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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
Los viudos
Raymundo Jiménez
3 de abril de 2012
alcalorpolitico.com
De los deudos y ex colaboradores que lloran la muerte del ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado, uno de los más acongojados ha de ser Emilio Gamboa Patrón, el padrino político en turno del secretario de Educación de Veracruz, Adolfo Mota Hernández, cuyos generosos amigos le ven espolones para la sucesión gubernamental de 2016.
 
Gamboa fue un secretario particular muy influyente desde que De la Madrid despachaba en la Secretaría de Programación y Presupuesto en la administración del presidente José López Portillo. Posteriormente, en el régimen delamadridista, al político yucateco de entonces 33 años de edad, se le llegó considerar una especie de Vicepresidente de facto.
 
Entre las anécdotas que se cuentan de ese sexenio está aquella que relata cuando en la privacidad el mandatario le colocó en el pecho a su joven colaborador la banda presidencial, imaginando quizá que en el futuro podría llegar a sucederlo.
 
Gamboa no ha sido aún candidato a la Presidencia de la República, pero desde aquél lejano sexenio, 1982-1988, no ha vivido en el error: cuando no está enchufado en el presupuesto del gobierno federal está pegado al de su partido, el PRI.
 
En la sucesión presidencial de 1988, este político oriundo de Yucatán fue una pieza clave para que el entonces secretario de Programación y Presupuesto, Carlos Salinas de Gortari, de escasos 40 años de edad, fuera postulado como candidato, desplazando a priistas con mayor oficio político como el secretario de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz, o tan cercanos al afecto del presidente De la Madrid como el ex gobernador mexiquense Alfredo del Mazo González, quien del palacio de gobierno de Toluca acababa de saltar a la Secretaría de Energía, Minas e Industria Paraestatal (Semip).
 
Gamboa le apostó a Salinas, quien gracias a su apoyo como secretario particular del Presidente tenía derecho de picaporte con De la Madrid.
 
Luego de las polémicas elecciones presidenciales de julio de 1988, Gamboa fue muy bien recompensado por Salinas, en cuyo sexenio pasó por las Direcciones generales del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT), del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y cerró entre 1993 y 1994 como secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT).
 
Al sexenio siguiente, el del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, se desempeñó como subsecretario de Comunicación Social de la Secretaría de Gobernación al lado del sinaloense Francisco Labastida Ochoa, amigo y ex colaborador también de De la Madrid.
 
En la víspera de la sucesión presidencial del 2000, Gamboa operó para que Labastida amarrara la candidatura del PRI, lo que le valió que el ex secretario de Gobernación lo nombrara coordinador general de su campaña electoral.
 
Como ya se sabe, Labastida perdió la elección presidencial ante Vicente Fox, del PAN.
 
Sin embargo Gamboa ganó, pues en esa ocasión llegó por la cómoda vía plurinominal al Senado de la República (2000-2006), donde políticamente sobrevivió el primer sexenio en la oposición.
 
Según el monitoreo del Poder Legislativo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Gamboa presentó como senador sólo una propuesta de ley con modificaciones a la Ley General de Salud que fue aprobada, con lo cual obtuvo el 100% de eficiencia legislativa.
 
Como miembro de la Cámara alta del Congreso de la Unión fue implicado en un gran escándalo mediático, pues en septiembre de 2006 fue filtrada una conversación telefónica de Gamboa con el empresario textil poblano Kamel Nacif Borge, relacionado con Jean Succar Kuri, acusado de pederastia, pornografía infantil y seducción de menores. En dicha conversación, Nacif Borge insta al legislador priista a detener iniciativas respecto a casinos en el Senado de la República.
 
Gamboa, quien se caracteriza por ser muy silencioso y discreto –aunque sus detractores lo consideran políticamente obscuro y hasta perverso– tuvo que aceptar que sí conocía al empresario, pero negó que se prestara al tráfico de influencias.
 
En esa sucesión presidencial de 2006, Gamboa le apostó al ex dirigente nacional del PRI, Roberto Madrazo Pintado. Y, otra vez, el abanderado priista perdió pero el yucateco volvió a salir ganando: Gamboa no sólo encabezó la lista de candidatos a diputados de representación proporcional a la LX Legislatura al Congreso de la Unión sino que obtuvo también la coordinación de la bancada priista.
 
Precisamente en esa diputación trabó una estrecha relación con Adolfo Mota, quien pese a la debacle electoral de los candidatos del PRI al Senado y a la Presidencia de la República, había logrado ganarle al PAN los comicios en el distrito electoral de Coatepec.
 
Desde entonces Gamboa adoptó políticamente a Mota Hernández, al cual recomendó con el gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien el año pasado habría decidido cesarlo pero por la presunta intercesión del yucateco habría accedido a sostenerlo un tiempo más.
 
Y es que como secretario general de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), del PRI, Gamboa se sumó para que en 2010 Duarte de Ochoa fuera nominado a la gubernatura de Veracruz.
 
Hasta ahora, el padrinazgo de Gamboa ha resultado muy efectivo para Mota, quien sorpresivamente en diciembre del año antepasado fue designado secretario de Educación de Veracruz sólo por el antecedente de que ya había sido subsecretario de Desarrollo Educativo de la SEV en el primer bienio de la administración del gobernador Fidel Herrera Beltrán, cargo que el coatepecano aparentemente aprovechó sólo para hacer trabajo político en los municipios de su distrito con miras a la elección federal de 2006, pues se limitó a distribuir entre los planteles educativos de esa zona buena parte de los recursos materiales que tenía a su disposición.
 
Ahora Gamboa está por llegar nuevamente al Senado, donde se topará con otros aspirantes del PRI a la gubernatura de Veracruz que le disputarán a su pupilo la nominación del partido tricolor dentro de casi cuatro años.
 
CHARLESTON, MOVIDO
 
Muy activo anda por la zona del Cofre de Perote el candidato del PRI a la diputación federal por el distrito IX, Fernando Charleston Hernández.

 
El ex subsecretario de Planeación de la Sefiplan ha visitado desde el viernes pasado los municipios de Coatepec, Perote, Altotonga, Ayahualulco y Teocelo.

Por cierto que en Altotonga el priista tuvo un recibimiento multitudinario pese a que dicho municipio es gobernado por el PAN.
 
La propuesta central de Charleston es la de mejorar la economía nacional y gestionar obra pública para las comunidades.