El miércoles 21 de marzo de 2012, por instrucción del secretario académico de la Universidad Veracruzana (UV), Porfirio Carrillo, fueron convocados a junta los miembros del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) que hasta entonces era dirigido por la doctora María del Carmen Ainaga Vargas.

 

A esta junta académica, que estaba citada a las 9:00 horas de la mañana pero que inició una hora más tarde, asistieron el director general de Investigaciones, doctor César Beristain Guevara; el director general del Área de Humanidades, doctor Miguel Ángel Castilla Alvarado, y, entre otros, el abogado general, doctor Enrique Córdoba del Valle. En dicha reunión se le tomó protesta a la doctora Jaqueline Jongitud Zamora como “encargada” de la Dirección del IIJ, lo cual era completamente ilegal ya que no procedía un interinato puesto que tres semanas atrás, el día 4 de marzo, había concluido formalmente el periodo para el que había sido electa la doctora Ainaga.

 

De acuerdo a lo estipulado en la Ley Orgánica de la Universidad Veracruzana, lo que procedía era convocar a una junta académica para que sus miembros conformaran una terna de candidatos a ocupar la Dirección del IIJ que posteriormente debería serle presentada al Rector.

 

Además, esta terna debía ser conformada sólo por investigadores pertenecientes a dicho Instituto, de cuyo cuerpo académico no forma parte la señorita Jongitud Zamora.

 

Esta situación obviamente tiene bastante molestos a los investigadores del IIJ porque además la figura jurídica de “encargada” no existe dentro de la legislación universitaria; por tanto, los acuerdos y documentos firmados por dicha persona podrían ser inválidos e improcedentes legalmente.

 

Los investigadores del Instituto de Investigaciones Jurídicas lo saben y se preguntan en qué momento se convocará a junta académica para conformar la terna y nombrar al nuevo director de del IIJ de acuerdo a la Ley que rige a la UV.

 

Se sabe que la doctora Jongitud Zamora, quien se desempeñaba como asesora del rector Raúl Arias Lovillo para asuntos jurídicos, fue convocada de urgencia para que ocupara este cargo. Sin embargo, hasta este momento los investigadores ignoran en qué momento se cumplirá con la legislación universitaria, ya que desde el 4 de marzo que concluyó el segundo periodo de la doctora Ainaga, el Instituto se encuentra a la deriva.

 

Sobra decir que esta negligencia de las autoridades universitarias es considerada como una doble burla por los especialistas del Derecho que integran el IIJ, pues no logran entender cómo es posible que hayan designado ilegalmente a una “encargada” que ni siquiera es académica de este Instituto de la UV.

 

Estas absurdas decisiones de Arias Lovillo han despertado cierto “sospechosismo”, pues pareciera que a casi un año de que concluya su administración, el rector comienza a acomodar sus fichas preparando su próxima sucesión.

 

Y es que un día antes de las vacaciones de diciembre de 2011 depuró de potenciales enemigos a más de 10 directores de Institutos y Facultades que previamente habían sido hostigados por parte de profesores, académicos y autoridades. A los pocos que se resistieron les fueron congelados presupuestos y les prohibieron programas, seminarios e investigaciones.

 

Una de sus principales objetivos de esta “limpia” y la descalificación de quienes considera sus adversarios ha sido el doctor Octavio Ochoa Contreras, ex director de Planeación Institucional de la UV y actual académico del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES), quien no de ahora ha advertido sobre el agotamiento del modelo de Universidad y de la pérdida del estatus nacional e internacional de la máxima casa de estudios.

 

Precisamente una de las versiones atribuidas a los grupos académicos y burocráticos de la UV distantes de la secta hegemónica que desde hace 15 años mantiene el control y poder de la máxima casa de estudios, es que el rector Arias Lovillo –sucesor de Víctor Arredondo Álvarez, primer rector de la era autónoma universitaria (1997-2004)– estaría pretendiendo dejar en puestos claves a gente de todas sus confianzas de la actual administración.

 

La semana pasada acaba de darse un paro estudiantil en la Facultad de Arquitectura, luego de que estos movimientos de alumnos no se registraban en la UV desde hace más de tres sexenios. El motivo fue por la truculenta elección del director de esta escuela, en la que el rector pretendía prorrogar la administración de su protegida Reyna Parroquín Pérez, pese a que la Junta Académica le había enviado una terna de candidatos desde hace cinco meses.

 

Arias Lovillo, quien inicialmente se negaba a dialogar con los manifestantes, terminó por sentarse tres días después con cerca de 500 estudiantes inconformes reunidos en el auditorio de la escuela. Ahí, el rector asumió que el retraso en el nombramiento del nuevo director de la FAUV era por trabas burocráticas debido a la organización de la Universiada Nacional 2012 que inició este lunes 16 en la entidad.

 

Raúl Arias prometió “utilizar toda mi experiencia para hacer una mejor valoración para ustedes”, a reflexionar y a no tomar una decisión apresurada en la designación del nuevo director de la Facultad de Arquitectura, cuyo nombramiento aseguró que se los daría a conocer este jueves 19 a las 10 de la mañana. Sin embargo, el rector les advirtió que “cualquiera que llegue lo hará ante la evidente división que conocemos”.

 

Y es que los estudiantes le exigieron respetar la votación de noviembre del año pasado en la que el arquitecto Gustavo Bureau obtuvo la mayoría de las adhesiones. Durante el encuentro, los alumnos le presentaron al rector un total de 452 firmas, de los 700 alumnos inscritos en la escuela, a favor del cambio de director.

 

Arias Lovillo señaló que su decisión tendrá un sentido democrático apegado a las necesidades de la Facultad. “Mis intereses son a favor del proyecto académico de la comunidad. Que tengan una Facultad de prestigio”, les dijo el rector, no obstante que en dicha reunión, para calmar los ánimos de los enardecidos estudiantes, reconoció que el famoso Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF) no ha funcionado en la carrera de Arquitectura.

 

Pero desde hace más de siete años, el MEIF ha estado a cargo de la maestra Leticia Rodríguez Audirac, una pedagoga egresada de la UV a quien Arias Lovillo designó en diciembre de 2004 como directora de Desarrollo Académico e Innovación Educativa y luego la ascendió a secretaria de la Rectoría.

 

Según versiones de algunos grupos académicos de la UV, Rodríguez Audirac sería la candidata que Arias buscaría perfilar para sucederlo en agosto del 2013, lo que estaría por desenmascarar a la colaboradora más allegada al rector.

 

Y es que ha trascendido que su postulación causaría polémica porque sus malquerientes no le reconocen una sólida trayectoria académica, pues sólo ha realizado una especialidad en Desarrollo Grupal en la UV y una maestría en Administración de Organizaciones Educativas que cursó a distancia en la Universidad de la Américas (UDLA) de Puebla.