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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
La guerra de julio
Raymundo Jiménez
16 de mayo de 2012
alcalorpolitico.com
La elección presidencial del 1 de julio próximo será definitoria no sólo porque puede marcar el retorno del PRI a la Presidencia de la República o bien puede significar la oportunidad para el primer gobierno de izquierda, sino porque también estarán en juego los destinos de otros poderes fácticos: el de los grupos de la delincuencia organizada que en la actualidad se disputan violentamente el control de los territorios, y los empresariales más reacios a ceder en sus prácticas monopólicas y que en estos momentos atraviesan por una crítica situación financiera.

Un caso prototípico de la plutocracia mexicana consolidada en el sexenio privatizador del ex presidente Ernesto Zedillo (1994-2000) es el del empresario Ricardo Salinas Pliego, socio mayoritario de Grupo Elektra y concesionario de TV Azteca, quien en el zedillato recibió los canales televisivos de Imevisión y los cientos de salas cinematográficas paraestatales de COTSA que ahora funcionan como estacionamientos o tiendas de aparatos electrodomésticos.

El pasado 4 de mayo, en su blog, Salinas publicó un texto titulado “El debate y el futbol”, en el que pretendió dar respuesta a las críticas que desató su desafortunada frase en Twitter: “Si quieren debate, véanlo por Televisa, si no, vean el fútbol por Azteca. Yo les paso los ratings al día siguiente.”


“En los últimos días –respondió Salinas en su blog personal– tuvo lugar lo que algunos han llamado el ‘debate sobre el debate’. Creo que vale la pena explicar mi posición sobre este asunto, más allá de un simple ‘tuit’ y de las especulaciones que se han desatado.

“En primer lugar tengo que aclarar que los medios de comunicación electrónicos no estamos obligados por ley a transmitir el debate entre los candidatos a la Presidencia, así es que no es un ‘reto al Estado Mexicano’, como algunos han querido presentar nuestra decisión.

“Se trata simplemente de una legítima estrategia corporativa basada en las preferencias del público: la gente está hastiada del acoso de los políticos, las 24 horas del día, a través de millones y millones de spots en radio y TV –que por cierto fueron expropiados a los medios electrónicos a través de una ventajosa reforma electoral que en muchos sentidos ha resultado contraproducente para los mismos partidos que la impulsaron y abiertamente nociva al proceso democrático. Nosotros hemos decidido ofrecer una alternativa para la gran mayoría que no está interesada en ver el debate este domingo.


“Desafortunadamente este evento, en el formato en que fue diseñado, no le interesa a la mayor parte de los mexicanos. Al preguntar al público sobre su interés en el debate, sólo el 15% dice estar muy interesado, y al 54% de la población no le llama la atención en lo más mínimo. Si las estadísticas fueran distintas, es obvio que nuestra estrategia sería otra. “Nosotros estamos en el negocio de entender bien las preferencias del público y tomar decisiones de programación en consecuencia. El Rating no es entonces una cosa maligna, entenderlo es respetar las preferencias de la audiencia, estén o no de acuerdo los políticos.

“¿Acaso a la gente no le interesa la política y los asuntos públicos? No lo creo, a mí me parece más bien que la gente está harta de la forma en que se ha degradado el discurso político, hacia un formato superficial y acartonado que no inspira. En mi opinión el debate, en su forma actual, es sólo un ejemplo más de esta degradación del discurso político. Respeto a quienes realmente opinan de otra forma, pero hoy no son tantos.

“Por otro lado, debo comentar que la Federación Mexicana de Fútbol fijó horarios para la liguilla, así es que otra opción era diferir el partido entre Monarcas y Tigres, lo cual resultaría muy poco atractivo para la enorme afición de ambos equipos. En contraste, los entusiastas de la política tienen muchas otras opciones para ver el debate, tanto en radio y televisión abierta, como en televisión de paga e Internet –por cierto, el canal 5 de Televisa es sólo una de ellas.


“Sería estupendo que la cobertura de nuestros canales fuera tan importante como muchos de mis críticos asumen, pero en este país, afortunadamente existe una gran variedad de opciones y medios para ver un evento como el debate entre los candidatos a la Presidencia.

“Finalmente, si alguien duda de nuestra labor y el compromiso social de Grupo Salinas, y el mío propio, es que probablemente está mal informado o simplemente actúa de mala fe. En Grupo Salinas tomamos muy en serio nuestros valores y los llevamos a la práctica, como revelan los más de 40 programas sociales que desarrollamos en la actualidad y que benefician a millones de personas.

