Este sábado 12 estuvo Josefina Vázquez Mota en Santiago Tuxtla, donde ni con la estructura municipal de su correligionario, el alcalde panista Raúl Sosa González, logró la abanderada del partido blanquiazul llenar una céntrica avenida que por muchos años ha sido simbólica para dar el triunfo a los políticos locales.

Alguien, de plano, debió recomendarle a doña Josefina que bajara a Catemaco para darse una “limpia” que le alejara los malos espíritus del fracaso que la persiguen.

De su visita a Veracruz este fin de semana se pueden destacar cuatro aspectos:


1) La poca afluencia al mitin de Santiago Tuxtla; 2) La copia del discurso del candidato priista Enrique Peña Nieto; 3) La contradicción e incoherencia en el manejo del discurso de seguridad en donde culpa al gobierno estatal, mostrando un desconocimiento total del trabajo coordinado que la administración de Javier Duarte de Ochoa ha realizado con las autoridades federales; y 4) Su intento fallido al intervenir en la negociación de la fórmula al Senado que en Veracruz aún sigue peleando el clan Yunes por Fernando Yunes Márquez, a pesar de que ya el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó que la primera posición es de Julen Rementería del Puerto.

Estos cuatro aspectos muestran por todos los frentes que se les quiera ver, la descomposición que existe al interior del panismo, la poca información que los asesores le proveen a la candidata y la falta de operación política de los panistas, que un día son evidenciados y atrapados infraganti operando a través del programa social Oportunidades –como ocurrió, verbigracia, en Zontecomatlán y el puerto de Veracruz– a favor del PAN, y al otro sus alcaldes y policías son consignados por vínculos con la delincuencia organizada.

Triste escenario para el blanquiazul en Veracruz. Días malos para doña Chepina en la entidad veracruzana:


1. En Santiago Tuxtla el alcalde echó prácticamente la casa por la ventana y ni así logró levantar el evento. Por eso movilizó autobuses desde Lerdo de Tejada, Acayucan, Isla, Rodríguez Clara y Angel R. Cabada. Según testigos, el munícipe preparó un “banquete” con tres mil tortas y la gente tuvo que llevarse doble paquete. Mil 500, mil 800 personas calculan. Un número muy pobre para un candidato presidencial. La calle Juárez, en la zona centro, que es una especie de termómetro político y que entre los pobladores suelen decir que quien la llena seguro gana en la región, lució vacía, con espacios por aquí y por allá, por lo que el mitin fue realmente un fracaso. Además, el alcalde Raúl Sosa se puso en evidencia no sólo por la utilización de vehículos y recursos oficiales sino porque en un acto de prepotencia, sus policías detuvieron al delegado de Tránsito del Estado con base en esta ciudad, Raymundo Nieto Sánchez, y al delegado regional del Transporte Público, Alberto Villegas Cortés, con sede en San Andrés Tuxtla, quienes en sus funciones y vestidos con uniformes oficiales, fueron privados de su libertad cuando realizaban su trabajo al verificar a los transportistas de los acarreados, ocho de los cuales no portaban la licencia de manejo y algunos otros documentos que les impedía realizar su trabajo conforme a la Ley de Tránsito vigente para el Estado de Veracruz.

2. Vázquez Mota ofreció en Santiago Tuxtla que la Secretaría de Marina Armada de México continuaría en Veracruz, lo mismo que el 4 de abril, en el café La Parroquia del puerto jarocho, prometió y firmó ante notario público el candidato de la coalición “Compromiso por México”, Enrique Peña, quien como se recordará, dijo: “Vengo a hacer un compromiso con respecto a una tarea y una acción que se ha venido desplegando. Mantener en esta entidad la presencia, respaldo y apoyo, hasta en tanto no se regrese a las condiciones de normalidad de paz y tranquilidad en Veracruz, de la Policía Naval, de la presencia de la Armada en el Estado de Veracruz”.

Así, pues, la candidata panista trató de sorprender con un refrito. No mostró ninguna novedad discursiva.


3. Ya en el puerto de Veracruz, el domingo, Vázquez Mota criticó al gobierno estatal por el tema de la seguridad. Otro desatino que mostró a una candidata desinformada, porque justamente ha sido el gobierno estatal que encabeza Javier Duarte quien más interesado ha estado en promover la tranquilidad de las familias ante el escenario nacional y la fallida guerra contra el narco del presidente Felipe Calderón que desató los demonios y permitió que la delincuencia del norte del país se moviera, en “efecto cucaracha”, a otras entidades del Golfo de México.

