡Josefina!” para evitar que los reclamos de los inconformes se oyeran.

Los manifestantes reclamaron que los gobiernos del PAN son lo peor que le ha pasado al país y acusaron a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) que encabeza el coatepecano Dionisio Pérez-Jácome Fricsione de estar bloqueando la compra de la aerolínea para solucionar el problema, pues aducen que el nudo principal de este conflicto es la disputa por la rutas aéreas, por los llamados “slots” (reservaciones de espacio aéreo) y por los horarios de la Compañía Mexicana de Aviación que el gobierno federal le “prestó” a otras empresas como Aeroméxico e Interjet, ésta última propiedad de la familia del ex gobernador priista de Veracruz, Miguel Alemán Velasco.


Tras media hora de protesta, el organizador, Rogelio Gómez Hermosillo, comenzó el discurso exaltando la labor de Vázquez Mota como secretaria de Desarrollo Social y su cercanía con la sociedad civil.

Como los manifestantes no paraban sus protestas, diez minutos después el orador exhortó a los presentes a posponer la reunión. Argumentó que no expondrían a la candidata al juego de los provocadores porque ya les habían ofrecido diálogo y continuaban gritando.

Finalmente, Gómez Hermosillo dio por cancelado el acto y Vázquez Mota se fue a refugiar al santuario panista de Dolores Hidalgo, Guanajuato, donde el gobernador con licencia Juan Manuel Oliva, recién incorporado al CEN del PAN, y 24 alcaldes que acarrearon a más de cinco mil mujeres y hombres que gritaron “¡faldas sí, copetes no!” levantaron el decaído ánimo de los josefinistas por la protesta de los ex trabajadores de Mexicana de Aviación.
Ahí, a nombre del panismo que lleva 20 años gobernando Guanajuato, el ex gobernador interino Carlos Medina Plascencia –quien en la campaña presidencial de Vicente Fox, en el 2000, invitó a Josefina a participar en política– le ofreció a Vázquez Mota un millón 200 mil votos el 1 de julio.


Emocionada, Vázquez Mota se lanzó entonces contra su principal rival, el priista Peña Nieto, a quien le reprochó no cuidar a las mujeres, bloquear la reforma política e incluso no leer: “Nadie puede venir aquí a hablar de compromisos cumplidos con los bajos índices de competitividad y los altos índices de feminicidios del Estado de México, donde las mujeres no han importado nada. Quiero un México en el que los niños sí lean y que sí sepan responder cuando les pregunten. Quiero un México diferente, en donde un joven no dedique su tesis a Arturo Montiel y se enorgullezca de ello”.

Vaya nivel de campañas y de debate para un país agobiado por la inseguridad, la violencia, la impunidad, la corrupción y el desempleo.