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Columnas y artículos de opinión
Estamos enfermos y en elecciones
Uriel Flores Aguayo
13 de abril de 2012
alcalorpolitico.com
No creo que todo tiempo pasado fue mejor, pero sí creo que estos tiempos modernos están haciendo estragos en la salud de la mayoría de la sociedad mexicana: biológica, moral, física y mentalmente. Nuestra estampa cotidiana es la violencia, la apatía, la obesidad y el desenfreno de todo tipo que en una ruta suicida sólo lleva a la intranscendencia y a la destrucción.

Por imposición externa y docilidad ambiciosa y mediocre de las elites nacionales hemos llegado a un modelo de vida que privilegió el individualismo, la vida aislada -como ausente-, los anti valores y todo lo que sea poco sustentable. En ese contexto los malos hábitos y las pésimas costumbres, encausadas artificial y lucrativamente, están tan arraigadas que hacen todo un subsistema inhumano y casi criminal.

El sistema político está atrofiado, es de autoconsumo, no genera movilidad social, no da seguridad y está sometido a los poderes fácticos. El juego electoral apenas deja un pequeño margen de libertad y esperanza; con todo es la única manera pacífica y eficaz para cambiar algo; el otro escenario es el de la resistencia civil o el de la revolución. En la vida real mandan y deciden casi todo los poderes facticos, esto es, el duopolio televisivo, que hasta diputados y senadores tienen (la telebancada), los bancos (casi todos extranjeros), las refresqueras y la industria de la comida chatarra. Ellos impusieron un modelo de vida en México que conviene a sus intereses, que se basa en la ignorancia, la explotación y la antidemocracia. Doblan al gobierno y a la civilización del país en contra de la salud de nuestro pueblo. Esto, sin contar, por el momento, con el poder paralelo que representa el narcotráfico. Quien diga que nuestra vida es normal comparativamente con el resto del mundo está extraviado, es bobalicón o es parte de los intereses que sostienen este sistema social, político y económico favorecedor de unos pocos privilegiados que, por elemental lógica, reparten migajas entre sus cómplices seguidores.


Soy neófito en temas de salud pero observo y tengo sentido común. Es una evidencia del tamaño del golfo de México o del cielo que techa al país que la enfermedad de la diabetes está constituida en una epidemia nacional y expresa una profunda y mortal crisis de salud pública. Sin embargo, se deja hacer cualquier cosa al respecto, las refresqueras y la industria de la chatarra siguen con su criminal negocio de engordar a la niñez para prepararlos a un futuro de enfermedad y muerte; lo más que hace la Secretaría de salud son campañitas dizque preventivas; no va al fondo del problema, a las causas de esta enfermedad tan extendida en nuestro país, ahora desde la infancia y la juventud. Pero sobre ese mal se habla poco y se hace menos. El Estado y sus instituciones de salud son cómplices de las grandes empresas que están matando, poco apoco, a los mexicanos. Veo al ISSSTE, al IMSS y a las dependencias locales de salud con muchas deficiencias, con tratos de simulación a sus derechohabientes y a la ciudadanía en general. Me consta el esfuerzo individual de valiosas enfermeras y capaces médicos, el problema es el sistema que conecta la salud con la política y la economía, que la deshumaniza y la saquea. Si esas instituciones están mal o son regulares no se necesita mucho esfuerzo intelectual para dudar de la efectividad del llamado “seguro popular”.

No sé si el voto define algo o mucho, espero que así sea, pero creo que debe servir para poner a debate los problemas nacionales e intentar el inicio, realista , de otro tipo de vida: sana, con valores, ciudadana, participativa y transformadora. De los tres proyectos en juego el único que combate al sistema, rompe con los intereses creados y representa una esperanza para la mayoría de los mexicanos es el que encabeza Andrés Manuel López Obrados. No incluyo a Quadri y al PANAL por qué no representan más que los intereses de una cacique sindical.

Recadito; llegó el día, AMLO en Xalapa, 17 de abril, cuatro de la tarde, plaza “lerdo”.


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Xalapa Enríquez Veracruz., A 12 de Abril 2012