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Columnas y artículos de opinión
Se derrumba doña Josefina
Helí Herrera Hernández
4 de junio de 2012
alcalorpolitico.com
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Twitter:HELIHERRERA.es

Que lejanas suenan aquellas palabras de la candidata del Partido (de) Acción Nacional en el mes de abril, cuando le contestaba a la prensa nacional que al debate convocado por el Instituto Federal Electoral para el domingo 6 de mayo, solo tendrían que acudir los dos punteros: ella y Enrique Peña Nieto.

En aquel mes, tanto las encuestas serias como las patito la ubicaban en un contundente segundo lugar, y atrás, muy atrás, el candidato de los partido de la Revolución Democrática, del PT y de Movimiento Ciudadano. De allí que de manera soberbia Josefina Vázquez Mota planteara tal propuesta porque daba por muerto Andrés Manuel López Obrador.


Un mes después de su altanería las encuestas serías la sitúan de trece a 20 puntos porcentuales detrás de López Obrador, aunque las patito le siguen dando vida artificial y la ubican a solo dos o un punto del tabasqueño, con el claro propósito de aparentar que en algún momento pudiera rebasarlo y así, meterle presión al exgobernador de la ciudad de México, cuando todos sabemos que el problema para la señora Vázquez no es a que distancia se encuentra de Peña Nieto o de López Obrador, sino que ya nada está deteniendo su caída, por más esfuerzos que hagan desde la presidencia de la República.

A escasos 27 días de la elección constitucional (estoy escribiendo este artículo hoy domingo 3 de junio), la pelea electoral presidencial en todo el país se está dando en sólo dos frentes, entre el candidato del Partido Revolucionario Institucional, Enrique Peña Nieto y el abanderado de la izquierda López Obrador, pero el PAN está corriendo el riesgo que el derrumbe de Josefina arrastre a los candidatos a senadores y diputados federales, que hasta el mes de abril tenían muchas posibilidades de vencer en algunas entidades federativas y distritos electorales al resto de sus adversarios políticos, principalmente del PRI.

Hoy mismo se está planteando entre miles y miles de militantes panistas la utilidad de su voto, al observar que su candidata ya no tiene ninguna posibilidad ni siquiera de quedar en segundo lugar, y habrá que decirlo, dentro de ese conglomerado blanquiazul existen antipriístas a morir, pero también los hay antilopezobradoristas, por lo cual las discusiones entre el voto duro de Acción Nacional es distinguir a quién le darán su voto, si a Enrique Peña Nieto porque afirman que de llegar el PRI de nueva cuenta a Palacio Nacional pasarán otros 70 años en el poder, o a Andrés Manuel López Obrador porque los panistas mismos han llegado a creer en sus mentiras creadas, principalmente aquella que idearon malévolamente de que AMLO era un peligro para México.


Ya es un secreto a voces que dicha discusión se está dando dentro de los huestes panistas, de allí que el mismo Andrés Manuel este conminando en sus mítines a sus miles de seguidores a no pelearse con los simpatizantes y militantes del PAN, porque afirma y con razón, que muchos de ellos van a votar por él, dado que hacerlo por el PRI sería más de los mismo porque no hay distinción (como se vio), entre los gobiernos del PRI y del PAN.

Jamás llegó la candidata de Acción Nacional a imaginarse hace 1, 2 ó 4 meses este escenario. En razón de ello planeó su estrategia electoral de atacar sistemáticamente a Peña Nieto pensando que López Obrador era un político muerto, fallecido, que a 27 días de la elección demuestra ser un candidato redivivo, que en encuestas serías va uno o dos puntos arriba del candidato tricolor, y que como lo indican las metodologías de dichos observatorios electorales es, junto con el entenado de Elba Esther Gordillo Quadri, los dos únicos candidatos que van subiendo en las mediciones electorales, mientras que los otros dos van baja, baja y baja.

¿Todavía seguirá pensando la señora candidata que a los debates que convoca el IFE sólo deben ir los dos punteros?, porque de ser así, anteponiendo su congruencia, al del próximo 10 de junio sólo deberían asistir Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.


Los ataques de la señora candidata contra el tabasqueño llegan tarde. Ya cuando la rebasó. Su estrategia para alejarse de él y acercársele al puntero estuvieron equivocados. Si a Peña Nieto los politólogos le precisan desaciertos que se han traducido en pérdida de puntos como el ocurrido en la feria internacional del libro en Guadalajara Jalisco, los twitters de su hija donde nos llama proles y penistroches; o el fatal desatino sucedido en su visita a la universidad iberoamericana cuando justificó los muertos y violaciones tumultuarias de Atenco, a ella se le carga su ineficacia en la Secretaría de Educación Pública, donde pudo amarrarle las manos a Elba Esther Gordillo y no lo hizo o, lo que es peor, las empobrecedoras políticas públicas realizadas por Felipe Calderón que son las menos cuestionadas frente a los más de 60 mil muertos que ya van durante su sexenio.

Así como en el 2000 el pueblo de México con su voto demostró que ya estaba cansado del PRI y su dictadura perfecta, hoy manifiestan lo propio pero contra los gobiernos del PAN que en 12 años demostraron ineptitud, ineficacia, corrupción, pobreza, hambre y miles de muertos.

El derrumbe de doña Josefina ya nada lo puede detener porque en estos momentos son los militantes panistas de viejo cuño, los panistas antipriístas y panistas antilopezobradoristas los que discuten a quien de sus archienemigos le dan el voto para que llegue a la presidencia de la república, porque a su candidata ya se le está hundiendo el barco.


La paradoja es que quien gane de Peña Nieto o Andrés Manuel, será con el voto duro de decenas de miles de panistas que sus odios hacia uno u otro los llevarán a sufragar por sus enemigos.