“Hoy reafirmo categórica y públicamente mi compromiso personal con México. Les pido a los lectores de este blog no confundir el interés de nuestro país con el de su clase política.


“A los verdaderos luchadores sociales, y a los millones de mexicanos que aman a su país, si se sintieron ofendidos con mi ‘tuit’ del lunes pasado les digo: así como hemos peleado por tener un debate entre candidatos, también debemos luchar por la libertad de no transmitirlo en todos los medios y por ofrecer alternativas a la audiencia. Éstas son dos caras de una misma moneda democrática”.

Y concluía diciendo que “los eventos en cadena nacional nos remiten a tiempos obscuros de nuestro pasado”, expresándoles “a quienes realmente les interesa ver el debate les aseguro que respeto sus preferencias y les informo que este evento será transmitido por nosotros a través de Proyecto 40”, un canal de cuyas instalaciones se apoderó violentamente a través de un comando armado en diciembre de 2002 (caso que fue conocido como “el Chiquihuitazo”) y cuya señal sólo se ve en el Distrito Federal y parte del Estado de México.

Sin embargo, las encuestas que recibió Salinas no fueron muy precisas, pues el rating del primer debate organizado por el IFE entre los cuatro candidatos presidenciales superó por un dígito el rating del partido de futbol entre Tigres y Monarcas.


Ahora está por verse cuál será la posición en la presente sucesión presidencial de este poderoso empresario que según acaba de declarar el gobernador perredista de Guerrero, Ángel Aguirre, junto con Televisa trata a los mandatarios estatales “como a sus gatos”.

Ricardo Salinas, quien tras el retiro de su padre Hugo Salinas Price asumió la dirección general de Grupo Elektra en medio de la grave crisis económica de 1994, ante la posibilidad de quiebra del negocio reestructuró a fondo las operaciones de Elektra. Pero a partir de 1998, con la adquisición de Imevisión y su posterior incursión en el negocio de las telecomunicaciones, la industria automotriz y la banca, Salinas llegó a ser considerado hace un año por la revista Forbes como la persona número 228 más rica del mundo y la tercera de México con 3 mil 100 millones de dólares.

Empero, ahora, el dueño de Grupo Elektra está inmerso en un tobogán financiero. Según ha trascendido, las pérdidas de Salinas Pliego –quien posee el 71.1 por ciento de los títulos de la compañía, lo que equivale a una tenencia de 171 millones 700 mil acciones– ascienden a 106 mil 543 millones de pesos debido a la caída en el precio de la acción de la empresa en poco más de un mes.


Desde el pasado 11 de abril a la fecha, la pérdida en el valor de estos títulos accionarios es de 49.3 por ciento, al pasar de mil 158.08 a 637.56 pesos. Desde entonces, la acción ha presentado descensos en 17 de 23 sesiones y 4 de éstas han sido de más de 6 por ciento.

Hasta media jornada de ayer, los papeles de la compañía se reducían 9.08 por ciento, con lo que la acción llegó a la mitad de su valor en poco más de un mes.

Si al hundimiento de las acciones se agrega el efecto cambiario, la situación resulta peor, pues la reciente depreciación del peso agranda la caída en las acciones de Salinas Pliego a 51.3 por ciento.


El pasado 12 de abril, la Bolsa Mexicana de Valores publicó una nueva metodología para las empresas que forman parte del Índice de Precios y Cotizaciones, en la que establece un mínimo de acciones flotantes en el mercado para estas emisoras. Según estimaciones de analistas, Grupo Elektra podría no cumplir con esta nueva regulación, por lo que podría quedar fuera del Índice.

Tras el anuncio, las acciones de la empresa comenzaron un rally bajista que no se ha detenido y ha causado grandes pérdidas en el valor de capitalización de la compañía. Apenas el 23 de abril, Grupo Elektra anunció la adquisición total, por 780 millones de dólares, de Advance America, un proveedor de préstamos no bancarios de corto plazo en Estados Unidos.

“La adquisición de Advance America fue descontada por el mercado en su momento, pues la situación económica mundial está afectando a Estados Unidos y la compra no fue muy bien recibida”, precisaron analistas de Grupo Financiero Monex.


Seis días antes, la compañía emitió un comunicado en el que anunció el inicio de su subsidiaria Punto Casa de Bolsa, con la que dio inicio a sus operaciones bursátiles. Pero a pesar de la concretización de dichos planes de expansión, las acciones de Grupo Elektra no han frenado su caída.

Ante este escenario adverso, ¿quién le convendría más al señor Salinas como futuro Presidente de México?