No sé hasta qué punto vaya a ser cierta la afirmación de Javier Sicilia de que el proceso electoral 2012 serán “elecciones de la ignominia”, porque gane quien gane y haiga sido como haiga sido, “simplemente va a seguir administrando la desgracia”. Esperamos que no sea así, y mucho depende de nosotros mismos: “Los ciudadanos debemos entender que no es sólo la fuerza moral de la palabra la que va a hacer cambiar las cosas, sino el respaldo de la fuerza ciudadana que se expresa y sale”. Cierto.

 

Y me uno a su pena, él que se siente vacío, pero algo está encendido en su interior, sin saber de qué orden se trata: “Es el orden de la fe, de lo innombrable, y tiene que ver con el amor, de lo contrario no estaría aquí ni hubiera hecho lo que hice si no estuviera esa pequeña vela encendida en algún lado de mi vida, de mi corazón, de mi alma: en el fondo hay una luz y hay que encontrarla”.

 

Esa luz hay que encontrarla y mantenerla viva. Y ahora, en estos tiempos de contienda electoral, es necesario, como lo hizo mi Gober Javier, pedir “a los candidatos y a los partidos políticos a hacer campañas de altura y evitar las diatribas, que dejen de lado la guerra sucia”.

 

Y eso esperamos, que estas campañas “sean de propuesta, en donde la gente pueda vivir con base a un proyecto, a la propuesta, acciones y representación”. (alcalorpolitico.com/28 de marzo/2012).

 

En fin. Por lo pronto, les comento que Graciela Coatz-Romer, consultora política internacional, en entrevista dijo que cada vez más nos centramos en las personalidades de los candidatos a cargos políticos que a sus ideas, sus metas o sus objetivos, “hay un descrédito generalizado porque la gente no cree en los políticos, porque sus discursos se han vaciado de contenido; porque los políticos acceden al poder para constituirse en una corporación que hace uso de esa posición de privilegio y lo que la gente percibe es que se ha roto ese contrato de representante-representado”.

 

Añadió que romper ese círculo vicioso de los “personajes” resulta difícil, “porque está vinculado a la importancia creciente de los medios de comunicación en la política. En los medios masivos la simplificación del discurso es clave y la imagen adquiere una significación vital y se genera una relación perversa con los políticos, pero éstos no deben ser seguidores de las encuestas, porque entonces parecen gestores de los deseos de la gente y no líderes de propuestas alternativas frente a la sociedad”.

 

Al preguntársele sobre la incidencia de las encuestas de opinión en la construcción de propuestas, Graciela Coatz-Romer expresó que los candidatos en campaña se convierten en personajes donde la diferencia entre la ficción y la realidad es cada vez menor, “las campañas se convierten en una puja donde la discusión se centra en atributos de personalidad y los candidatos dicen lo menos posible de sus verdaderas razones para acceder al poder. Las encuestas de opinión van ganando espacio y son un instrumento importante y los políticos son cada vez más encuestadependientes para desmérito de la política, pero lo más importante es poder sostener una propuesta”.

 

Bien, aguantemos, porque lo que se viene es una balacera de spots. Ahí se ven.

 

Hasta la próxima