Alguien debió informarle a Vázquez Mota que desde el 1 de diciembre de 2012 que asumió la tarea de gobernar Veracruz, Javier Duarte tomó con firmeza y determinación la tarea de resguardar a los veracruzanos; que desde los primeros hechos de violencia en Xalapa y Poza Rica, el mandatario veracruzano ha estado en la primera línea de batalla.

Alguien le debió comentar que Duarte asumió la tarea y la responsabilidad no sólo a costa del riesgo político y popularidad que esto significaba sino a riesgo de su propia vida y la de su familia. Y a pesar de eso, el joven gobernante priista se ha mantenido y ha dicho que no cederá ni un milímetro a la delincuencia y no descansará hasta que regrese la armonía a Veracruz.


Fue gracias a su voluntad política que el programa “Veracruz Seguro” llegó a la entidad, no porque el estado estuviera fallando sino porque al final el combate a la delincuencia organizada es responsabilidad del gobierno federal.

Con “Veracruz Seguro” Duarte se sumó al proyecto del gobierno federal. Con este programa el gobierno de Veracruz ha tenido que solventar incluso económicamente la participación del Ejército y la Marina Armada de México en su lucha contra la delincuencia, una lucha que inició Calderón y que, ayer, hasta el propio Arzobispo Hipólito Reyes Larios dijo a medios de comunicación que “no calculó bien”.

“Cuando el presidente Felipe Calderón estaba de candidato él hablaba de esto y de que habría muchas pérdidas de vidas humanas, y, bueno, ahora al ver creo que se le pasó, son demasiadas, pero también yo creo que ellos no conocían a fondo cómo estaba el problema”, declaró este domingo el jerarca de la Iglesia católica veracruzana.


El ejemplo más elocuente son los 49 cuerpos mutilados hallados la madrugada de ayer en Cadereyta, Nuevo León.

Pero desconociendo todo esto, Josefina Vázquez Mota viene a Veracruz y se lanza un discurso contradictorio que al elector menos informado incomoda, dada la determinación del gobernador Javier Duarte de mantener la tranquilidad de los veracruzanos.

4. Finalmente, aconsejada por el senador Gustavo Madero, líder nacional del PAN, quien ha tenido mucha cercanía e intereses con el clan Yunes de Veracruz, Josefina se metió a una pelea que está perdida en la entidad y que no es suya: el descontento que existe entre grupos de panistas tradicionales contra Miguel Ángel Yunes Linares y sus hijos Miguel Ángel y Fernando Yunes Márquez, uno coordinador estatal de Oportunidades y el otro candidato a senador.


Historia de nunca acabar, la pugna por la primera candidatura del PAN al Senado tuvo hoy un capítulo más con la intervención de doña Chepina, a sólo 48 días de la elección.

Primero, la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación acogió la queja de Alejandro Vázquez Cuevas para incluirlo en la fórmula que el CEN del PAN que preside Madero había determinado que fuera para Fernando Yunes y Julen Rementería. La dirigencia panista se pasó por el arco del triunfo la recomendación del TEPJF. Luego, dicho Tribunal le dio palo a Yunes Márquez y ordenó al IFE cambiar el orden de la fórmula, lo que despertó un airado y violento comunicado del CEN del PAN criticando a las magistradas.

Julen dijo a los medios que Madero se estaba dejando llevar por intereses personales y que tenía que “aguantarse” y acatar la decisión del Tribunal. Pero necio, el líder panista reunió este domingo muy temprano a Vázquez Mota con Yunes Linares y su hijo Fernando, seguramente para obtener el respaldo y que el CEN del PAN mantenga la fórmula a pesar de la decisión del TEPJF, lastimando la legítima posición de Rementería.


Al reunirse con estos personajes, Josefina Vázquez abonó a su campaña, pero en contra, porque son muchos los legítimos panistas veracruzanos que se han visto lastimados por los intereses del clan Yunes que ahora ya se ostentan como marca “Miyunes”.

Al salir del encuentro, Gustavo Madero insistió a los representantes de los medios de comunicación que “nada está definido”, lo que pone en la línea del fracaso la elección de esta fórmula a tan sólo 48 días de la elección del 1 de julio.