Dicen, y dicen bien, que la limpieza debe comenzar en casa.

 

Ante las circunstancias que vive el estado no es necesario que el gobierno anuncie una medida de combate al narcotráfico y se lance como El Borrras a perseguir delincuentes, mejor preparados, con más y mejores armas, mucho mejor pagados y con un sanguinario instinto.

 

Si Veracruz se ha convertido en una buena plaza (al parecer la mejor del país) para la venta de droga por el elevado índice de consumidores que tenemos, lo más acertado es indagar en casa cuántos pachecos conviven con nosotros en el equipo para echarlos y luego continuar con las acciones de atención a quienes han caído en ese problema, y al mismo tiempo iniciar una gran campaña de prevención entre los niños de jardín, en las primarias, en las secundarias, en las escuelas de bachilleres y hasta en las de educación superior, para de esta manera dar la batalla a quienes amasan inmensas fortunas envenenando a los veracruzanos.

 

Si el presidente Felipe Calderón Hinojosa hubiera iniciado una campaña de combate al consumo de drogas, implementando un programa de aplicación de exámenes antidoping a todos sus colaboradores de mandos medios hacia arriba, incluyendo a los miembros de Ejército Mexicano, para correr a quienes ya estaban adentro consumiendo mariguana, cocaína u otras sustancias, y los hubiera investigado antes de declarar la guerra a los cárteles, otro gallo le cantara, a lo mejor hasta su guerrita hubiera terminado más rápido y con menos bajas que las que sumó.

 

El decreto que dio a conocer la noche del pasado lunes el gobernador Javier Duarte de Ochoa, mediante el cual obliga a sus colaboradores (alrededor de tres mil funcionarios) a aplicarse un examen antidoping cada seis meses, no es una ocurrencia y mucho menos una frivolidad, debe formar parte de una completa estrategia de combate al consumo de estupefacientes el cual debe comenzar con los de casa para que sean ejemplo ante la sociedad de llevar una vida sana y de no tener nada que ver con las bandas que distribuyen droga.

 

Indudablemente que con esta medida habrá bajas, no sabemos cuántas ni tenemos idea, pero de que habrá, habrá.

 

En calidad de mientras el doctor Pablo Anaya Rivera, secretario de Salud ya negocia con los propietarios de varios laboratorios para contratar la aplicación de los tres mil exámenes, los cuales tienen un costo de quinientos pesos, mínimo.

 

Han comenzado a crecer los rumores a nivel nacional sobre el pacto de no agresión que habrían establecido los candidatos presidenciales del PAN y del PRD, Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador, respectivamente. 

 

Y es que en los días más recientes, ambos contendientes han arreciado los golpes en contra del priista Enrique Peña Nieto, a quien no han podido reducirle los más de 15 puntos con que los supera, a pesar de que mediáticamente y a través de sus grupos de choque con que cada uno cuenta, diariamente le dan hasta por debajo de la lengua al mexiquense.

 

La posibilidad de esa alianza de facto cobra fuerza porque transcurren los días y aunque tanto el tabasqueño como la poblana tienen pasajes sumamente oscuros en su paso por la administración pública, ni se tocan ni se mencionan; en cambio, al abanderado del PRI lo quieren culpar hasta de lo ocurrido en Tlatelolco en el 68, cuando él apenas tenía dos años. 

 

Cierto que Enrique Peña Nieto ha sido priista toda su vida, pero tampoco se trata de que le endilguen toda clase de errores, daños y omisiones de sus correligionarios; principalmente de los que se cometieron cuando él ni siquiera figuraba en la lista de presidenciables.

 

Y no pretendemos defenderlo, pero hay que llamar las cosas por su nombre. Como dice el refrán: Al pan, pan; y al vino, vino, sin chingaderas.

 

El candidato de la coalición Compromiso por México, Enrique Peña Nieto, se reunió con integrantes de la comunidad cibernética de @ectivismo, con quienes compartió su agenda en materia de campañas y el tema de la digitalización.

 

En un foro que se realizó en la Ciudad de México, con una invitación de última hora, se habló de la necesidad de alfabetizar tanto a la ciudadanía como a la clase política en el asunto del manejo de las redes para estrechar la brecha que en este rubro aún existe.

 

Peña Nieto admitió que quienes participan en la comunidad de internet y a través de esta herramienta se podría efectuar la "revolución en el país".

 

Pidió de manera específica que se diera a conocer que de ganar la presidencia, estaría gobernando para quienes estuvieron a favor y en contra de su propuesta, por igual.

 

Andrés Manuel López Obrador aceptó firmar un acuerdo de unidad con el resto de los candidatos presidenciales a favor de los derechos humanos, pero sostuvo que lo que realmente se requiere es un cambio de fondo.

 

"Yo firmo", aseguró esta mañana, aunque destacó que cuando haya un estado democrático se acabarán las violaciones a los derechos humanos en el país.

 

"El principal violador de los derechos humanos es el estado", aseguró en conferencia de prensa.

 

Explicó que si no aceptó que el poeta Javier Sicilia le diera un beso como lo acostumbra, es porque se trataba sólo de un asunto meramente mediático que no comparte.

 

El candidato presidencial de las izquierdas sostuvo que un cambio de régimen sería benéfico para las víctimas del delito porque lo que se requiere es "medicina preventiva" para que haya justicia.

 

Criticó que el gobierno de Felipe Calderón haya declarado la guerra al crimen organizado sin un diagnóstico del por qué de la violencia. "No había nada, fue una ocurrencia decir, fue esto y declarar la guerra. No va a ser así, no va a ser un gobierno de ocurrencias, más cuando está de por medio la seguridad de la gente".

 

Enrique Peña Nieto, candidato de la coalición Compromiso por México, tiene 45.1 por ciento en las preferencias electorales, según el seguimiento diario de MILENIO-GEA/ISA.

 

Le sigue Andrés Manuel López Obrador, del PRD-PT-MC, con 25.5 por ciento, y Josefina Vázquez Mota, del PAN, con 25.1 por ciento, y en último lugar está Gabriel Quadri, del Partido Nueva Alianza, con 4.3 por ciento.

 

Por partido político la tendencia se mantiene, el PRI-PVEM tiene 34.1 por ciento, le sigue el PAN con 20.2 por ciento, en tercer lugar el PRD-PT-MC con 19.3 por ciento, y en último lugar se encuentra el Panal con 2.4 por ciento; a esto, se le suma 24.0 por ciento de personas indefinidas.

 

En cambio, si se toma en cuenta un 21.7 por ciento de personas que no sabe por quién va a votar, Peña Nieto sigue al frente con un 35.3 por ciento, López Obrador en segundo lugar con 20.0 por ciento; Vázquez Mota en tercer lugar con 19.6 por ciento, y en último lugar, Gabriel Quadri con 3.4 por ciento de las preferencias.

 

La encuesta se realizó de manera personal (cara a cara) en vivienda y asistida por computadora del 26 al 28 de mayo, incluyó a mil 152 personas mayores de edad que residen en la República Mexicana. El estudio cuenta con un nivel de confianza de 95 por ciento y un margen de error de +/-3 por ciento.

 

Con excepción de los candidatos priistas al Senado de la República, José Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, que realizan campañas intensas de proselitismo electoral, casi de candidatos a gobernador, los 21 aspirantes a las diputaciones federales se les ha ido despintando en halagüeño panorama con el que arrancaron sus actividades, es más, nueve de ellos se encuentran en serios problemas para obtener el triunfo.