31 de mayo de 2012
alcalorpolitico.com
Hasta la primera semana de mayo, antes de la accidentada visita de Enrique Peña Nieto a la Universidad Iberoamericana –el llamado “viernes negro”–, muchos aspirantes priistas a diputados y senadores estaban confiados en el arrastre popular de su candidato presidencial.
Hasta entonces, la gran mayoría le apostaba al aún favorable “efecto Peña”. Sin embargo, a raíz del movimiento estudiantil antipriista que brotó en la Ibero y que se ha expandido a otras universidades públicas y privadas del país, ahora varios abanderados del partido tricolor están buscando la manera de cómo contrarrestar y sobreponerse al “defecto Peña”.
Algunos aspirantes del PRI al Congreso de la Unión han confiado, en corto, que en ciudades como Xalapa les está costando mucho trabajo convencer al electorado para que voten por todos los candidatos del Revolucionario Institucional, sobre todo por el ex gobernador del Estado de México.
Para Peña es prácticamente de vida o muerte para su proyecto presidencial no solamente ganar sino arrasar en Veracruz, estado que cuenta con el tercer padrón electoral del país: alrededor de 5.6 millones de votantes.
Y es que el candidato del PRI a la Presidencia está confiado en que sacará una alta votación en el estado que gobernó, el Edomex, que tiene 10.9 millones de electores; pero también sabe que está en gran desventaja en el Distrito Federal, gobernado desde hace 15 años por el PRD, cuya lista de votantes inscritos asciende a 7.6 millones.
De Peña sorprende que prácticamente esté dando por perdidas otras entidades que tienen la misma cantidad de electores que Veracruz.
Es el caso, por ejemplo, de Jalisco, que ya igualó a la entidad veracruzana en número de votantes: 5.6 millones.
Sin embargo, en la zona metropolitana de Guadalajara –que abarca también los municipios conurbados de Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, El Salto y Tlajomulco de Zúñiga, donde se concentra aproximadamente más de la mitad de los electores–, casi no se observa propaganda de Peña Nieto.
Son contadísimos los espectaculares del ex gobernador mexiquense. Y los pocos que se ven no son del PRI sino del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Además abundan por la ciudad las calcomanías rojas con la leyenda de “Peña no cumple”.
En la zona metropolitana de la Perla Tapatía la lucha del PRI está concentrada en recuperar la gubernatura, pero el candidato priista Jorge Aristóteles Sandoval Díaz –alcalde de Guadalajara con licencia–, cuya propaganda sí es visualmente apabullante, no ha vinculado su campaña a la presidencial. Es más, sus anuncios minimizan inclusive el logotipo del PRI y en cambio resaltan con otros colores diferentes a los del tricolor las letras de su slogan.
Sin embargo, Aristóteles Sandoval, quien aún sigue encabezando las encuestas, ha ido perdiendo ventaja frente al ex alcalde de Tlajomulco, Enrique Alfaro, quien con muy escasos recursos económicos y abanderado por Movimiento Ciudadano, un partido sin gran militancia en Jalisco, ha logrado rebasar al ex secretario de Gobierno Fernando Guzmán Pérez Peláez, del PAN, y colocarse a ocho puntos del priista, según el último sondeo publicado hace diez días por un prestigiado diario local, antes de la multitudinaria marcha de apoyo a su candidatura que se realizó este domingo 27 en el centro histórico de Guadalajara, cuyos simpatizantes llenaron las calles a lo largo de ocho cuadras.
Alfaro, quien está haciendo campaña también para el candidato presidencial de la izquierda Andrés Manuel López Obrador, ha logrado convencer a un gremio que en Guadalajara se está encargando de promover fuertemente su candidatura: el de los taxistas, los cuales dan por hecho que será el próximo gobernador luego de la desastrosa administración del panista Emilio González Márquez.
Pero en la capital jalisciense, con excepción del estudiantado de la Universidad de Guadalajara (UdeG), controlado por el grupo del ex rector Raúl Padilla López, afín al PRI, también ha prendido el movimiento estudiantil. El sábado 19, por ejemplo, en la Plaza de la Liberación, se registró una de las más nutridas manifestaciones juveniles del país organizadas en contra del duopolio televisivo (Televisa-TV Azteca) y de Peña Nieto, las cuales fueron convocadas a través de las redes sociales por el movimiento #YoSoy132, surgido de la Ibero.
En el bunker de Peña se han intentado algunas estrategias para atraer el voto de los jóvenes, ya que calculan que podría ser decisivo en esta elección presidencial.
Así, al menos, lo sugieren las estadísticas del Instituto Federal Electoral (IFE), pues de los 79 millones 454 mil 802 ciudadanos que cuentan con credencial con fotografía para votar, 3.5 millones son jóvenes que lo harán por primera vez, mientras que 10.5 millones son menores de 24 años de edad que elegirán por primera ocasión al Presidente de la República.
Por el tamaño de su padrón electoral, las entidades más disputadas en los comicios del próximo 1 de julio serán el Estado de México, Distrito Federal, Jalisco y Veracruz, donde se concentran más de 29 millones de votantes.
Según la lista nominal del IFE, le siguen los estados de Puebla y Guanajuato, con 4.1 millones de electores; Nuevo León y Michoacán, 3.4 millones, y Chiapas, con 3.1 millones.
En el nivel de padrones de dos millones de ciudadanos se ubican Baja California Norte, Coahuila, Chihuahua, Guerrero, Oaxaca, Sinaloa y Tamaulipas. Y los padrones más pequeños los tienen Colima (499 mil 471) y Baja California Sur (447 mil 416 electores).
La lista nominal de electores residentes en el extranjero contiene los datos de 59 mil 47 ciudadanos, quienes sólo podrán votar para elegir Presidente.
