Los próximos 40 días serán los más turbulentos para el candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, y el dirigente estatal del partido tricolor Erick Lagos Hernández.

 

Esta crítica cuarentena servirá para calar si deveras el ex gobernador del Estado de México y el ex subsecretario de Gobierno están hechos de buena madera para resistir no sólo el creciente golpeteo de la oposición sino sobre todo los rudos embates del gobierno federal en poder del PAN, pues existe la presunción de que el reciente arraigo solicitado por la Procuraduría General de la República (PGR) contra tres generales y un teniente coronel, todos en retiro, tendría que ver más con una estrategia del régimen panista para intentar bajar en las preferencias electorales al candidato presidencial del PRI e intimidar a un amplio sector castrense que simpatizaría con él y con el PRD porque ya está harto de la desgastante labor policiaca que se les impuso con la errática guerra calderonista de combate al narcotráfico.

 

Por eso la lucha por el poder presidencial comienza a radicalizarse principalmente en Veracruz, ya que es la tercera entidad con el mayor padrón de votantes en el país, pues el Estado de México, que es el primero en número de electores, Peña y el PRI lo dominan ampliamente, mientras que el Distrito Federal, que es el segundo bastión electoral nacional y está en manos del PRD, el candidato de la izquierda Andrés Manuel López Obrador aparece mejor posicionado en todas las encuestas.

 

En Veracruz, el gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien desde la Secretaría de Finanzas se reveló como un eficaz operador electoral en los comicios locales de 2007 y posteriormente en las elecciones federales de 2009, al alimón con el presidente del CDE del PRI, Erick Lagos, ha venido desplegando en la entidad una certera estrategia de apoyo a la campaña presidencial de Peña, quien la semana anterior recibió muestras de simpatía del magisterio veracruzano en Misantla y cerró con un multitudinario mitin en Córdoba, posterior a una comida privada en la ciudad de Orizaba.

 

Pero más que los mítines masivos que obviamente sirven para legitimar la aparente ventaja que Peña Nieto le saca en las encuestas a sus contrincantes, la labor del gobernador Duarte y del dirigente priista Lagos ha ido mucho más allá, con la tersa selección de los dos candidatos del PRI al Senado de la República y de los abanderados a la diputación en los 21 distritos electorales del estado, una operación quirúrgica que al menos en el PAN no han podido cicatrizar hasta la fecha por la disputa entre Julen Rementería y Fernando Yunes Márquez, quienes reclaman la primera candidatura.

 

Pero la habilidad política de Duarte de Ochoa y de Lagos Hernández no sólo se ha circunscrito a sacar sin mayor conflicto a los candidatos de su partido sino que se han visto favorecidos también por las candidaturas débiles que en la entidad han postulado el PAN y la coalición PRD-PT-Movimiento Ciudadano, de tal manera que hasta ahora la encuestas sobre la tendencia del voto pronostican un aplastante triunfo priista de los candidatos del PRI al Senado, Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, y de los aspirantes a diputados en al menos 18 de los 21 distritos electorales.

 

Sin embargo, es muy posible que estas tendencias electorales se modifiquen ante los barruntos de la tormenta que se ve venir antes de la elección del 1 de julio próximo.

 

Ya se verá si Peña Nieto, el gobernador Javier Duarte y su escudero Erick Lagos logran resistir y salir airosos de los embates calderonistas.

 

Por lo mientras habrá que estar pendientes de la visita y del discurso del presidente Felipe Calderón a Veracruz, quien vendrá el 1 de junio entrante con motivo de la celebración del “Día de la Marina”. Y es que corren versiones acerca de que antes de esa simbólica fecha, el mandatario mexicano que se ha declarado como un recalcitrante antipriista podría fraguar otro golpe de timón para acelerar el desplome de Peña y del Revolucionario Institucional en las preferencias electorales.

 

Por lo mientras, en el gobierno de Veracruz debió haber generado preocupación el arraigo obtenido por la PGR el pasado viernes en contra del teniente coronel Silvio de Jesús Hernández Soto, fugaz ex director de la Agencia Veracruzana de Investigación (AVI), dependiente de la Procuraduría General de Justicia del Estado, y quien se desempeñaba como subsecretario B de Seguridad Pública con sede en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, cargo que asumió a principios de febrero de 2011 luego de ser sustituido por Remigio Ortiz en la AVI, donde sólo permaneció 18 días.

 

Pero Hernández Soto, quien procedía de Sinaloa donde se había desempeñado como director de la Policía Ministerial del estado, fue recomendado por el general Sergio López Esquer, quien cerró de 2008 a 2010 el sexenio del gobernador Fidel Herrera Beltrán como titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz, donde fue ratificado al inicio de esta administración por el gobernador Javier Duarte de Ochoa como una deferencia al general secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván.

 

Y es que López Esquer no sólo es compadre y fue compañero de generación en el Heroico Colegio Militar del general Galván sino que por esa relación personal ocupó también la Inspección y Contraloría General del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos y la titularidad del Órgano Interno de Control, de enero de 2007 a junio de 2008, fecha en que por invitación del gobernador Herrera asumió la SSP en Veracruz, cargo al que renunció tres años después, a principios de julio de 2011, luego de salir ileso de un presunto atentado en la zona del aeropuerto porteño.

 

 

Pese al aguacerazo que interrumpió la brillante actuación del cantautor panameño Rubén Blades y que lamentablemente impidió la esperada participación de La India, este domingo concluyó felizmente el II Festival Internacional de Salsa 2012, de Boca del Río.

 

El evento, por segunda ocasión consecutiva, resultó un rotundo éxito en diversos aspectos: en lo artístico, en promoción turística, comercial y esparcimiento popular.

 

Ya se verá si su impacto alcanza también lo político-electoral.

 

Por lo mientras, el alcalde Salvador Manzur Díaz, quien fue ensalzado por los mejores salseros de América, se anotó otro diez ya que los cuatro conciertos se desarrollaron con saldo totalmente blanco a pesar del centenar de miles de asistentes que concurrieron diariamente.

 

Obvio, los más satisfechos son los hoteleros, restauranteros, taxistas y demás prestadores de servicios turísticos de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, pues fueron los beneficiarios directos de esta reactivación de la economía local.