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Columnas y artículos de opinión
Prosa Aprisa
Hoy, el resultado de Mitofsky
Arturo Reyes Isidoro
11 de mayo de 2012
alcalorpolitico.com
Aparte de Isabel Orayén y de Gabriel Quadri, cuyo éxito es indiscutible, ¿quién de entre Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador ganó realmente el debate o sacó más provecho de él; salió beneficiado; a quién le sirvió más; a cuál de los tres le resultó mejor su estrategia?
 
Estrategas de campaña trataron de dar un “spin” al post debate (algo así como venderle al electorado la idea de que el candidato que se presentó es el idóneo para resolver sus necesidades, necesidades la mayor parte de las veces creadas mediante una estrategia; Elmer Wheeler, famoso asesor de ventas dice: “No obligue a la gente a beber, haga que tengan sed”) y algunos medios hicieron sondeos de inmediato y dieron sus propios ganadores, así, por ejemplo, El Universal dio como vencedor a Enrique Peña Nieto, Reforma a Josefina Vázquez Mota y María de las Heras a Andrés Manuel López Obrador y, en general, como tituló Joaquín López Dóriga su columna “En Privado” del 8 de mayo, cada quien su ganador.
 
Uno de los gurús de las encuestas en México, todavía el buque insignia en ese campo aunque ahora ya tiene mucha competencia, Roy Campos, de Consulta Mitofsky, dijo previamente al debate del domingo, a Trinidad Ferreiro del Observatorio y Monitoreo Ciudadano de Medios, A. C., que el debate lo gana aquel que logra aumentar el número de simpatizantes e intención del voto y, al mismo tiempo, disminuye el de sus opositores. El objetivo es el mismo que en toda la campaña: conquistar votantes. Señaló entonces que para los candidatos que van a la zaga, el debate era una oportunidad de mostrarse mejor que los demás, exhibir debilidades de los contrarios, cambiar las percepciones ciudadanas. Afirmó que los debates no pretenden comunicar al ciudadano lo que quiere saber sino que son momentos en la estrategia en los que se busca dar golpes y evitar golpes.
 
Esto último quedó plenamente demostrado cuando el único que respondió a las preguntas, que se supone fueron resultado de una interpretación de lo que el ciudadano quería saber, fue Quadri, y de ahí su éxito total, porque los otros tres también cumplieron, al pie de la letra, con el apuntamiento de Roy Campos: no pretendieron comunicar soluciones sino atacarse, descalificarse y defenderse.
 
Pero, anticipándose también al ejercicio de medición que hicieron los medios la noche del mismo domingo, Campos, en un intercambio de opiniones vía twitter, dijo que eso medía solo el pulso de sus lectores. “Sí, todos llegan de un color y salen diciendo que ese color ganó. En realidad no ganó nada, ya lo tenía antes”.
 
Pero ya alargué el comentario para decir que Roy Campos dará a conocer este viernes lo que él considera que mide mejor el efecto del debate en la población, el resultado de una encuesta, su encuesta, que arrojará la medición no solo de la influencia del debate per se sino la de las televisoras, las notas, las pláticas, los debates sobre el debate, el efecto final que ha quedado en los ciudadanos; un ejercicio del que habrá que estar pendientes pues si bien no significará que la elección esté decidida, sin duda influirá en la percepción ciudadana sobre todo en los indecisos que pueden inclinar el resultado final del próximo 1 de julio.
 
Por lo pronto, en la medición diaria que viene haciendo el diario Milenio, van dos días seguidos ya, miércoles y jueves, en que El Peje amanece en segundo lugar y Josefina en tercero, y Quadri sigue subiendo aunque todavía muy lejos de los demás. Sobre el particular, Ciro Gómez Leyva, en su columna “La historia en breve”, que publica en ese mismo periódico, comentó ayer: “«Peña sale a cuidar su ventaja de 20 puntos», tituló MILENIO la edición del domingo. El candidato del PRI amanecía el día del debate con una ventaja de 20 puntos sobre Josefina Vázquez Mota y de 23 sobre Andrés Manuel López Obrador. Medidas ya las intenciones del voto el lunes, martes y miércoles, GEA/ISA marca que la delantera de Enrique Peña Nieto se amplió 21 puntos. Los números marcan, pues, que ganó el primer debate”.
 
La noche del domingo mismo, comenté en “Prosa aprisa” con fecha del lunes (“Para mí, Quadri”): “Peña Nieto, por lo menos demostró que no le es indispensable el libreto ni el teleprómpter”. Un día después, el propio Peña Nieto salió a declarar que “se rompieron varios mitos y leyendas”, entre ellos que no podía hablar en público sin la ayuda del teleprómpter. Esa es ya una ventaja que lleva para el próximo, segundo y último debate el próximo 10 de junio en Guadalajara. Ese fue un buen punto que ganó; se sacudió esa sombra.
 
¿Pero por qué viene Peña Nieto el próximo martes al estado? ¿Por qué celebrar el Día del Maestro, dentro de su campaña, en Veracruz? ¿Por qué no en el Distrito Federal o en el Estado de México, su estado, donde es significativo el número de maestros, o en Chiapas, la tierra de Elba Esther Gordillo? Una visita así no es fruto de la casualidad, porque se les ocurra a los responsables de su agenda. Sin duda viene a tratar de fortalecer su candidatura ante los profesores veracruzanos, también un número significativo, quienes en la pasada elección a la gubernatura estatal, con su lideresa la Gordillo al frente y aliada con el candidato panista Miguel Ángel Yunes Linares, ayudaron al PAN a alcanzar poco más de un millón 300 mil votos, cifra récord para un candidato de oposición.
 
Y es qué hay temor de que los mentores, ahora más convencidos después del debate, voten mayoritariamente por Quadri, para asegurar la permanencia del partido de Elba Esther Gordillo, restándole votos al PRI y fortaleciendo con ello sobre todo a Andrés Manuel López Obrador, quien mantiene su voto duro en la entidad con el riesgo de que se le sumen los indecisos, pero también porque en el cuartel de campaña del mexiquense no acaban de estar convencidos de que en Veracruz se tenga resuelto cómo le van a hacer para alcanzar el número de votos que se le han ofrecido o que ellos están exigiendo. Van a tratar de explotar la memoria de Alfonso Arroyo Flores, su dirigente en el siglo pasado quien murió en un motel de Banderilla, por eso el acto en Misantla, por eso viene.