El escenario, pues, se les ha complicado a los priistas, aunque en Veracruz todavía mantienen un desbordado optimismo.
Hasta entonces, la gran mayoría le apostaba al aún favorable “efecto Peña”. Sin embargo, a raíz del movimiento estudiantil antipriista que brotó en la Ibero y que se ha expandido a otras universidades públicas y privadas del país, ahora varios abanderados del partido tricolor están buscando la manera de cómo contrarrestar y sobreponerse al “defecto Peña”.
Algunos aspirantes del PRI al Congreso de la Unión han confiado, en corto, que en ciudades como Xalapa les está costando mucho trabajo convencer al electorado para que voten por todos los candidatos del Revolucionario Institucional, sobre todo por el ex gobernador del Estado de México.
Para Peña es prácticamente de vida o muerte para su proyecto presidencial no solamente ganar sino arrasar en Veracruz, estado que cuenta con el tercer padrón electoral del país: alrededor de 5.6 millones de votantes.
Y es que el candidato del PRI a la Presidencia está confiado en que sacará una alta votación en el estado que gobernó, el Edomex, que tiene 10.9 millones de electores; pero también sabe que está en gran desventaja en el Distrito Federal, gobernado desde hace 15 años por el PRD, cuya lista de votantes inscritos asciende a 7.6 millones.
De Peña sorprende que prácticamente esté dando por perdidas otras entidades que tienen la misma cantidad de electores que Veracruz.
Es el caso, por ejemplo, de Jalisco, que ya igualó a la entidad veracruzana en número de votantes: 5.6 millones.
Sin embargo, en la zona metropolitana de Guadalajara –que abarca también los municipios conurbados de Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, El Salto y Tlajomulco de Zúñiga, donde se concentra aproximadamente más de la mitad de los electores–, casi no se observa propaganda de Peña Nieto.
Son contadísimos los espectaculares del ex gobernador mexiquense. Y los pocos que se ven no son del PRI sino del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Además abundan por la ciudad las calcomanías rojas con la leyenda de “Peña no cumple”.
En la zona metropolitana de la Perla Tapatía la lucha del PRI está concentrada en recuperar la gubernatura, pero el candidato priista Jorge Aristóteles Sandoval Díaz –alcalde de Guadalajara con licencia–, cuya propaganda sí es visualmente apabullante, no ha vinculado su campaña a la presidencial. Es más, sus anuncios minimizan inclusive el logotipo del PRI y en cambio resaltan con otros colores diferentes a los del tricolor las letras de su slogan.
Sin embargo, Aristóteles Sandoval, quien aún sigue encabezando las encuestas, ha ido perdiendo ventaja frente al ex alcalde de Tlajomulco, Enrique Alfaro, quien con muy escasos recursos económicos y abanderado por Movimiento Ciudadano, un partido sin gran militancia en Jalisco, ha logrado rebasar al ex secretario de Gobierno Fernando Guzmán Pérez Peláez, del PAN, y colocarse a ocho puntos del priista, según el último sondeo publicado hace diez días por un prestigiado diario local, antes de la multitudinaria marcha de apoyo a su candidatura que se realizó este domingo 27 en el centro histórico de Guadalajara, cuyos simpatizantes llenaron las calles a lo largo de ocho cuadras.
Alfaro, quien está haciendo campaña también para el candidato presidencial de la izquierda Andrés Manuel López Obrador, ha logrado convencer a un gremio que en Guadalajara se está encargando de promover fuertemente su candidatura: el de los taxistas, los cuales dan por hecho que será el próximo gobernador luego de la desastrosa administración del panista Emilio González Márquez.
Pero en la capital jalisciense, con excepción del estudiantado de la Universidad de Guadalajara (UdeG), controlado por el grupo del ex rector Raúl Padilla López, afín al PRI, también ha prendido el movimiento estudiantil. El sábado 19, por ejemplo, en la Plaza de la Liberación, se registró una de las más nutridas manifestaciones juveniles del país organizadas en contra del duopolio televisivo (Televisa-TV Azteca) y de Peña Nieto, las cuales fueron convocadas a través de las redes sociales por el movimiento #YoSoy132, surgido de la Ibero.
En el bunker de Peña se han intentado algunas estrategias para atraer el voto de los jóvenes, ya que calculan que podría ser decisivo en esta elección presidencial.
Así, al menos, lo sugieren las estadísticas del Instituto Federal Electoral (IFE), pues de los 79 millones 454 mil 802 ciudadanos que cuentan con credencial con fotografía para votar, 3.5 millones son jóvenes que lo harán por primera vez, mientras que 10.5 millones son menores de 24 años de edad que elegirán por primera ocasión al Presidente de la República.
Por el tamaño de su padrón electoral, las entidades más disputadas en los comicios del próximo 1 de julio serán el Estado de México, Distrito Federal, Jalisco y Veracruz, donde se concentran más de 29 millones de votantes.
Según la lista nominal del IFE, le siguen los estados de Puebla y Guanajuato, con 4.1 millones de electores; Nuevo León y Michoacán, 3.4 millones, y Chiapas, con 3.1 millones.
En el nivel de padrones de dos millones de ciudadanos se ubican Baja California Norte, Coahuila, Chihuahua, Guerrero, Oaxaca, Sinaloa y Tamaulipas. Y los padrones más pequeños los tienen Colima (499 mil 471) y Baja California Sur (447 mil 416 electores).
La lista nominal de electores residentes en el extranjero contiene los datos de 59 mil 47 ciudadanos, quienes sólo podrán votar para elegir Presidente.
El escenario, pues, se les ha complicado a los priistas, aunque en Veracruz todavía mantienen un desbordado optimismo.