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Columnas y artículos de opinión
Prosa Aprisa
Falta un manotazo de Erick
Arturo Reyes Isidoro
3 de abril de 2012
alcalorpolitico.com
¡El manotazo, Erick! ¡El manotazo!
 
El pleito no es en Xalapa, no en el seno del Comité Directivo Estatal, ni siquiera en contra del PRI aunque, creo, es peor: es dentro del PRI y exhibe la total falta de autoridad, de voz firme, de don de mando, de liderazgo del presidente del Comité Directivo Estatal, Erick Lagos Hernández.
 
El domingo afloró y trascendió a los medios de información el pleito casado entre el candidato a diputado federal por el distrito de Orizaba, Juan Manuel Díez Francos, y el diputado federal por el mismo distrito, Fidel Kuri Grajales, ya que el primero objeta que el segundo sea el coordinador de la campaña de Enrique Peña Nieto en la zona centro de la entidad.
 
Digan lo que digan, en el fondo el pleito es por sus intereses personales aunque ni a cuál irle. Ambos son unas fichitas que padecen los pobres orizabeños y que gracias a su dinero, que lo tienen y mucho, se han adueñado de la vida política de Pluviosilla y de su toda su área. Según el trascendido, Díez Francos había amenazado con renunciar a su candidatura si no quitaban a Kuri Grajales y lo cierto es que, si no sucede otra cosa, apenas hoy iniciará su campaña política, aunque es más que evidente que en ese distrito el priismo está dividido y estará dividido.
 
¿Y el presidente del Comité Directivo Estatal, el que se supone tiene todo el poder y la autoridad para meter orden y evitar el denigrante espectáculo que están dando los dos miembros de su partido? Se nota que ni lo pelan y, ya me imagino, bravucón como es y proclive a sacar pistola para amenazar (hace años, siendo miembro del CDE tricolor, en más de una ocasión sacó un arma para amedrentar a sus propios compañeros de dirigencia tratando de hacer valer algún reclamo de recursos, hasta que un día se topó con otro igual o mejor –o peor, como se quiera– quien sí sabe de armas y las tiene y muchas y es un excelente tirador, Guillermo Memo Díaz Gea, ex alcalde y ex diputado por Pánuco, quien lo paró en seco y sacó una pistola más grandota que la del orizabeño), ante gritos de Fidel Kuri seguramente Erick Lagos se pondría a temblar o se metería debajo del escritorio y eso explica por qué el desorden en la llamada ciudad de las aguas alegres.
 
Este pleito entre el actual diputado federal y el aspirante a sucederlo debió o debiera ser aprovechado por Erick para demostrar su autoridad, llamándolos a cuenta, conminándolos a que se aquieten o los aquieto, dando si es preciso un manotazo, dos o tres sobre el escritorio, alzando la voz, amenazándolos con quitarles el poder si no se conducen en armonía, pero parece que no hay estatura ni tamaño suficientes en el presidente del Comité Directivo Estatal, que no dirigente y menos líder del priismo veracruzano.
 
Lo grave de dejar hacer y dejar pasar es que el mal ejemplo puede cundir en otras partes del estado, que la inconformidad entre priistas existe aunque no aflora ante la opinión pública, pero ahora muchos pueden imitar a los orizabeños y dejar en evidencia, por su falta de autoridad, al presidente estatal tricolor. ¿Un manotazo sobre el escritorio? ¡Con qué!
 
Es inevitable no referirse al mareo que sufrió ayer, en pleno acto político, la candidata del PAN a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota, quien no se pudo sostener en pie y la tuvieron que auxiliar para que se sentara. Pobre mujer. Pensó que se trataba de otro sismo, hasta que se dio cuenta de que quien estaba temblando era ella. Alegó gripa, cambio de clima. País machista como es el nuestro, para mí que ayer selló su destino político: perderá o ayer perdió la elección ya. Al grueso del electorado no se le quitará la imagen ni la idea de que no tiene fortaleza física, que es débil, endeble, que no podrá con la carga que significa gobernar un país como el nuestro con tantos problemas y que requiere por ello de todo el tiempo y de toda la fortaleza y de toda la buena salud. Mala noticia para el PAN y para el resto de sus candidatos a senadores y a diputados federales. Esta vez no cuenta ni contarán con el efecto de un candidato presidencial de arrastre como fue el caso de Vicente Fox. Si no se apuran y le meten el acelerador, se irán al tercer lugar esta vez, por debajo del PRI y del PRD y sus aliados.
 
Esta sensación de derrota empieza a permear ya en algunos alcaldes panistas de municipios medianos o pequeños. Hace doce años –a mí me tocó vivirlo como parte de la dirigencia estatal del PRI, en el área de prensa–, cuando el PAN llegó por primera vez a la Presidencia de la República y se vaticinó que era el principio del fin del priismo, muchos alcaldes y militantes del tricolor, oportunistas, interesados, sin convicción política ni ideológica, empezaron a brincar al barco blanquiazul. Cómo recuerdo cuando con el entonces dirigente estatal Adolfo Mota Hernández recorríamos el estado y nadie iba a los actos y muchos que hasta entonces habían sido considerados “distinguidos priistas” se nos escondían. Pues ese efecto, contrario ahora, se empieza a dar. Tengo información que varios alcaldes panistas empiezan a reunirse con priistas en el poder y empiezan a negociar su reinserción al priismo porque ven inevitable el triunfo de Enrique Peña Nieto y que el poder presidencial será de nuevo tricolor, y no quieren vivir en el error, es decir, fuera del presupuesto.
 
Así es la política, pero fuera de ello, ojalá y la señora Vázquez Mota no tenga problemas serios de salud y que también esté preparada física, mental y anímicamente para aceptar su derrota el próximo 1 de julio.
 
Con la casa de campaña que tiene en Xalapa se advierte la seriedad con que José Pepe Yunes Zorrilla ha asumido su candidatura al Senado. Se trata de un cuartel suficiente y bien equipado. Héctor Yunes Landa, su compañero de partido, no se queda atrás. Además, ambos van por su tercer recorrido por toda la geografía estatal. Le dieron la vuelta durante la precampaña, luego la repitieron durante la intercampaña, y van por la definitiva en plena campaña ya.
 
Cierro hoy destacando la calidad del jurado que calificó a Patricia Concepción Palmeros de la Rosa, quien se tituló en la Maestría en Desarrollo Infantil que ofrece la Universidad Pedagógica Veracruzana y cuyo gran impulsor es el maestro Francisco Alfonso Avilés. El jurado estuvo integrado por la directora maestra Ana María del S. García García, la doctora Milagros Cano Flores y la también maestra Ana Graciela Miguel Cortés, por lo cual todos se merecen una felicitación.